Las acampadas por Palestina: del Vietnam de Biden al... ¿nuevo 15M para el Gobierno?
Pese a las diferencias entre PSOE y Sumar sobre qué hacer respecto a Israel y Palestina, los estudiantes piden "medidas urgentes" y no palabras.
El senador independiente de Estados Unidos Bernie Sanders lanzaba esta semana la advertencia en una entrevista con la periodista Christiane Amanpour: "Esto puede ser el Vietnam de Joe Biden". Aunque las encuestas todavía no recogen la guerra en Gaza como uno de los factores clave que moverá el voto de la sociedad estadounidense, en el Partido Demócrata, cada vez más dividido respecto a su posición de amparo a Israel, están preocupados por el apoyo cada vez más mayoritario al pueblo palestino, sobre todo entre los jóvenes. Pese a que Biden asegura mantener un compromiso “férreo” con Israel, este miércoles, con las protestas estudiantiles extendiéndose allende sus fronteras, el mandatario decidía paralizar el envío de 3.500 bombas ante el temor a que el Gobierno de Benjamin Netanyahu las usase sobre Rafah.
Biden enfrenta en unos meses unas elecciones presidenciales, pero no es el único que observa con cierta inquietud la movilización estudiantil. En España son cada vez más las acampadas y manifestaciones convocadas en diferentes universidades. Y aunque la ministra Diana Morant aseguró este martes sentir “orgullo” por el “pensamiento crítico de los estudiantes universitarios”, el Gobierno español no está libre de desgaste.
Desde la Acampada Palestina de la Universitat de Valencia (UV), que comenzó el movimiento a nivel español, plantearon desde el inicio una serie de demandas dirigidas también al Gobierno. Entre otras, "poner fin a la compraventa de armas y de las relaciones con Israel" o "poner fin a la persecución y criminalización de la solidaridad con Palestina y que se derogue la ley mordaza y la ley de extranjería". Cuando la vicepresidenta y coordinadora general de Sumar, Yolanda Díaz, celebró las acampadas estudiantiles, los estudiantes de la UV la animaron a que llevara sus reivindicaciones al Consejo de Ministros del próximo 14 de mayo. "El camino continúa por escuchar y aceptar nuestras demandas", manifestaron.
Con las protestas multiplicándose por todo el territorio y en pleno ciclo electoral, el reconocimiento del Estado palestino se ha situado en el centro de las relaciones entre PSOE y Sumar en el Gobierno. Mientras el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, busca apoyos en la UE, Díaz le urge a que no espere ni un día más para tomar esta decisión. "Cada día que pasa sin que reconozcamos el Estado palestino y rompamos relaciones con Israel es un día menos para Palestina", defiende la ministra de Trabajo. No obstante, por ahora el Gobierno no plantea un reconocimiento inmediato. "El calendario y el plazo que el propio presidente ha trasladado es el primer semestre de 2024", señalaba este martes la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría.
Durante la reunión del Consejo de Ministros de este martes, los representantes de Sumar instaron a los miembros socialistas del Gobierno a anunciar el reconocimiento ese mismo día, sin éxito. Según cuentan fuentes de Sumar en el Gobierno a El HuffPost, la respuesta fue inconcreta: “Hay que esperar”, les dijeron.
Este miércoles, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha ido un paso más allá y ha enviado una carta a todas las empresas españolas en Israel para instarles a que "adopten las actuaciones necesarias, de acuerdo con el Derecho Internacional, para evitar que sus actividades provoquen o contribuyan a vulneraciones de derechos humanos que practica Israel en los territorios palestinos ocupados, incluida la Franja de Gaza". "Las empresas de nuestro país", sostienen desde Sumar, "no deben ser cómplices de la vulneración de los derechos humanos del pueblo palestino". "El requerimiento es un paso necesario para avanzar hacia la paz y romper las relaciones económicas con Israel", arguyen.
La carta, sin embargo, ha pillado por sorpresa al Ministerio de Asuntos Exteriores. Fuentes cercanas al ministro José Manuel Albares han asegurado no entender “qué quiere decir” el Ministerio de Pablo Bustinduy cuando dice que la misiva “se enmarca como una acción más en la línea política del Gobierno de España”. Estas mismas fuentes han declarado que el Ejecutivo tiene una posición “clara” respecto a que “el Estado de Israel y el pueblo de Israel son amigos de España y del pueblo español”. Ante este comentario, el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, replicó que “se está cometiendo un genocidio”. “Nosotros no dudamos: con Palestina”, apuntaló.
La posición respecto al conflicto entre Israel y Palestina ha sido un motivo de discrepancia desde las negociaciones para formar el Gobierno de coalición. El partido de Yolanda Díaz quería incluir en el acuerdo el reconocimiento del Estado palestino “de forma unilateral y urgente” ante la negativa de la formación liderada por Pedro Sánchez, que emplazaba a una decisión conjunta de la Unión Europea. Finalmente, firmaron un pacto en el que apostaban “por el reconocimiento del Estado palestino conformemente a la Resolución del Congreso de los Diputados del 18 de noviembre de 2014”.
Durante la legislatura, han sido varios los momentos en los que se han observado diferentes criterios entre los socios de Gobierno. Hace unas semanas, el PSOE rechazó una propuesta de Podemos en el Congreso que llamaba a romper relaciones diplomáticas con Israel, ahora una de exigencias de las acampadas estudiantiles. Sumar sí la apoyó. El pasado mes de febrero, Sumar preguntó al Gobierno si consideraba “oportuno suspender las relaciones en materia de tecnología e innovación con Israel tal y como hizo el Ministerio de Ciencia e Innovación y el de Universidades con Rusia y Bielorrusia”. La pregunta se quedó sin respuesta, o al menos sin una contestación concisa a la cuestión. “El Gobierno cree firmemente que el único camino para prevenir nuevas crisis pasa por ofrecer una perspectiva de paz creíble y definitiva, consistente en la aplicación de la solución de los dos Estados”, respondió el Ejecutivo.
Las dos patas del Gobierno también colisionaron después de que la vicepresidenta Díaz anunciara su intención de realizar un viaje a Palestina, algo que aseguró que haría con o sin el apoyo del ministro de Exteriores, que no comparte la visita.
Fuentes del PSOE aseguran a El HuffPost que "siempre" han sido "claros": "Condenamos unos atentados terroristas terribles perpetrados por Hamas, pero no compartimos y exigimos que se detenga una respuesta desproporcionada por parte del Gobierno de Israel", afirman para señalar que les parece "sano y necesario para la democracia que las universidades tengan un papel activo y reivindicativo". Para ir contra las acampadas, señalan fuentes socialistas, "ya está el Partido Popular". Desde el PSOE hacen así referencia a unas palabras del portavoz del PP, Borja Sémper, que rechazaba las acampadas al considerar que son movilizaciones "en contra de Israel y a favor de Hamas".
La ministra de Universidades, Diana Morant, ha querido también contestar a estas declaraciones de Sémper."Le pido al PP —ha dicho— que deje de criminalizar a los estudiantes por pedir la paz en Gaza". "El PP tiene un problema con la defensa de los derechos humanos y lo que hace es inventar bulos y acosar a los estudiantes universitarios", ha denunciado para pedir "como Gobierno que dejen de criminalizarlos".
A pesar de las visibles diferencias entre los dos socios de Gobierno, el estudiantado que acampa en cada vez más universidades no hace distinciones. Las reivindicaciones se dirigen al Gobierno en su conjunto, además de a los rectorados. Desde las acampadas consideran que ya es momento de que los hechos se antepongan a las palabras. Pablo Castilla, estudiante que participa en la acampada de la Universitat de Barcelona, asegura que, a pesar de “escuchar discursos diferentes” entre los diferentes miembros del Consejo de Ministros, "en la práctica todos forman parte del mismo Gobierno".
Desde la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), convocantes de las muchas manifestaciones que se han producido en los últimos meses y que están coordinados ahora con las distintas acampadas universitarias, son de la misma opinión. Alys Samson, miembro de la RESCOP, cree que, más allá de las palabras, "lo que necesitamos son medidas urgentes". "Se ha demostrado que una mayoría de la sociedad civil está con Palestina, y no queremos que el Gobierno sea cómplice del genocidio", explica Samson a El HuffPost.
Al igual que lo que opinaba Sanders respecto a cómo las movilizaciones pueden afectar al futuro de Joe Biden, Pablo Castilla defiende que las acampadas son también "la expresión de algo más profundo". "Esta movilización rompe con la idea tan manida de que la juventud estaba dormida", sostiene para comentar que en las asambleas de Barcelona se habla de Palestina pero también de vivienda o cambio climático.
Este miércoles, la acampada en Barcelona ha decidido además comenzar una ronda de contactos con los sindicatos estudiantiles para proponer una huelga el próximo jueves, 16 de mayo. Un día antes se celebra el décimo segundo aniversario del 15M.