Nuevo ideario, misma aritmética parlamentaria
Pese a que Pedro Sánchez ha prometido "apretar el paso", necesitará el 'sí' de los socios en el Congreso de los Diputados para sacar las medidas que salen del Congreso Federal.
Nuevo ideario, pero nada cambia fuera del PSOE. El fevor, el cierre de filas con Pedro Sánchez y la denuncia al 'lawfare' que se ha vivido en este 41º Congreso Federal del PSOE es ya un espejismo y ahora queda volver a la realidad: PNV y Junts van a seguir condicionando las medidas progresistas que el PSOE quiere poner en marcha y que han aprobado en este cónclave y que sacar adelante cada votación en el Congreso va a seguir siendo una operación quirúrgica en la que encajar a todos.
De este Congreso Federal, más allá de la presión mediática y la sucesión de titulares judiciales han salido varias medidas que en los próximos meses serán trasladadas al Congreso de los Diputados y al Consejo de Ministros.
Iniciar una reforma constitucional para blindar el aborto, el matrimonio igualitario, reformar la LOREG para rebajar la edad del voto a los 16 años o una reforma de la financiación autonómica que pretende "federalizar" la Agencia Tributaria pero que debe ser consensuada por un PP que no da tregua son alguna de las muestras de la labor que los socialistas quieren poner en marcha y que deben pasar por el consenso.
176 'síes' que, pese a haber vendido que son un "modelo" para la izquierda mundial deben pasar sí o sí por el visto bueno de la mayoría de investidura. Sánchez promete "apretar el paso", pero ese paso lo marcan partidos como Junts, PNV o Podemos, que ya han tumbado propuestas del Ejecutivo o incluso, como los dos partidos conservadores, hecho pinza con el PP para sacar adelante otras dada la mayoría de derechas que existe en la Cámara Baja. Y en el horizonte: los presupuestos, necesarios para apuntalar al Gobierno hasta el 2027. El Gobierno lleva meses diciendo que saldrán adelante y aquí, en Sevilla, que saldrán "sí o sí" aunque nadie se atreva a dar una fecha.
Mientras tanto, el PSOE ha elaborado una nueva dirección continuista, pero también muy bunkerizada. Una dirección próxima a Sánchez en la que las máximas caras son, Sánchez aparte, su 'número dos' María Jesús Montero y su 'número tres' Santos Cedán. Este domingo, el PSOE ha escenificado a Begoña Gómez, mujer del presidente como parte de esa cabeza del PSOE después de que, por los pasillos del Congreso Federal, contara a periodistas que funcionan como un "tándem".
No es baladí que Sánchez haya destacado la importancia de defender la "verdad frente a la mentira" y "rebajar el ruido" para centrarse en "los datos, los hechos, lo indiscutible" para resaltar que "España vive uno de los mejores momentos de su historia". "Han pasado cosas que no hubiéramos imaginado. En este último año los intolerantes nos han acusado y acosado con bulos", indicaba repitiendo el mensaje que se lleva repitiendo todo el Congreso Federal y que parece más un estar a la defensiva mientras aparecen fuegos constante que el coger el toro por los cuernos.
A ese discurso Emiliano García-Page lo llamaba este sábado "victimismo" y decía que era el "ultimo recurso" de una organización política. Al coger el toro por los cuernos, Juan Espadas, líder del PSOE-A, lo llamaba la "criptonita" que supone tener el BOE en la mano.
Pese a la ofensiva que el partido repite que tienen delante, Sánchez no se resiste: "Este partido, el PSOE, es un partido de ganadores. Aquí no solo se viene a soñar utopías, se viene a hacer la realidad. Somos la izquierda que gana al presente para llegar al futuro. Poder para gobernar y gobernar para hacer avanzar al país". Ante los más de 7.000 militantes que le escuchaban este domingo ha prometido apretar el paso y ha pedido "poner de moda el optimismo con un proyecto de país sólido". "El pesimismo y el gris cenizo que se lo quede la derecha", explicaba hablando de que para salir de los problemas solo hay dos fórmulas: "o por la izquierda o por la derecha".