Objetivo de Génova: recuperar el control de la campaña
Feijóo trata de reconducir el debate con potentes anuncios de campaña. La presión sobre Guardiola, la líder del PP de Extremadura, fue enorme el fin de semana.
Apenas queda rastro de la enorme euforia por los resultados de las elecciones autonómicas y locales. El PP ha entrado en un estado de preocupación creciente tras la necesidad de pactar con Vox y las discrepancias por la fórmula idónea de hacerlo. Las últimas encuestas, que apuntan a un desgaste de cara a las elecciones generales, han aumentado la sensación de que se ha perdido el control de la situación. “Nuestros votantes hoy no saben a qué atenerse. Tenemos que recuperar el control”, coinciden varios cargos consultados por este periódico. Para ello, Génova ha pasado al capítulo de anuncios. El domingo, sobre maternidad; este lunes, en materia económica.
La mayoría en el partido cree que el sonoro portazo de María Guardiola a Vox de la pasada semana lo desestabiliza todo, aunque bien es cierto que las cesiones de Carlos Mazón a este partido en la Comunidad Valenciana ya provocaron un seísmo interno y el enfado en la dirección nacional. Como avanzó este periódico, para un sector del partido el problema de base es que la “autonomía” dada por Alberto Núñez Feijóo a sus candidatos se convirtió en que “cada uno ha hecho lo que le ha dado la gana”, convirtiendo en papel mojado el relato del partido.
Y, lo peor para el PP, es que ese ruido ya tiene consecuencias en la intención de voto de voto. Según la última encuesta de El Mundo, la izquierda habría recuperado seis diputados en 20 días y PP y Vox ya no obtendrían una mayoría suficiente de celebrarse hoy elecciones. El estudio de La Razón sí que les da la mayoría absoluta pero también detecta una mejoría del PSOE y Sumar.
“Entre que Vox ha elegido lo mejor de cada casa para presidir los Parlamentos autonómicos y que nosotros llevamos más de una semana enredados sobre qué queremos hacer, el votante debe estar estupefacto y enfadado. Se ha evaporado esa ilusión del día después del 28 de mayo”, admite un alto cargo, en conversación informal con El HuffPost. Precisamente por ello, Génova empezó a poner orden a finales de la pasada semana, reclamando a Guardiola perfil bajo y que modulara su posición.
La presión sobre la líder del PP en Extremadura ha sido enorme. De su partido y también de determinados sectores mediáticos. En estructuras como la de la Comunidad Valenciana, Baleares o Aragón no se entendió su “beligerancia” con los de Santiago Abascal y lamentaron que su postura también les afectaba a ellos. Algunos deslizaron su falta de “experiencia política”. El fin de semana fue muy duro para ella y su entorno y, a última hora del domingo, canceló la Junta Directiva en la que se iba a explicar y se abrió de nuevo, a través de una misiva, al diálogo con Vox.
Los mensajes del partido no solo fueron privados. También los hubo públicos y sonoros: “En este momento de divisivo para España hay que encontrarse con Vox pese a discrepar”, ha reivindicado Isabel Díaz en los últimos días, rechazando “líneas rojas” en las negociaciones. A nivel nacional, eso sí, Feijóo insiste en que quiere gobernar en solitario. De hecho, Borja Sémper, el portavoz de campaña y miembro de la dirección nacional, llegó a declarar en El Correo: “Creo que lo mejor para mi país es que Vox no esté en el futuro Gobierno de España”.
“Es como si hubiéramos perdido el pulso de la campaña. Las encuestas de hoy nos dan prácticamente lo mismo que con Casado al frente del PP, con la diferencia de que ahora ya sí estamos a las puertas de las elecciones generales. Tenemos que volver a conectar con nuestro votante, que ha alucinado estos días, y mostrarnos como un partido unido que tiene una meta clara, que es echar a Pedro Sánchez de la Moncloa”, según el razonamiento de un líder autonómico. “Tenemos que ir a lo nuestro”.
Y así lo está intentando la dirección nacional. Tras el toque de atención a Guardiola, ha pasado a la fase propositiva. El domingo, Feijóo presentó una batería de medidas para impulsar la natalidad y la conciliación. Este lunes, avanzó sus recetas económicas en Barcelona. A saber, el compromiso de alcanzar 22 millones de afiliados la próxima legislatura, un plan renové turístico o mantener las centrales nucleares. “Hemos empezado la cuenta atrás para que el Gobierno de Sánchez deje de ser un mal recuerdo para los españoles”, enfatizan desde Génova, que ha lanzado una campaña en redes recordando que, como está afirmando ahora, Sánchez también decía en mayo que iba a ganar las elecciones, y se llevó un tremendo batacazo en las urnas.
