Sánchez acude al Congreso por Palestina y Marruecos, con la amnistía y el caso Koldo de fondo
El Senado, al mismo tiempo, debatirá una propuesta del Partido Popular para presentar un requerimiento al Congreso para que retire la ley de amnistía.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece este miércoles en el Congreso de los Diputados para explicar la posición del Ejecutivo en la guerra de Gaza y su propuesta para reconocer el Estado de Palestina antes del verano y las relaciones que tiene España con Marruecos. Una comparecencia, a petición propia, que tiene lugar en plena campaña de las elecciones vascas, con la batalla del PP por la amnistía y el caso Koldo de fondo.
Pedro Sánchez subirá al atril del Congreso a partir de las 9 de la mañana, antes de la sesión de control al Gobierno, para informar de su viaje a Marruecos del pasado mes de febrero, en el que tuvo una audiencia con el rey Mohamed VI. También explicará los acuerdos alcanzados en el último Consejo Europeo del 21 y 22 de marzo, que acordó reclamar una "pausa humanitaria inmediata" en la guerra en Gaza.
La intervención llega después de su gira por los países árabes y antes de su viaje a partir del viernes a Noruega e Irlanda para recabar apoyos al reconocimiento de Palestina como Estado. Además, la comparecencia tiene lugar en medio de la campaña de las elecciones del País Vasco del 21 de abril y con otras dos citas electorales previstas para los próximos meses: las de Cataluña el 12 de mayo y las europeas del 9 de junio.
Todo, en medio de un clima político muy agitado por asuntos como los de la amnistía, aún en tramitación parlamentaria, y el caso Koldo, que mantiene enfrentados al PSOE y al PP en una especie de guerra fría a cuenta de las comisiones de investigación impulsadas por cada uno de estos partidos en el Congreso y el Senado, respectivamente. De hecho, en el Senado los grupos ya han presentado el primer listado de comparecencias, con una lista muy política por parte del PP que no descarta ampliar en un futuro con el propio Sánchez y su mujer, mientras que en el Congreso el plazo para hacer peticiones acaba este jueves sin que el PSOE haya querido desvelar aún sus cartas.
En este contexto, el Gobierno y el PSOE han puesto el foco en los últimos días en la política de vivienda y han cargado contra el PP con asuntos como la ley de memoria democrática y el fraude a Hacienda del novio de Isabel Díaz Ayuso. Los socialistas creen que la comparecencia de Pedro Sánchez servirá para demostrar su "liderazgo" y para contraponer dos modelos de país y de sociedad.
Tras la comparecencia, tendrá lugar la sesión de control al Gobierno del Congreso, en la que el presidente del Ejecutivo responderá al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre si considera que su gestión "se debe exclusivamente a los intereses generales de los españoles". La cita incluye preguntas del PP y Vox a los ministros relacionadas con la amnistía y Cataluña en general, así como del caso Koldo, mientras que los independentistas catalanes ponen la atención en las listas de espera para el examen de conducir y los problemas ferroviarios, una preocupación de la que también se hace eco.
Además, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, quiere que el presidente aclare si el Ejecutivo va a hacer frente "a su responsabilidad y a ejercer las competencias que le corresponden en el itinerario de los menores acompañados" y el diputado de UPN, Alberto Catalán, le preguntará si considera que con sus socios "se puede hacer frente a los retos de futuro de Navarra y España".
Nueva entrega de la guerra fría entre Congreso y Senado
Por otra parte, el Pleno del Senado aprobará este miércoles, gracias a la amplia mayoría con la que cuenta el Partido Popular, hacer un requerimiento al Congreso para que retire su proposición de ley de amnistía, aunque ya se esté tramitando en la Cámara Alta. El debate de esta inédita iniciativa comenzará a las 9:00 horas y la votación tendrá lugar al término de la sesión, por la tarde, después de los otros siete debates previstos.
La excepcional medida la propuso la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, el 19 de marzo, y la justificó en que el Congreso tramitó la amnistía como proposición de ley orgánica en vez de haber emprendido una reforma constitucional, ya que, a su juicio, supone una modificación "encubierta" de la carta magna.
Intervendrán como máximo nueve senadores, con diez minutos a lo sumo cada uno: primero un turno a favor del requerimiento, luego otro en contra, y posteriormente los posicionamientos de cada uno de los siete portavoces de los grupos parlamentarios.
Si el Congreso no respondiera al requerimiento en el plazo de un mes, el Senado ya podrá acudir al Tribunal Constitucional, porque este emplazamiento previo a la otra institución es uno de los requisitos fijados en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional para plantear un conflicto entre órganos constitucionales. No obstante, fuentes del Congreso han indicado este martes que es probable que se pronuncien con anterioridad.
Fuentes de la Mesa del Senado han señalado a la Agencia EFE que, debido a que no hay precedentes, no tienen claro aún los asesores jurídicos si el conflicto ante el Tribunal Constitucional, en el caso de que finalmente se presentara, le corresponde plantearlo a la propia Mesa o a otro órgano del Senado.
Si el TC tuviera al final que dirimir ese conflicto entre órganos constitucionales, seguramente sería su primer pronunciamiento sobre la ley de amnistía, aunque no fuera sobre el fondo del asunto, sino sobre su tramitación. Sería anterior a la resolución de los recursos de inconstitucionalidad que se da por hecho que habrá, y a los recursos de amparo que también pudiera haber, y previo asimismo a la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, adonde llegarían las causas cuando entre en vigor la ley.
Por ello, porque sería elegir cuál es el primer pronunciamiento del TC que puede marcar camino, el portavoz del PSOE en el Senado, Juan Espadas, ha señalado este martes en rueda de prensa: "El Partido Popular supongo que tendrá quién le asesora". Espadas ha apuntado que quizá sea "un farol" del PP la posibilidad del recurso, pero en cualquier caso le parece una contradicción que tramiten la norma en el Senado y al mismo tiempo pidan al Congreso su retirada, "soplar y sorber" a la vez.