Libertad para el hombre que entró a un bar con una pistola gritando: "¡No quiero rojos de mierda!"
Llegó a encañonar con el arma en la frente a un cliente y lo amenazó de muerte
El hombre de 57 años que el pasado viernes encañonó a varios clientes de un bar de Gijón al grito "no quería rojos, ni maricones de mierda cerca" y que dijo de sí mismo que era "falangista", quedó este lunes en libertad provisional tras pasar a disposición judicial, pero con dos órdenes de alejamiento.
Según informa La Nueva España, el hombre, de nacionalidad mexicana, no podrá acercarse de forma cautelar a menos de 50 metros del local en el que tuvieron lugar los hechos ni tampoco a cien metros de sus víctimas.
Testigos de lo ocurrido declararon que el detenido se encontraba en el interior del local cuando comenzó a proferir comentarios xenófobos y homófobos a una clienta, motivo por el que el encargado del bar le invitó a salir del mismo. Esta persona se habría negado a marcharse, amenazando al responsable con un taburete, por lo que se le echa del establecimiento.
Instantes después, este hombre regresó portando un arma de fuego en la mano y se dirigió hacia el encargado. Uno de los clientes se interpuso en su camino, a lo que el detenido reaccionó encañonándolo con el arma en la frente y amenazándolo de muerte.
Tras tener aviso de lo ocurrido, acudieron al lugar varias dotaciones de Policía Local. Localizado el sospechoso, que se encontraba en el exterior del establecimiento, los agentes le preguntaron si portaba algún arma, a lo que esta persona contestó que sí e hizo ademán de extraerla de su cintura.
Ante el riesgo de que el hombre sacara el arma, un agente de la Policía Local se abalanzó sobre él para neutralizar el movimiento, cayendo en esos momentos al suelo un revólver cargado con munición. Tras su detención, el hombre dijo a la policía que está pasando por "una mala racha" ya que tiene que tomar "alcohol y pastillas para dormir".