Puig pide "serenidad y autocrítica": "Soy el primero que asume la responsabilidad"
El hasta ahora presidente valenciano llama a recomponerse para dar la batalla en las generales, elude cargar contra el "sanchismo" y apunta: "A nuestra izquierda ha habido errores manifiestos".
El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat Valenciana y aún mandatario en funciones, Ximo Puig, ha sido entrevistado esta mañana en el programa Hoy por Hoy de la Cadena SER, en una mañana de resaca electoral muy amarga para los socialistas. Ha confesado, nada más empezar, que no ha dormido apenas esta noche y que su ánimo no es el mejor, porque se ha puesto fin al llamado Pacto del Botànic de la izquierda, por la victoria del PP. Sin embargo, su mensaje no ha sido catastrofista. Sí crítico y consciente de lo que hay que aprender.
Puig ha dicho que se marcha con "la conciencia muy tranquila de lo que han sido unos años muy importantes para el futuro de esta comunidad. Al final, misión cumplida", sentencia. Estima que ahora es el momento de reflexionar y analizar qué errores se han podido cometer. Lamenta que se haya impuesto "un marco que no tenía nada que ver con lo que se estaba jugando realmente": "Había agenda muy centralizada en una dinámica perversa de una confrontación estéril", sostiene. Además, recuerda que su partido ha conseguido cinco diputados más, esto es, ha crecido, mientras a su izquierda también ha habido "errores manifiestos": "Este cainismo que ha aparecido en los últimos meses ha sido muy negativo".
Se le ha preguntado por el "antisanchismo" levantado por el PP, pero Puig no ha cargado contra su líder del partido y actual presidente del Gobierno. Puig dice que él no rehuye su responsabilidad por los resultados, pero se pregunta qué ha podido pasar para que haya este "antisanchismo" después de "lo que ha sido la salida de la crisis y una paz social nunca antes vista". Por eso cree que hay que analizar "esta dicotomía que esta sucediendo. Cómo un Gobierno que está haciendo tantas cosas en positivo tiene esta reacción tan visceral".
Y ese pensar y repensar tiene que ser urgente, dice, porque hay unas elecciones generales a la vuelta de la esquina, en diciembre, tiempo àra remontar. Puig tiene esperanza en que vuelvan a cambiar las tornas en el futuro: "No hay soluciones mágicas ni atajos para conseguir el cambio pero ahora las cosas cambian más rápidamente. Estamos en buenas condiciones de recuperar dentro de cuatro años un espacio de progreso". Espera que en cambien algunas circunstancias para que dejen de ser "irrespirables" las conversaciones políticas.
Considera que no hay que dar ninguna batalla por venir por perdida. Siempre hay margen". Además, cree que los gobiernos de derecha y ultraderecha que se van a conformar pueden evidenciar esa realidad electoral diversa que vuelva a inclinar la balanza.
Todavía no ha hablado con Sánchez pero sabe que está "claramente" de su lado ahora mismo. Cree que el PSOE tiene que hacer un "análisis concienzudo" porque sino se pueden dar bandazos: "Ni la precipitación ni la soberbia son buenas consejeras".