Una semana da para mucho: Sánchez acaricia la investidura a la espera de la fumata blanca de Junts
Desde que defendió la amnistía, Sánchez ha dado pasos de gigante para seguir al frente del Gobierno los próximos cuatro años, mientras la presidenta del Congreso todavía espera del acuerdo con Puigdemont para convocar el debate de investidura.
El PSOE y Pedro Sánchez han conseguido dar la vuelta a la tortilla de cara a su posible investidura como presidente del Gobierno. Hace no mucho tiempo, el pasado 24 de octubre, ERC advertía de que la negociación no iba del todo bien y le acusaban de no hacer "nada" para llegar a un acuerdo. Pero todo cambió con su intervención en el Comité Federal del pasado 28 de octubre.
El candidato socialista defendió la amnistía por primera vez, con una intervención que, tras las acciones posteriores, han servido para limar las asperezas con los partidos independentistas de cara a las negociaciones para continuar en la Moncloa durante los próximos cuatro años.
En un principio, ERC arrancó la semana defendiendo que el acuerdo seguía "lejos". Su portavoz, Raquel Sans, aseguró el pasado lunes que, pese a intensificarse las negociaciones, el acuerdo no existía. Pero tras el nuevo gesto de Sánchez, con una carta a la militancia en la que justificó que la medida de gracia es "el camino correcto", la situación se descongestionó.
La reunión de Santos Cerdán con Puigdemont
Pero eso era en territorio republicano. El presidente del Gobierno en funciones ya había hablado anteriormente por teléfono con el dirigente de ERC Oriol Junqueras, pero con quien no había tenido ningún contacto directo había sido con el expresidente catalán Carles Puigdemont.
Con el miedo a que Junts abandonara cualquier opción de apoyar a Sánchez, el candidato socialista envió a su número tres, Santos Cerdán, a Bruselas, para verse, en persona, con el dirigente de la formación independentista.
Una marcha más en una carrera, con ápices de remontada, que sigue acercando a Sánchez a la Moncloa durante los próximos cuatro años, horas antes de que el Congreso de los Diputados acogiera la jura de la Constitución de la princesa Leonor.
Objetivo: la investidura, cuanto antes
Ese acelerón negociador del PSOE tuvo su punto fuerte el mismo día en el que la futura heredera al trono de España cumplía 18 años. Tras los actos protocolarios en la Cámara Baja y en el Palacio Real, Ferraz confirmó que se había alcanzado un acuerdo con el presidente catalán Pere Aragonès para una ley de amnistía y que la norma sería registrada en el parlamento en los próximos días.
Unos pasos con los que el PSOE ratificaba con hechos y acuerdos un cambio de pensamiento sobre la tan nombrada, sobre todo en los últimos días, medida de gracia, que consideran que se llevará a cabo "en el nombre y en el interés de España".
Con el apoyo de ERC certificado, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, viajó el jueves a Barcelona para reunirse con Oriol Junqueras a firmar un acuerdo que facilita el camino a la investidura.
Un pacto con el que el PSOE y la formación republicana han rubricado el traspaso "integral" del servicio de Cercanías a la Generalitat de Cataluña, aplicar una condonación de 15.000 millones de euros deuda a la comunidad autónoma.
Todos los ojos miran a Junts
Sánchez logró superar este jueves el primer escollo que le separa de evitar unas nuevas elecciones generales, pero todavía hay uno pendiente. Uno que parece estar cerca de solucionarse, a falta de firmar el acuerdo. El pacto con Junts.
La defensa de la amnistía y la reunión con Santos Cerdán parecen haber relajado las tensiones entre Puigdemont y los socialistas y, aunque se esperaban importantes noticias para el viernes, tras un nuevo viaje a Bruselas del número 3 del PSOE, las negociaciones han seguido alargándose a falta de algunos flecos.
El exportavoz de En Comú Podem en el Congreso, Jaume Asens, se mostró optimista este mismo viernes, detallando que la formación nacionalista había aceptado excluir del acuerdo a la expresidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borrás, pero había una "discrepancia real" del 5% del texto de la ley, aunque reconocía que "se va a resolver".
El PSOE, optimista tras el aval de la militancia
La actualidad política no ha parado durante todo este fin de semana. Sin conocer grandes detalles sobre cómo van las negociaciones entre Junts y el PSOE, los socialistas celebraron la votación presencial de la militancia para conocer su opinión sobre los pactos de investidura.
Por la mañana, el líder del PRC Salvador Illa defendió que las negociaciones "llegarán a buen puerto", aunque apostó por la tónica de las últimas horas, "máxima discreción y máxima prudencia" para que "las cosas vayan bien".
En esa pregunta a la militancia, Sánchez ha vuelto a salir fortalecido. Los socialistas han ratificado los acuerdos para lograr la investidura, con un 87,13% de apoyos. Un último paso a la espera de que haya o no fumata blanca del último 'sí' que aleja al líder del Ejecutivo central de permanecer en Moncloa durante los próximos cuatro años.
Un voto afirmativo que, aunque está más cerca que en las últimas semanas, todavía no está firmado y, por ello, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, todavía no ha avanzado ninguna fecha para el debate de investidura, mientras sí ha habilitado plenos en la Cámara Baja en fin de semana y festivos para facilitar la investidura.
Mientras las conjeturas se multiplican sobre si dará tiempo a que dicho debate se produzca esta misma semana, según han detallado diversas fuentes a Europa Press, el PSOE y Junts han reiniciado y reconducido el "desencuentro" que se produjo el viernes entre ambas formaciones, aunque "no hay acuerdo aún". Habrá que esperar, en una semana que se presenta apasionante.