Un estudio del Defensor del Pueblo señala que el 0,6% de la población española ha sufrido abusos en la Iglesia
El informe entregado al Congreso defiende que la jerarquía eclesiástica española ha ocultado o negado la pederastia durante décadas
La pederastia en la Iglesia española ha sido "ocultada y negada" por su jerarquía eclesiástica durante décadas. Así lo recoge un documento de título "Una respuesta necesaria" que el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha presentado este viernes en el Congreso de los Diputados como fruto de una investigación que se ha llevado a cabo durante los últimos 15 meses. "No es verdad que nadie lo sabía", ha señalado.
El informe, de 770 páginas, recoge 487 testimonios de víctimas (87% de ellas, hombres) que han sufrido "sentimientos de soledad" cuando han dado "el paso de denunciar". "Hasta tal punto que se han enfrentado a un nuevo daño: la victimización secundaria causada por la respuesta de la Iglesia, la sociedad y del sistema de Justicia", ha expresado Gabilondo durante una rueda de prensa en la Cámara Baja.
El Defensor del Pueblo ha remarcado que no puede darse una cifra concreta de casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia porque muchas víctimas han preferido guardar silencio o han acabado escondidas "por el paso del tiempo o por la falta de acceso a algunos archivos".
Pero el informe presentado sí incluye una encuesta de Gad3 que señala que el 1,13% de la población adulta actual, unas 440.000 personas de 38,9 millones de adultos, habrían sufrido abusos en el ámbito religioso. Más en concreto, un 0,6% habría señalado como culpable de esos abusos a algún sacerdote o religioso. Los datos se han extraído de la respuesta de 8.013 personas a esta encuesta, un número que para Gabilondo es suficiente. "El número es tan alto que, aunque hubiéramos entrevistado a más personas, los números habrían sido los mismos", ha defendido.
En todo caso, el estudio deja claro que en la Iglesia "ha predominado cierta voluntad de negación u ocultamiento de los abusos" durante las últimas décadas. "Los testimonios recogidos muestran que la respuesta (de la jerarquía eclesiástica) ha sido insuficiente, dilatoria... y que las víctimas pocas veces han sido atendidas", ha señalado Gabilondo. Y ha puesto como ejemplo la decisión de trasladar a algunos de los "abusadores" a otras parroquias o a otros países y la poca efectividad de los procedimientos del derecho canónico a la hora de impartir justicia y castigar a los pederastas.
El informe destaca igualmente los problemas emocionales y de conducta que padecen las víctimas como consecuencia de los abusos sufridos. Un tercio de ellas afirma haber tenido síntomas de estrés postraumático y algunas han experimentado síntomas depresivos, sentimientos de vergüenza y estigmatización y de acción suicida.
Un "fondo estatal" para víctimas de delitos prescritos
Por este motivo, "tras años de silencio y dolor", el Defensor del Pueblo pide ahora "dar una respuesta" a estas víctimas y exige a la Iglesia "adoptar compromisos públicos para su reconocimiento y reparación". A nivel legal, Gabilondo ha exigido también crear un fondo estatal para compensar a las víctimas de delitos que ya han quedado prescritos. Ese dinero, según Gabilondo, debería ser aportado por la propia Iglesia Católica.
Por último, el Defensor del Pueblo ha señalado que el informe no pretende "dictar lo que debe hacerse, sino saca conclusiones y recomendaciones para la adopción de decisiones". "No somos jueces ni legislamos. Aspiramos a contribuir a la toma de conciencia iniciada por la sociedad española, requiriendo a la Iglesia Católica y a los poderes públicos que sigue abierta la necesidad de dar una respuesta a las víctimas", ha advertido.
De momento, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha decidido celebrar el próximo lunes una asamblea plenaria extraordinaria para estudiar el informe presentado. El propio Gabilondo ha reconocido que la Iglesia no ha participado de forma activa en la elaboración del documento. "Algún obispo nos ha regañado y nos ha preguntado: '¿Qué hacen ustedes enredando con esto?' Mentiría si dijera que nadie ha colaborado, pero también si dijera que ha habido una colaboración extraordinaria. Yo confío en que la iglesia católica esté a la altura del desafío que se le presenta y de la ocasión que se le brinda para abordar este asunto en toda su radicalidad. Si no, se equivocará", ha admitido.