“¿Mi pronóstico? Todo irá a peor”

“¿Mi pronóstico? Todo irá a peor”

Moncloa y Génova se preparan para una guerra total tras Semana Santa con tres elecciones a la vista. “El calendario no ayuda a que las cosas se serenen”. 

Alberto Núñez Feijóo responde a Pedro Sánchez en la sesión de control a Gobierno en el Congreso.Europa Press via Getty Images

Pedro Sánchez se muestra seguro de que la legislatura no está en riesgo. Su equipo próximo saca pecho de los últimos indicadores económicos, augura un buen resultado electoral en Cataluña y cree que el Gobierno se afianzará cuando saque adelante las cuentas públicas del próximo año. Pero, más allá de su núcleo duro, todo es incertidumbre, en un clima político inédito de descalificaciones gruesas en el que todo parece que vale. Una política del fango que ha horrorizado a parlamentarios de distinto signo, como avanzó El HuffPost. “Hay que parar esta deriva”, se escucha por parte de cargos del PSOE y el PP.

Nada apunta a que la dinámica vaya a cambiar. Tras la Semana Santa, las principales formaciones políticas encararán un largo periodo de precampaña con tres hitos electorales. Los comicios en el País Vasco se celebrarán el 21 de abril, los de Cataluña el 12 de mayo y todos los ciudadanos de la UE están llamados a las urnas entre el 6 y el 9 de junio. “¿Mi pronóstico? Que todo va a ir a peor, aunque no sea bueno para España. El calendario no ayuda a que las cosas se serenen”, resume un veterano dirigente del PP.

El problema es que en Moncloa y en Génova se acusan mutuamente de cruzar cada día una nueva línea roja. “Nos hemos cansado de recibir ataques e insultos, teníamos que responder y vamos a seguir respondiendo”, se justifican del lado socialista. “Para Sánchez, atacarle es la legítima labor de oposición. Son ellos los que están amenazando”, replican en Génova. Un miembro de la dirección nacional enseña los vídeos en los que María Jesús Montero o el propio Sánchez advierten desde sus escaños a la bancada del PP con el micrófono cerrado. “Cuidado”, se le escucha decir a la vicepresidenta, señalando con el dedo.

Sánchez va con todo contra Isabel Díaz Ayuso por las presuntas irregularidades de su pareja, imputado este viernes por fraude fiscal y falsedad en documento mercantil. Pedir su dimisión ha sido esta semana la respuesta del Ejecutivo prácticamente para todo en las durísimas sesiones de control en el Congreso y el Senado. “Plante cara a la corrupción en su partido y exija la dimisión de la señora Ayuso”, le dijo el presidente a Alberto Núñez Feijóo el miércoles. El líder de la oposición señaló entonces a su mujer, Begoña Gómez, amagando con una investigación parlamentaria además de ir a los tribunales.

En el PP son conscientes de que el caso que afecta al novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid ha roto su estrategia política. En la semana en la que Carles Puigdemont ha anunciado que se presenta a las catalanas sin renunciar a otro referéndum ilegal, ERC ha exigido un una financiación propia al estilo del cupo vasco y han continuado las revelaciones sobre la trama Koldo, Feijóo y su plana mayor han tenido que responder una y otra vez si mantienen el respaldo a Ayuso, extremo que se sigue dando por descontado, aunque se haya criticado su gestión de la crisis.

“Fue un error tratar de defender” a su pareja aunque “supongo que será por la información que le facilitó él”, ha llegado a decir públicamente en laSexta Manolo Cobo, diputado popular que tiene una estrecha interlocución con Feijóo.

Pero aún más. El líder del PP atendió a los medios de comunicación el jueves en Bruselas, y allí le preguntaron por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, acusado de amedrentar a periodistas. “Son informaciones que derivan de conversaciones privadas. Y las personas que dirigen este tipo de comunicaciones, pues tendrán que hacer la valoración que consideren oportuna”, se limitó a afirmar. Este periódico desveló que un sector del PP que incluye a importantes barones territoriales considera oportuno que Rodríguez dimita, rumor que lleva circulando desde hace días en Génova aunque Sol siempre lo ha desmentido.

“Esto es puro ventilador. ¿Qué más puede decir Ayuso? Que su novio ajuste lo que tenga que ajustar con la justicia y listo. Sánchez solo habla de esto porque a su alrededor todo es descomposición. No es capaz ni de sacar unos Presupuestos, la fotografía de Puigdemont volviendo va a ser demoledora y Yolanda Díaz le replica cada vez que puede”, responde un miembro de la cúpula del PP. “Este circo va a terminar cuando en las europeas, cuando voten todos los españoles, Sánchez se lleve un tremendo batacazo”.

“Que esperen sentados”, replican en Moncloa. En el PSOE prefieren poner la lupa en las elecciones de Cataluña, donde Salvador Illa podría ganar de nuevo. Si bien, esto comicios también generan interrogantes a muchos cargos socialistas, toda vez ERC y Junts son clave para que la legislatura avance. “Habrá que comprobar cómo queda el reparto de escaños en el Parlamento catalán para ver qué piden”, traduce un diputado socialista, que reconoce desazón en parte del grupo parlamentario.

El sector crítico lo sigue liderando Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha: “La política nacional ha entrado en barrena”, resumió esta semana. Y lo cierto es que ese temor se está expandiendo por no pocas estructuras socialistas, aunque no sean contrarias a Sánchez. “La inestabilidad es tal que no se puede ver más allá del día de hoy. Todo es imprevisible”, explica otro responsable territorial, en conversación informal con este periódico. ¿Está garantizada la legislatura? “Es imposible contestar a eso” aunque Sánchez “hará todo lo posible y lo cierto es que a los independentistas tampoco les beneficiaría en nada un adelanto electoral”, remata.

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Corresponsal político de El HuffPost.