Sánchez frente al mayor ejercicio equilibrista: contentar a Von der Leyen pero con la izquierda en contra del rearme
El presidente del Gobierno mantendrá este jueves reuniones con todos los grupos parlamentarios, excepto Vox, para reflexionar acerca del rearme militar anunciado por la Comisión Europea. En Europa, PP y PSOE están alineados, no tanto en España. Los partidos a la izquierda del PSOE, en contra de la política belicista europea.

A lo Nathan Paulin, el más famoso highliner del mundo, Pedro Sánchez se asoma estos días a una de las cuerdas políticas más altas y finas desde que es presidente del Gobierno. El motivo, el compromiso de España a aumentar su gasto militar, tal y como ha pedido la Comisión Europea de Ursula von der Leyen y apoya el Parlamento Europeo. Aunque en Europa existe un consenso sobre la urgente necesidad de rearmarse, en España Sánchez enfrenta tareas de equilibrista. Sus socios de Gobierno y los partidos a la izquierda del PSOE no están de acuerdo con aumentar el gasto militar, advirtiendo que supondría recortes en lo social. Y el Partido Popular muestra malestar porque el presidente del Ejecutivo les trate como a uno más y no haya contado con ellos desde hace quince meses. A excepción de Vox, Sánchez dedicará este jueves a conversar apenas 20 minutos – 30 con Alberto Núñez Feijóo – con cada uno de los grupos parlamentarios para comprobar el nivel de apoyo al bautizado como plan Rearm Europa. España invierte en la actualidad un 1,28% del PIB en Defensa, y ahora la Comisión Europea pide no solo que se llegue al 2% prometido hace tiempo, sino que se le añada un 1,5% más. Del 1,3 al 3,5% del PIB en cuatro años, pero... ¿Cómo?
En Europa, a excepción del grupo The Left (La Izquierda), existe un amplio consenso sobre la urgencia de aumentar sin demora el gasto militar. Según fuentes socialistas en el Parlamento Europeo, el continente asiste a "la caída del muro de Berlín de nuestra época", un evento cuasi fundacional que exige a la UE incrementar con creces su fuerza militar para poder defenderse de manera autónoma, sin la dependencia de Estados Unidos. Pese a las riñas en España entre PP y PSOE, en Europa hay pleno entendimiento. "En Bruselas nos entendemos mejor porque estamos en la trinchera", comentan en Estrasburgo fuentes del Partido Popular Europeo, unas afirmaciones que encuentran también cobijo en la parte socialista. "En Europa estamos alineados", dicen.
En España, sin embargo, los de Feijóo han encontrado en las diferencias dentro del Gobierno de coalición una nueva oportunidad para la refriega. "Nuestra obligación no es rescatar a Pedro Sánchez de sus socios", dijo esta semana la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. "La realidad – añadió – es que su debilidad parlamentaria le lleva a que en estos momentos ni tan siquiera lo que Europa exige lo pueda defender dentro de su Gobierno, ni tan siquiera que sus socios parlamentarios se lo puedan respaldar". Aunque desde Europa el Partido Popular no duda (Ursula von der Leyen es miembro del PPE), en España avisan de que no darán a Sánchez un "cheque en blanco" en esta cuestión y piden que cualquier movimiento en Defensa tenga "algún tipo de ratificación" del Congreso. Han solicitado, además, que Sánchez comparezca en el Parlamento, donde quieren que se vean las grietas de la coalición de investidura.
El principal obstáculo con el que se encuentra el Gobierno español reside en el lugar del que sacarán los fondos necesarios para alcanzar ese porcentaje exigido del PIB. Javi López, vicepresidente del Parlamento Europeo y el eurodiputado socialista en la Comisión de Defensa, asegura que en ningún caso se comprometerá el gasto social. En su opinión, Europa debe buscar un mecanismo que permita incrementar el gasto en defensa mediante, por ejemplo, instrumentos como los fondos Next Generation. "Inversión europea, deuda europea objetivos europeos e implementación nacional. Eso es lo que defendemos para que en ningún caso entren en competición los recursos destinados a bienestar social con los recursos destinados a la seguridad. Sería un suicidio para la UE que se sacrificase el gasto social en nombre de la seguridad", comenta López en entrevista con El HuffPost.
La propuesta de Ursula von der Leyen, sin embargo, no plantea en ningún caso este modelo de financiación. Este martes, la presidenta de la Comisión Europea insistió ante los europarlamentarios que, de los 800.000 millones de euros que se movilizarán para el rearme, Europa solo aportará 150.000 millones mediante préstamos. Los 650.000 millones restantes recaen sobre cada uno de los Estados miembros. Lo que sí les permitirá la Comisión es endeudarse sin temer represalias o sanciones y desviar los Fondos de Cohesión no ejecutados a Defensa, a criterio, eso sí, de cada uno de los países. Von der Leyen pidió "coraje" a los países de la UE, y avisó: "Nos esperan decisiones difíciles". Para Nicolás Pascual, exembajador de España ante la OTAN y diputado del PP en el Parlamento Europeo, pensar que pueden existir mecanismos como los fondos Next Generation no se corresponde con la realidad. "Que se quiera tergiversar es otra cuestión", dice, "pero la propuesta de Von der Leyen, y la postura del PP y el PPE, es que los Estados miembros tienen la responsabilidad de poner 650.000 millones".
Este miércoles, en Helsinki, el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, alertó tras una reunión bilateral con Pedro Sánchez que en su país han tenido "que recortar el gasto público". "No ha sido sencillo, pero necesitamos utilizar estos fondos para la seguridad", dijo, poniendo voz a los inconvenientes que ya afronta Sánchez con sus socios en el Gobierno y con el resto de los partidos a la izquierda del PSOE. Este martes, Sánchez aseguró a la líder de Sumar en el Gobierno, Yolanda Díaz, con quien se reunió durante dos horas, que no tocaría el gasto social, pero sin aportar más luz a la incógnita de la procedencia de los fondos.
Desde el PSOE barajan varias opciones. Una, incluir como inversión en Defensa otras partidas que ya se ejecutan. "Tenemos que ser capaces – asegura Javi López – de hacer un cómputo y un cálculo que tenga en cuenta no solo el gasto en Defensa sino muchas derivadas, como la innovación, la ciberseguridad... Una serie de capacidades vinculadas directamente a la seguridad. [...] Defensa no es solo munición o comprar tanques", señala. López apunta también la posibilidad de incluir como inversión en Defensa la participación en misiones de la OTAN, en las que "España es uno de los países más activos". En el Partido Popular Europeo están de acuerdo en que se pueden homologar como Defensa otros gastos. Estados Unidos, por ejemplo, incluye las pensiones de los militares e Italia, a los Carabinieri. Pero no creen que sea suficiente. "Hay que ampliar la capacidad militar. Movilizar más dinero", afirman. Y, de nuevo, como el primer ministro finlandés, advierten de que no existe la opción de no tocar otras partidas. "Si queremos disuadir, lo principal es la adquisición de nuevos equipamientos. Una disuasión creíble pasa por contar con más recursos. Habrá que ver dónde se hace un gasto innecesario", avisan.
Sin apoyos entre sus aliados de investidura
Este jueves, Sánchez apenas encontrará apoyos al rearme, si bien según el orden del día enviado por Moncloa a los grupos, el objetivo de los encuentros es el de compartir "información y opinión" y "reflexionar sobre los principales asuntos que, en este momento, vertebran el debate de seguridad en Europa". Pero la realidad es que, para apostar por el rearme europeo, al presidente del Gobierno necesita al PP en caso de que tenga que pasar por el Congreso, que es justo lo que quieren los de Feijóo. Según fuentes parlamentarias, Sánchez hará lo posible porque no sea así por el desgaste que supondría para la coalición de Gobierno, pero se desconoce todavía el cómo.
En Sumar, Yolanda Díaz trata de consensuar una opinión dentro del paraguas de su partido que rechace la escalada belicista pero que tampoco perjudique demasiado al Gobierno de coalición. Sin embargo, dentro del movimiento Sumar en el Congreso, partidos como Izquierda Unida, Comuns, Compromís o la Chunta Aragonesista se oponen sin ambages, al igual que Podemos o el BNG. Fran Pérez, responsable de Internacional de IU, señala a El HuffPost que "no conviene una escalada militar". "Lo que queremos es cerrar la guerra de Ucrania, y amenaza con extenderse regionalmente si la única opción de Europa es el rearme. La escalada belicista es lo último que necesita la Unión Europea. La UE tiene que poner propuestas de paz sobre la mesa. Es absurdo que se reúnan en Londres para reclamar un asiento en la mesa de negociaciones entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania, pero al mismo tiempo se planteen dos opciones militaristas que agravarían la situación, como es el rearme y el envío de tropas al conflicto", explica. En Izquierda Unida, además, están convencidos de que esos 800.000 millones de euros saldrán "de partidas sociales". "Está muy bien el 1,2% de gasto militar, no tenemos por qué aceptar el chantaje y las presiones de Estados Unidos. [...] Hay que construir una Europa de paz y seguridad. La seguridad no es el militarismo. Seguridad significa que todos los ciudadanos en Europa tengan garantizado el derecho a la educación, salud, vivienda, etc., un concepto de seguridad humana alejado del militarista", defiende Pérez.
La posición es compartida con el resto de fuerzas mencionadas. Gerardo Pisarello considera un "error muy grande" que Europa apueste por una postura "belicista" y pide al Gobierno que siga por la diplomacia. Desde Compromís han advertido incluso que retirarían su apoyo al Gobierno si el PSOE decidiera apoyarse en el Partido Popular. Fuentes de Podemos tildan directamente de "robo" el plan de Ursula von der Leyen. "Esos 800.000 millones de euros para armas – denuncian – solo pueden salir de un sitio: de la sanidad y las pensiones, de los servicios públicos, de desmantelar el estado de bienestar. Así lo reconoció recientemente el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien reclamó a los países europeos que inviertan en defensa parte de lo que dedican a pensiones, sanidad o seguridad social. Quienes dicen que no hay dinero para vivienda, sanidad o permisos de cuidado, sí lo encuentran para llenar los bolsillos del complejo militar industrial. Los señores de la guerra son quienes más suben en bolsa con estas decisiones de la Comisión Europea". Para la formación morada, "Pedro Sánchez quiere ser un señor más de la guerra, pero no tiene legitimidad para poner a España en peligro". Solicitan, además, que cualquier "decisión relativa al aumento de gasto militar o el envío de tropas debe ser votada en el Congreso de los Diputados".
Sánchez tiene por delante acaso el mayor ejercicio equilibrista. Porque, además de la posición de los partidos en España, quiere seguir jugando un papel importante en las próximas decisiones europeas, pero sabe que la Comisión no le guardará el sitio si no se pone al día con las decisiones de Von der Leyen. Pero hacerlo tal y como piden, sin embargo, pone en riesgo el Gobierno de coalición.