La humillación de los necesitados
La alcaldesa de Fuente Obejuna ha considerado que lo más importante de las ayudas es publicitarlas, señalando con el dedo a los receptores, sin tener en cuenta que al hacerlo humilla públicamente a sus conciudadanos. Es decir, la alcaldesa parece haber pensado solamente en el beneficio político que ella podía obtener.
Hace un tiempo hubo cierta polémica porque hubo quien justificó cerrar los comedores escolares en verano debido a la humillación que suponía para los niños el ir a comer al colegio. Hace unos días descubrí que no todos los políticos tienen los mismos prejuicios a la hora de humillar públicamente a los más necesitados.
Fuente Obejuna es un pueblo de más de 5.000 habitantes cuyo nombre evoca glorias pasadas de lucha colectiva plasmadas en la obra de teatro de Lope de vega. En la actualidad, como en todos los pueblos y ciudades de España, parte de sus ciudadanos no está atravesando el mejor momento posible. Así que deben recurrir a la ayuda social que las diferentes administraciones les ofrecen.
El Ayuntamiento de Fuente Obejuna, gobernado por Isabel Cabezas Regaño (PP), ha tenido a bien facilitar material escolar a las familias más necesitadas. Y para que quedara constancia de ello, a la alcaldesa no se le ha ocurrido otra cosa que inmortalizar el momento de la entrega en una foto que el 18 de septiembre colgó en su perfil público de Facebook acompañada del siguiente texto: "Hoy hemos entregado Material Escolar, previo informe de la Trabajadora Social, a familias desfavorecidas". En la foto aparece la alcaldesa en el centro, acompañada por una concejala y por los receptores de la ayuda, cuyos rostros, incluidos niños, no fueron ocultados. Lo que más me ha impresionado de la fotografía es el observar cómo algunas personas intentan ocultar la cara para que no se les reconozca, porque bastante desgracia es estar en una situación de necesidad como para que encima te humillen públicamente.
En este caso, la alcaldesa de Fuente Obejuna ha considerado que lo más importante de las ayudas es publicitarlas, señalando con el dedo a los receptores, sin tener en cuenta que al hacerlo humilla públicamente a sus conciudadanos. Es decir, la alcaldesa parece haber pensado solamente en el beneficio político que ella podía obtener de la desgracia de las personas a las que gobierna, mostrando de paso una absoluta insensibilidad. Si no, pinche en esta foto y mírelo bien.