PSOE y Sumar inician la negociación de los Presupuestos para 2025
Han comenzado antes incluso de que se hayan concretado los objetivos de déficit y deuda. Todo depende de si se aprueba la senda de estabilidad.
Los partidos que componen el Gobierno han iniciado este miércoles la negociación de los futuros Presupuestos para 2025 con una reunión entre la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun.
Tras el encuentro, que ha sido una primera toma de contacto, Urtasun ha publicado un mensaje en su cuenta de X en la que fija sus prioridades de cara a la negociación presupuestaria: vivienda digna y asequible, "ganar derechos y tiempo" y que pague más el que más tiene.
La negociación de los presupuestos en el seno del Gobierno ha comenzado antes incluso de que se hayan concretado los objetivos de déficit y deuda sobre los que se construirán, algo que dependerá de si el Congreso aprueba la próxima semana la senda de estabilidad, que es idéntica a la que rechazó en julio con los votos de PP, Vox y Junts.
Sumar presentó este lunes un documento de propuestas de cara a la negociación presupuestaria, que incluye desde la prohibición de comprar viviendas en zonas tensionadas si no son para destinarlas a domicilio habitual o alquiler asequible hasta la ampliación del permiso por nacimiento a 20 semanas.
Este documento también incluye un extenso paquete fiscal con el que la formación liderada por Yolanda Díaz calcula que podrían recaudarse 26.803 millones de euros adicionales.
Buena parte de estos recursos provendrían de la fiscalidad empresarial, tanto por la permanencia del gravamen sobre banca y energéticas (2.600 millones) como por un endurecimiento del régimen de las sicavs (200 millones) y las socimis (300 millones) y, sobre todo, por cambios en el impuesto de sociedades que afectan a las deducciones, el régimen de consolidación y la doble imposición (13.300 millones).
En materia de IRPF, Sumar calcula que podrían recaudarse 400 millones más subiendo la fiscalidad del capital y 100 millones con la base general, unos importes que se completarían con un impuesto de solidaridad sobre grandes herencias (2.000 millones) y un refuerzo del de grandes fortunas (13 millones).
La retirada de la exención de IVA para la educación privada (1.945 millones) y de la fiscalidad para seguros sanitarios privados (750 millones) permitiría recaudar más incluso aunque se bajara el IVA a la electricidad, peluquerías, pañales, productos sin gluten y servicios veterinarios (que en total restarían 285 millones).
Otras medidas de ingresos son un impuesto especial al queroseno (2.100 millones), refuerzo de la lucha contra el fraude fiscal (1.000 millones), gravar los márgenes de la cadena alimentaria (900 millones), subir los impuestos al tabaco (680 millones), gravar más las viviendas no habituales (300 millones), gravar aviones privados, yates y coches de lujo (250 millones) y ampliar el impuesto de transacciones financieras (250 millones).