La polémica fragata rusa esquiva las sanciones y consigue atracar en España

La polémica fragata rusa esquiva las sanciones y consigue atracar en España

"Nos hemos visto atrapados en una situación injusta".

Al final, sí. Tras varios de incertidumbre sobre su futuro, la fragata rusa TS Shtandart ha conseguido entrar a puerto en Galicia, tras ser expulsado el pasado fin de semana de aguas españolas por la Guardia Civil. 

Este martes por la mañana pudo acceder al puerto de Cee, en la provincia de La Coruña, donde permaneció atracado unas pocas horas. De hecho, a primera hora de esta tarde ya había soltado amarras y emprendido su travesía. A media tarde ya se encontraba a la altura del litoral que va desde Finisterre a Muxía.

Las autoridades marítimas gallegas dieron su visto bueno para que el buque pudiese recalar en un puerto, según publica la prensa gallega. De este modo, se pone fin al culebrón iniciado la pasada semana, cuando llegó a las aguas de la provincia de Pontevedra y de donde fue expulsado horas más tarde por parte de la Guardia Civil en aplicación de las sanciones de la Unión Europea a Rusia por la guerra de Ucrania.

Este navío, que es una recreación de la fragata del siglo de XVIII del zar Pedro I el Grande, posee pabellón de Islas Cook en la actualidad, aunque hace pocas semanas navegaba bajo bandera rusa.

Las autoridades marítimas gallegas aplicaron al TS Shtandart una modificación reciente del reglamento que define las sanciones de la Unión Europea en el que se extiende la prohibición de atracar en puertos comunitarios a barcos rusos.

El Diario de Arousa explica que el capitán de la fragata se disculpó formalmente con las autoridades españolas por el conflicto vivido, reconociendo el "no haber seguido los procedimientos habituales y no haber confiado en que podían ayudarnos". No obstante, realizaron algunas matizaciones de las afirmaciones realizadas por la administración. Por ejemplo, justifican el haber apagado el sistema de comunicación porque colectivos contrarios a Rusia “pedían que el barco fuera designado como objetivo militar por Ucrania” y este sistema de localización “nos ponía en riesgo (...) tenemos menores abordo”. También indicaron que no respondieron a sus llamadas porque al haber cambiado de bandera de conveniencia –de rusa a británica–, cambiaron el indicativo y, de hecho, luego le dieron el nuevo y “respondimos a todas las comunicaciones”, destacan.

El citado medio añade que "los marineros supieron de la orden de tener que marcharse cuando la Guardia Civil subió al barco, unas horas después de emitirse". "También que estaban durmiendo cuando el helicóptero les advirtió de madrugada y además “los camarotes están debajo de la línea de flotación”. Insisten en que han cortado sus vínculos con Rusia y que solo luchan por la “supervivencia” de este proyecto educativo de navegación tradicional y “nos hemos visto atrapados en una situación injusta”, detalla.