El PP cae en su propia trampa con el aborto: "No nos da votos"
Génova entra en contradicciones para definir su postura sobre este asunto mientras el sector más conservador del partido apunta directamente a su líder
Legal, pero no es un derecho. O sí, pero no uno fundamental. Apoyo a la ley de plazos, pese a haber estado recurrida doce años en el Tribunal Constitucional. Y en mitad del ruido por los ataques de los ultraconservadores y de hasta la propia Iglesia, la confusión, la ambigüedad y las contradicciones incendian Génova.
El PP ha caído en su propia trampa con el tema del aborto después de que Núñez Feijóo respaldara la ley de plazos que el TC avaló la semana pasada tras 13 años de discusión por el recurso que el mismo PP presentó. El líder del partido asegura ahora que es una ley de plazos "bien construida" en la España actual y una ley "correcta" en términos generales y constitucional.
Como buen gallego, la postura de Feijóo sobre este asunto nunca ha sido clara. Por un lado, criticó abiertamente la reforma planteada por Gallardón en 2014 sobre esta materia, especialmente el punto relativo por la supresión básica del supuesto de despenalización por malformaciones graves del feto. Pero a su vez, bajo su presidencia en Galicia, financió a entidades provida como el Foro de la Familia, impulsó normas para "ayudar e informar" a mujeres que se planteaban abortar o quiso instaurar un "protocolo de renuncia de bebés" con el objetivo de "promocionar" entre embarazadas "la acogida y la adopción" para seguir adelante con la gestación.
Sea como fuere, los sectores más conservadores del PP no comparten el giro de Feijóo tras la decisión del TC y han pedido que reconsidere su decisión. Exministros de peso en el partido como Jaime Mayor Oreja y Jorge Fernández Díaz le han presionado a través de sus "think tanks" como la asociación NEOS o con columnas de opinión muy críticas en periódicos de tirada nacional. Además, le han recordado que en las ponencias de los congresos internos del PP se apuesta por la vida frente a la interrupción del embarazo.
A su vez, las asociaciones provida han arremetido duramente contra Feijóo y hasta la Iglesia Católica se ha posicionado en contra de dicha postura. "Dice que está feliz. Si su partido piensa lo contrario, está sobrando", decía sobre él el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla. En su opinión, "la traición del Partido Popular a la causa de la vida es total y absoluta". "No se puede ir mas lejos: han asumido todos los parámetros de la izquierda más radical", expresaba el prelado en un programa de radio.
Derecho, sí; pero no "fundamental"
La cascada de reacciones ha obligado a Génova a rectificar, aunque de una manera ambigua y poco concreta para intentar contentar a todas las sensibilidades. Este lunes, el portavoz del comité de campaña del PP, Borja Sémper, negaba que Feijóo definiera el aborto como un derecho. Pero es falso: en junio de 2022, el líder del PP aseguró que la interrupción voluntaria del embarazo "es un hecho con el que convive la sociedad española desde hace muchos años" y que "todos los países de la Unión Europea tienen regulado ese derecho". Esta misma semana, su vicesecretario de organización, Miguel Tellado, sostenía que el PP "defiende la vida, pero también los derechos y las libertades de las personas".
La maraña de contradicciones es tal, que desde Génova incluso se sostiene ahora que el aborto sí es un "derecho", pero no un "derecho fundamental", sin detallar las diferencias entre ambos conceptos. "Estamos ante un debate jurídico de enorme complejidad que requiere un análisis serio y sosegado. Cualquier mujer que opte por la interrupción voluntaria del embarazo dentro de las posibilidades legales vigentes tiene derecho a que se le practique con la atención médica y psicológica que es debida", señalan las fuentes de Génova. A la vez que defienden la ley de plazos, el PP subraya que también es importante "promover medidas a favor de la vida". Una postura que desde Vox critican después de la tormenta mediática desatada en Castilla y León por su "protocolo antiaborto" en la que, una vez más, los populares no adoptaron una posición definida y clara desde el principio.
EL Gobierno atiza a Feijóo: "¿Quién le marca la posición política?"
El aborto es la piedra en el zapato para Feijóo, y el tema a evitar bajo cualquier circunstancia. En Génova lo tienen claro: "No nos da votos". Y por ello intentan adoptar una posición neutra para no enfangar aún más el duro camino de Feijóo hasta la Moncloa, en un momento difícil cuando las encuestas comienzan a volverse en contra de sus intereses y la popularidad del líder del PP cae.
Lo único claro es que este espinoso asunto ha dado algo de fuerzas a un gobierno machacado por el PP por los efectos "indeseados" de la ley del "sólo sí es sí", con más de 400 reducciones de penas a agresores sexuales. Este miércoles, el ministro de la Presidencia Félix Bolaños, pedía desde su escaño en el Congreso a Feijóo posicionarse sobre el aborto. “¿Es un derecho de las mujeres españolas o no? ¿El PP y Feijóo viven en la España y la Europa de 2023 o quieren hacer retroceder 50 años en los derechos a las mujeres?". También afirmó que Feijóo debe dilucidar “quién le marca la posición política” y si lo hacen “de nuevo los elementos más ultras de la derecha española”.