Sánchez: "Mi mujer me dijo desde el primer momento que no dimitiera"
El presidente del Gobierno propone un diálogo "con el parlamento y los medios" para acometer su denominada "regeneración democrática", pero no habla de medidas concretas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes que su mujer, Begoña Gómez, le pidió que no dimitiera después de publicar su carta abierta a la ciudadanía en la que el jefe del Ejecutivo valoraba dejar sus funciones. "Mi esposa fue la primera que me dijo que no me fuera, pero tenía que hacer esa reflexión para ver si merecía la pena seguir y para buscar una respuesta entre la ciudadanía. Tenía que saber si podía contar con ellos para la regeneración democrática", ha señalado.
En la primera entrevista del líder socialista tras revelar por la mañana que finalmente había decidido quedarse como presidente tras una larga reflexión de cinco días, Sánchez ha agradecido todos los mensajes de apoyo que ha recibido en estos últimos días. Especialmente, el de una ciudadanía que, en su opinión, "ha dicho basta a la maquinaria del fango". "Las movilizaciones han servido para abrir un debate necesario en las democracias contemporáneas. ¿Qué hacer ante la mentira, la crispación o la insidia? Creo que estos cinco días no sólo los necesitaba yo, también la ciudadanía", ha asegurado.
El presidente del Gobierno se refería así a la campaña de bulos y deshumanización de la que se ha sentido víctima desde su llegada a la alta política, pero también su círculo familiar y otros profesionales, como sindicalistas, periodistas o gente de la cultura. "Para mí el momento clave fue la madrugada del domingo, tras ver las movilizaciones en Ferraz y también los diversos actos que se han celebrado en favor de proteger la democracia. Estas campañas y bulos afectan a la convivencia", ha dicho.
De esta manera, Sánchez ha señalado a "pseudodigitales" y "asociaciones que difaman y judicializan casos sin pruebas", así como partidos "que deciden participar en la maquinaria del fango". El líder socialista ha lamentado "no haber actuado antes" ante este problema, cuando afectó en el pasado a líderes de Podemos como Pablo Iglesias o Irene Montero; o dirigentes de nivel autonómico como Mónica Oltra. "Hablamos de un problema serio de todas las democracias occidentales y que tenemos que trabajar de forma conjunta. Al final no se puede confundir la libertad de expresión con libertad de difamación", ha dicho.
Sánchez ha negado que su reflexión de cinco días responda a una "estrategia política" o a un "teatro", como le ha acusado la oposición. De hecho, ha admitido que no ha pensado en medidas concretas para llevar a cabo esa "regeneración democrática". Supedita este debate a un diálogo en el parlamento entre las distintas fuerzas políticas y con los medios de comunicación. "Todas las medidas que se tomen han de ser legales, transversales, sin confrontación y de una aplicación universal", ha dicho.
Sobre la posibilidad de cambiar el método de renovación del CGPJ, en situación de bloqueo desde hace ya cinco años, Sánchez se ha limitado a decir que este "secuestro" del poder judicial lastra y debilita "la credibilidad del poder judicial". "A mí me gustaría encontrar una solución de la mano del PP. Pero si ese bloqueo continúa, tendremos que buscar entre todos una solución", se ha limitado a decir.
Pese a su llamamiento a abandonar el insulto entre la casa política, Sánchez se muestra convencido de que la persecución contra él y su mujer se va a redoblar en las próximas semanas, hasta el punto de que da por hecho que su mujer, Begoña Gómez, será llamada por el PP para comparecer en la comisión de investigación abierta en el Senado. "Esto probará que, al final, estamos ante una oposición destructiva que mediante el amedrentamiento pretende imponer una agenda regresiva", ha dicho.
Por último, Sánchez no se ha cerrado a "regular" la actividad de los consortes para que no se sientan víctimas de ese "fango", aunque ha afeado a la vez propuestas como las de Feijóo de que la pareja del presidente deba quedarse "en su casa sin trabajar". "La España del siglo XXI es una España en la que las mujeres no tengan que renunciar a su carrera por su marido", ha señalado.