El juez Llarena deja en libertad a Clara Ponsatí
El magistrado del Tribunal Supremo ha citado a declarar a la exconsellera y actual eurodiputada por Junts el próximo 24 de abril.
El juez Pablo Llarena ha dejado en libertad provisional a la exconsellera y actual eurodiputada por Junts Clara Ponsatí, detenida por los Mossos D'Esquadra este martes después de regresar de Bruselas a Barcelona, por la orden de detención que pesaba en su contra por un presunto delito de desobediencia por el 1-O.
El juez de guardia del Juzgado de Instrucción 4 de Barcelona ha dejado en libertad a la exconsellera de Enseñanza, después de que así lo haya acordado el Tribunal Supremo, que la cita a comparecer el 24 de abril próximo con la advertencia de que volverá a ser detenida si no se presenta.
Pablo Llarena ha dictado también un auto en el que acuerda dejar sin efecto el procesamiento por rebeldía que acordó después de que huyera de la justicia española para evitar ser juzgada por el caso del procés. Ponsatí tendrá que volver al juzgado dentro de un mes para que, en presencia de su abogado, se le comunique que ahora está procesada por un delito de desobediencia, que no acarrea penas de prisión, solo de inhabilitación.
La defensa de Ponsatí mantiene que su detención este martes es ilegal puesto que goza de inmunidad por su condición de diputada del Parlamento Europeo, cámara que precisamente tiene fijada una sesión plenaria para mañana. No obstante, Llarena replica la exconsellera fue procesada en marzo de 2018, por lo que la inmunidad que alcanzó en junio tras su proclamación como europarlamentaria no exige que se tenga que tramitar un suplicatorio ante la cámara europea para acordar su detención.
Además, le ha impuesto la obligación de "designar domicilio y teléfono donde pueda ser localizada inmediatamente", así como de "comparecer ante este órgano judicial cuantas veces fuere llamada".
Un regreso, no para hacer "ningún pacto con el Estado"
La política española decidió regresar a España una vez el Supremo le retiró la acusación de sedición por la que inicialmente fue procesada, que a diferencia de la desobediencia sí acarrea penas de cárcel, después de que este delito haya sido suprimido en España.
A su regreso, aseguró que vuelve no para hacer "ningún pacto con el Estado", sino para "denunciar la vulneración sistemática" de los derechos de los catalanes y para "plantar cara".
"Soy eurodiputada y tengo inmunidad en toda la Unión Europea; solo en España no se me reconoce", afirmó en la rueda de prensa, en la que dejó claro que no reconoce la competencia del Tribunal Supremo y calificó como "una inconsistencia" el que la detuviesen.
La europarlamentaria llevaba desde 2017 fuera de España, con estancias en Bélgica y el Reino Unido, sin que fructificaran varias órdenes europeas de detención emitidas por la Justicia española, en medio además de una disputa sobre si tiene o no inmunidad como eurodiputada. Antes de su regreso, Ponsatí había recurrido sin éxito la orden de detención por desobediencia, al considerar que como eurodiputada dispone de inmunidad parlamentaria y que su presunto delito ya habría prescrito.
Aplausos a su salida de los juzgados
La exconsellera Clara Ponsatí ha salido en coche sobre las 23.10 de la Ciutat de la Justicia de Barcelona entre gritos y aplausos de un grupo de manifestantes entre los que se encontraba la presidenta de Junts, Laura Borràs; el presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet; el diputado de Junts en el Parlament, Francesc de Dalmases; el exconseller Josep Rull; Carles Riera y Eulàlia Reguant (CUP), y la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, entre otros.
Los manifestantes han aplaudido su salida y han gritado '1 d'octubre ni oblit ni perdó', 'Visca Clara Ponsatí' e 'Independència'. Ponsatí ha salido por una de las puertas laterales y se ha desplazado hasta la Avenida del Carrilet, acompañada de los manifestantes y los representantes políticos hasta el parking. Hasta el parking, los manifestados han gritado 'Gràcies, Clara', 'Benvinguda' y 'No volem ser una nació d'Espanya'.
La ahora eurodiputada era responsable de Educación en el Gobierno regional de Cataluña cuando se proclamó de forma unilateral la independencia de España y era uno de sus miembros reclamados por la Justicia española tras huir fuera del país, junto a otros como el entonces presidente catalán Carles Puigdemont, también europarlamentario.
Otros líderes independentistas fueron condenados a prisión por delitos como sedición aunque años después fueron indultados, mientras los fugados son reclamados por la Justicia española, a la vez que mantienen una disputa legal sobre la inmunidad de los que son eurodiputados, que primero les fue retirada y luego devuelta de forma cautelar mientras sigue el litigio.
El delito de sedición ha sido eliminado de la legislación española, pero los fugados pueden ser juzgados si vuelven a España por otros como malversación, penado con prisión, o desobediencia, que no conlleva pena de cárcel.