Juan Espadas: "El problema de Feijóo es quién manda sobre él"
El portavoz del PSOE en el Senado y lider de los socialistas andaluces denuncia el uso "partidista" del PP en el Senado y la situación de la Sanidad en Andalucía.
¿Cree usted que las comisiones de investigación, como las que estamos viviendo en el Senado, interesan a la ciudadanía?
Las comisiones de investigación generalmente suelen coincidir o solaparse con procesos judiciales. Lo hemos vivido en otros, en otros casos en parlamentos autonómicos, en el Congreso de los Diputados, aquí en el mismo Senado y generalmente tienen dificultades para al final acabar concluyendo lo que realmente buscan. El objetivo de una comisión es intentar identificar responsabilidades políticas y eso requiere de seriedad, de rigor y muchas veces, como desgraciadamente estamos viendo en el Senado, no es ese el objetivo del partido político que impulsa esto. Ojalá lo fuera.
Nosotros hemos apoyado la comisión de investigación que planteó en el Senado el Partido Popular, pero evidentemente el Partido Popular no está demostrando que tenga interés de verdad en investigar o analizar con seriedad y rigor si ha habido efectivamente casos de presunta corrupción o de mal uso de fondos públicos en la Administración. Al contrario, lo que está es en una fase más de hostigamiento, de acoso, de generación de sombras, de duda, de bulo, de denuncia falsa en relación con personas que luego estamos viendo, que comparecen y se caen por su propio peso algunos de los argumentos que solo se sostenían en eso, en informaciones falsas.
Lo peor del PP en esta etapa está siendo la labor de desacreditar al Senado por la manipulación y la utilización partidista permanente que está haciendo del mismo.
Desde el primer momento ustedes se mostraron a favor de comisiones de investigación. ¿Por qué no esperar a que acabe el proceso judicial? Muchos de los comparecientes no pueden responder al haber una investigación en curso.
Es que esa es la dificultad que decía el saber mantener el rol de cada cosa, la seriedad y el rigor que el PP no tiene. Es decir, el PP cree estar en un proceso judicial. Sin embargo, aquí están viniendo comparecientes que desgraciadamente tendrían más garantías a la hora de defender su imagen en un juzgado.
El Partido Popular acaba de plantear una ampliación del objeto de la comisión de investigación de manera unilateral en contra del criterio de todos los partidos que apoyamos la misma. Es decir, acaba de malversar la comisión que precisamente la apoyamos para que quedara claro y meridiano si había habido algún tipo de presunta corrupción y sencillamente la ha convertido en una comisión a medida de a dónde quiere llegar.
Y el PP siempre quiere llegar a Pedro Sánchez, al Gobierno de España. ¿Por qué? Pues porque al final esta comisión de investigación no es para investigar que sucedió o pudo suceder en relación con personas concretas o con el funcionamiento de la administración. Sencillamente una comisión de investigación para deteriorar la imagen del Gobierno, del PSOE y del presidente, porque en definitiva lo que quieren es acabar con el Gobierno y que se convoquen nuevas elecciones.
No aceptan el resultado del 23 de julio ni aceptan la investidura de un gobierno legítimo con una mayoría parlamentaria suficiente en el Congreso. No lo aceptan. Y lo peor en democracia es no aceptar el resultado de unas elecciones o la legitimidad de una mayoría parlamentaria. Eso, en democracia, significa fragilidad.
¿Cómo va a acabar la comisión?
Ya ha ocurrido con otras comisiones de investigación. Cuando quien la impulsa se da una vez tras otra de bruces contra la realidad, pues sencillamente se frustra. No ha habido ninguna información nueva ni relevante. Sencillamente estamos donde estábamos, en la casilla de salida y al Partido Popular le da exactamente igual. Siguen manejando las mismas informaciones falsas, los mismos bulos. Los repiten una vez tras otra en las comparecencias en la comisión.
Nos tememos que van a llamar a quien le dé la gana llamar tenga que ver o no con el objeto de la Comisión.
Es una de las legislaturas en las que más protagonismo está teniendo el Senado por la mayoría del PP ¿Cómo se afronta eso desde una portavocía como la suya cuando todos ataques van hacia el gobierno y el Partido Socialista?
Es una legislatura en el que la noticia no es que el Partido Popular tenga una mayoría absoluta en el Senado. No lo es porque porque ya la ha tenido en otras ocasiones. La noticia es el uso de esa mayoría absoluta, el uso partidista, desgaste y confrontación con el Gobierno. Es una confrontación irrespetuosa, una confrontación agria en la que lo importante no es ejercer la legítima oposición al gobierno de turno, sino sencillamente horadar los pilares de la credibilidad de las instituciones.
No es normal ver los términos en los que se dirigen los representantes del Partido Popular a los miembros del Gobierno, da igual el miembro del Gobierno. No es normal. En el diario de sesiones no hay un nivel de agresividad y de zafiedad como la que se está alcanzando en esta legislatura.
¿Para ello quería el señor Feijóo ser líder de su partido? Si con estas formas pretende dirigir España y ser presidente del Gobierno va muy mal y nos va a ir muy mal. Los socialistas estamos aquí estamos intentando defender la institución y la imagen de la institución y el respeto que debería tener la institución e intentando hacer de dique de contención a este PP que parece más Vox que Vox y que utiliza el insulto como forma habitual de trabajo y de dirigirse al adversario político. Estamos intentando defender la institución y estamos intentando que en esta Cámara también se puedan hablar de cuestiones que afecten a la vida de los ciudadanos.
Actúan diciendo 'yo tengo mayoría, yo decido y los demás obráis'. Esto demuestra cuál es el talante de la derecha en España. Esta es la derecha que quiere gobernar, la que dice que cree en la Constitución, pero no hace nada para renovar el Consejo del Poder Judicial, la que se salta la Constitución o los derechos de las personas cuando crea una comisión de investigación y llama a declarar a una persona que no tiene nada que ver con la investigación y a la que se le están vulnerando sus derechos.
¿El nivel de confrontación no puede crear más desafección de la que existe aquí en el Senado?
Siempre se había planteado que el Senado necesitaba una definición más clara de sus funciones para diferenciarlas de la del Congreso. Una Cámara de segunda lectura puede parecer, a ojos del ciudadano, una cámara que repite la tarea que ya se ha hecho en el Congreso. Pero es más que eso. Entre sus funciones está articular un Estado como el autonómico español, en el que las visiones, los problemas del territorio, ya sean el de los municipios a través de sus ayuntamientos.
Aquí hay muchos alcaldes y alcaldesas que traen la voz de sus vecinos y vecinas al Senado o a través de las comunidades autónomas por parte de los parlamentos autonómicos. Estaría bien enfocarlo a eso, pero desgraciadamente esta legislatura va a ser una nueva legislatura perdida en esa función.
Yo he intentado introducir como portavoz elementos que tienen una base territorial y que son ahora mismo objeto de conflicto en la política nacional para intentar acercar el Senado a las soluciones y a las propuestas de cuestiones que finalmente se aprobarían en el Congreso o entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas.
Pues el Partido Popular no me sigue. No le interesa. Un ejemplo es la financiación autonómica. Yo he planteado que en esta Cámara podíamos constituir una ponencia técnica, un grupo de trabajo para intentar allanar y buscar acuerdos entre las fuerzas políticas. Llevamos muchos años intentando entre gobiernos autonómicos y Gobierno de España cambiar el modelo de financiación y tener un modelo de financiación más justo para los territorios.
Igual con la financiación local, también un asunto de base territorial. En el Senado se puede trabajar y llegar a acuerdos a través de los grupos y que luego se traspasen al Congreso, que facilitaran los acuerdos institucionales. Pues no, porque al PP solo le interesa que la legislatura acabe cuanto antes y cualquier cosa que es productiva o propositiva no le interesa.
El PP insistía hace unos días en decir que es un bulo el informe de la ONU sobre las leyes de concordia de PP y Vox. Usted ha presentado una iniciativa al respecto.
El PP está modificando las las leyes de memoria democrática donde gobierna con Vox para vulnerar derechos fundamentales, derechos humanos y para confundir víctimas con verdugos y así retroceder en lo que era un proceso de dignificación de las víctimas de la dictadura franquista.
Esto no es una cosa sobre la que se pueda pasar de puntillas sin que tenga el rechazo del derecho internacional y por eso han intervenido los relatores de Naciones Unidas.
El Gobierno tampoco va a permitir que leyes autonómicas como estas salgan adelante y se puedan aprobar sin más en los parlamentos autonómicos. En Andalucía ocurre igual y la aplicación de la ley de memoria democrática va a ralentí. No se la creen, no son capaces de derogarla y la incumplen.
El PP tiene que tomar una decisión: o está con la ONU o está con VOX. Así de fácil.
¿Cree entonces que el PP blanquea al franquismo?
El Partido Popular cuando pacta con Vox lo que está aceptando es reescribir una historia, la de la dictadura franquista, que no es como la cuenta Vox, es como está escrita la historia de nuestro país. Las leyes de memoria democrática lo que intentan es saldar una deuda histórica, que la propia ONU dice que es una herida que no está cerrada y que solo con la aplicación de las leyes de memoria democrática y con la dignificación de las víctimas estará definitivamente cerrada.
Las leyes permiten no reabrir heridas. Hubo un golpe de estado y una dictatura militar, y las cosas se llaman por su nombre. El PP quiere hacernos creer que esto es un problema ideológico de la izquierda, que es un argumento para ganar votos. No. Es un argumento para hacer justicia histórica y hay que cumplirlo con normalidad institucional y constitucional.
El Partido Popular está construyendo sus opciones de gobierno en España con la ultraderecha debilitando la estructura y el sistema democrático de la Transición y la Constitución Española.
Cuando salió la noticia, Feijóo habló de dictadura franquista y también de ETA.
Eso es faltar al respeto a las víctimas de la dictadura franquista porque no tiene nada que ver una cosa con otra. Hablemos de cada cosa y en cada circunstancia y cuando quiera el señor Feijóo, hablamos de ETA. Hablamos de qué Gobierno y en qué gobierno terminó ETA de matar. No fue con un gobierno de la derecha del Partido Popular ni siquiera con un lehendakari del PNV.
Las víctimas de ETA han sido víctimas, desgraciadamente, muchas de ellas de su partido o del mío. Ya está bien de utilizar las víctimas de ETA o lo que ha significado ETA en nuestro país para introducirlo en lo que supuso el franquismo.
Feijóo no atina y no acierta con los argumentos. Trata de enfangar hablando de unas cosas y otras. ETA terminó de matar hace muchos años, pero cuando hablamos de la dictadura franquista, de la memoria democrática y de cómo dignificar la historia, la vida y el reconocimiento a las víctimas, tenemos que hablar de ello con seriedad.
El PP plantea que se haga una norma que permita reconocer a ambas víctimas. ¿No cree que es bueno avanzar hacia la memoria de ambos casos? Le aseguro que muchos jóvenes del entorno no con capaces de decir qué es ETA porque no lo han vivido.
El Partido Socialista no solo lo ha hecho, sino que va a seguir recordando a las víctimas de ETA. Dignificándolas, recordando, homenajeándolas y ayudando a las víctimas, en este caso a los familiares y a las personas que han vivido en su entorno lo que significaba un asesinato de ETA.
Por tanto, no es un problema de cómo se atiende a las víctimas del terrorismo etarra. No, la cuestión aquí es que ETA dejó de existir y a partir de ahí seguimos avanzando y profundizando en democracia y seguimos normalizando una situación que era por lo que luchamos tantos años para acabar con ETA.
La realidad de hoy del País Vasco era la que se soñaba hace muchos años, cuando ETA mataba. Esa era la que cualquier representante de cualquier partido político, incluido el PP, decía que era en la que había que caminar. Que la expresión de cualquier inquietud o reivindicación se hiciera a través de los parlamentos, a través de la política, mediante organizaciones políticas en paz y preservando la convivencia en el País Vasco.
En Sevilla también tuvimos víctimas de ETA, personas muy cercanas, concejales. Sobre eso ,de verdad, no debemos discutir entre el Partido Popular y el Partido Socialista. Creo que que hay asociaciones de víctimas del terrorismo y personas de referencia, desgraciadamente víctimas, que dicen que no se utilice a las víctimas de ETA, que no las utilicemos y que no las utilicemos.
¿Cómo sale el PSOE de la decisión de Pedro Sánchez?
El Partido Socialista se ha visto sometido a un test de estrés, que es un nivel de presión muy alta para superar una situación crítica. Hemos depositado mucho esfuerzo para gobernar este país después del 23 de julio y tenemos un líder que no solo es un líder en España y en el Partido Socialista, es un líder internacional. Es un líder de la socialdemocracia europea que con sus políticas ha demostrado que se puede ayudar a la gente, que se puede proteger a los más vulnerables, que se puede salir de una pandemia y además generar riqueza, desarrollo económico y más empleos.
Con ese cóctel, es muy duro y doloroso ver que Sánchez no podía más y la organización se ha resentido. Afortunadamente, su decisión de continuar ahora nos da mucha más fuerza, porque además nos sentimos más respaldados por la sociedad. No solo por las personas que se manifestaran en la calle Ferraz, sino porque a todos nos han llegado multitud de mensajes de adhesión y de apoyo en el que nos dicen no estáis solos.
El PSOE ahora mismo se siente más legitimado si cabe para poder luchar contra esta máquina del fango. A lo mejor el problema de Feijóo, es quién manda sobre Feijóo. Dónde están los intereses que hacen que este país tenga que estar crispado para que haya un cambio de gobierno y gobiernen otros. Esto que ha denunciado Pedro Sánchez en muchas ocasiones es lo que realmente le duele a aquellos que se ven en un escaparate en el que buscan gobernar. Para gobernar hace falta que te vote la gente y que los ciudadanos sean los que decidan en unas elecciones.
Vamos a Andalucía. Usted ha propuesto a Juanma Moreno aprobar una ley de publicidad institucional ¿Por qué cree que es necesaria esa ley en Andalucía?
En el contexto del debate de cómo mejorar la calidad democrática, aunque a mí no me guste el término porque no es algo a regenerar porque lo que está es degradada, me gusta plantear medidas positivas que mejoren la calidad democrática.
Los ciudadanos tienen derecho a una información veraz, a una información independiente, a una información que informe, no que desinforme o sea una diario de sesiones de un partido.
Los poderes públicos no deben orientar la información, no deben dedicar recursos públicos a hacer propaganda o autobombo, sino que legítimamente deben meter su gestión, pero también deben de hablar y visibilizar los problemas de la gente en las televisiones públicas y las radios públicas.
En Andalucía tenemos una auténtica desproporción entre los contenidos informativos en la radio televisión pública. Por ejemplo, los contenidos informativos de propaganda institucional del Gobierno en la que jamás hay ningún elemento en el que haya un problema. En Andalucía, cuando se habla de la Sanidad, cuando se habla de la Educación, cuando se habla de la dependencia, cuando se habla de la vivienda, son contadísimos los minutos o segundos en los que se analiza el problema o se escuchan las quejas de la gente y en cambio lo que se ve es al señor Moreno Bonilla encantado de conocerse y diciendo que están haciendo todo lo que está en su mano y lo están haciendo muy bien, porque que el que lo hace mal siempre es el gobierno de Pedro Sánchez.
Además, desde San Telmo hay instrucciones diarias sobre cuál es el tema del día o cómo invisibilizar la labor de la oposición. Y si no es así, que me lo niegue.
Yo le planteo algo que viene recogido en el Estatuto de Autonomía de Andalucía este tema está previsto que se desarrolle por ley y los anteriores gobiernos socialistas no lo han hecho y por tanto era una asignatura pendiente. Moreno Bonilla ha multiplicado por cinco los presupuestos públicos para publicidad institucional. Son los únicos presupuestos que se ejecutan impecablemente en Andalucía, incluso al 120% si hace falta. No le veo por la labor.
¿Cómo se llega a esta situación en Canal Sur? El PSOE-A ya sufrió acusaciones de manipulación
Yo no voy a ocultar que en los últimos gobiernos socialistas hubo críticas de los profesionales de Canal Sur sobre si el Gobierno hacía o no lo correcto a la hora de garantizar la independencia y el trabajo de los profesionales. Pero mire, cualquier parecido con lo que en este momento se hace es años luz. Es decir, ahora asistimos mensualmente a un informe del Consejo Profesional de la Radio Televisión Pública Andaluza que analiza los contenidos de los informativos de Canal Sur y nos cuenta cómo se distribuye el tiempo en el que se dedica Canal Sur a informar a los andaluces.
Y usted ve ahí más minutos dedicado a la confrontación con el Gobierno de España, con el PSOE, con Pedro Sánchez que hablando de la sanidad. Mire, por cada minuto que se ha hablado de la sanidad se han hablado 600 de la amnistía.
Y no digo yo que no haya que hablar de la amnistía, pero estamos en un informativo andaluz para hablar de los problemas de los andaluces. Esto no es por salir en la tele, ya se lo digo yo, esto es porque creo que como mínimo ese contenido informativo tiene que estar repartido entre todo el espectro político para que quepan los diferentes puntos de vista y distribuido de una manera mucho más profesional de lo que lo está.
La Sanidad andaluza está viviendo una degradación constante desde que se apuesta por el modelo público-privado. ¿No le sorprende que en los últimos años del gobierno socialista había mucha más visibilidad de críticas y manifestaciones que ahora?
Hubo una coyuntura muy concreta en la que se produjo una cosa que es diferente a la de ahora y que probablemente fue el detonante. Nosotros veníamos de un modelo de sanidad pública muy potente. Se hablaba de la joya de la corona. Eso tiene un momento de ruptura, que es justamente los años de la crisis financiera y del Gobierno de Rajoy con los recortes masivos brutales en servicios públicos como las tasas de reposición.
No se podía contratar a personal. El Gobierno andaluz trató de mantener la calidad del servicio con menos recursos e hizo aflorar las costuras y empezó a generar toda esas movilizaciones.
Ahora Moreno Bonilla tiene más recursos que nunca porque es el Gobierno de España quien ha decidido que la sanidad pública en el conjunto del país sea una prioridad después de la pandemia.
Estamos recibiendo las mayores transferencias de los presupuestos del Estado, infinitamente mayores que con el señor Rajoy. La pregunta es y por qué entonces la sanidad pública andaluza está peor. Y se lo digo: porque la gestión del señor Moreno Bonilla es una gestión nefasta porque está transformando un modelo de sanidad pública en un modelo mixto que va transfiriendo recursos a la privada porque ve que la sanidad pública no es capaz de dar respuesta por su propia incapacidad de gestión.
Si no inviertes en la pública y sigues invirtiendo en la privada, no vas a mejorar la pública. En este momento, los ciudadanos empiezan a percibir que la sanidad pública no funciona, y se ha incrementado enormemente el aseguramiento privado. Los facultativos, en este caso el personal sanitario, empieza a encontrar más razones para irse a la sanidad privada porque le van a pagar mejor, que es lo que nosotros denunciamos, que de manera digamos subterránea, sin decírselo a la gente, se está cambiando el sistema sanitario en Andalucía y se está privatizando la sanidad.