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José Mujica se despide: "Hasta acá llegué. El guerrero tiene derecho a su descanso"

José Mujica se despide: "Hasta acá llegué. El guerrero tiene derecho a su descanso"

El expresidente de Uruguay pide tranquilidad y anuncia que el cáncer de esófago se le está extendiendo por el resto del cuerpo.

José Mujica, en un acto en Italia, en 2018.Laura Lezza

José Mujica ya no quiere dar más entrevistas. Sentado en el sillón de la salita de su chacra en Rincón del Cerro, Uruguay, así se lo traslada a los periodistas del semanario uruguayo Búsqueda este 7 de enero de 2025. "Me estoy muriendo", les dice con lágrimas en los ojos. El cáncer de esófago que anunció el pasado 29 de abril de 2024 ha comenzado a extenderse por el resto de su cuerpo, y lo único que reclama ya es tranquilidad. "El cáncer me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta", afirma. Y concluye: "Estoy condenado, hermano. Hasta aquí llegué".

Lo "único" que ahora desea el exmandatario y exguerrillero uruguayo es despedirse de sus compatriotas, asegura en Búsqueda. "Es fácil tener respeto para los que piensan parecido a uno, pero hay que aprender que el fundamento de la democracia es el respeto a los que piensan distinto. Por eso, la primera categoría son mis compatriotas y de ellos me despido. Les doy un abrazo a todos". Tras los compatriotas, llega el lugar de sus "compañeros, los simpatizantes y todos los demás".

En el transcurso de la que parece será su última entrevista, Mujica asegura irse "totalmente tranquilo y agradecido". Hay, sin embargo, "cantidad de cosas" de las que se arrepiente. "Fui presidente, y en este país hay gente que pasa hambre. ¡No puede ser!", explica para después celebrar la democracia como el mejor de los sistemas. "No hay nada como la democracia. De joven no pensé así, es cierto, pero hoy me bato por eso. No es la sociedad perfecta, es la mejor posible", apunta.

Pero si hay algo que siempre ha celebrado Mujica es la vida, "una hermosa aventura y un milagro". "Estamos demasiado concentrados en la riqueza y no en la felicidad. Estamos concentrados solo en hacer cosas y, cuando te querés acordar, se te pasó la vida al pedo", lamenta. Según analiza, vivió muy bien. 

El expresidente de Uruguay guarda unas últimas palabras para su "gran compañera", Lucía Topolansky. Es gracias a ella, dice, que está donde está. Mujica no quiere dar más entrevistas. "El guerrero tiene derecho a su descanso", defiende. Quiere pasar sus últimos días, o lo que quede, en su chacra, cogiendo de vez en cuando un tractor que se acaba de comprar. Cuando muera, será enterrado allí, junto a su perra Manuela.