Irán se escuda en motivos religiosos para justificar el saludo de su embajador a Letizia
Desde la Embajada recuerdan que advirtieron de que Hassan Ghashghavi "no puede estrechar la mano a Su Majestad la Reina".
La Embajada de Irán en España ha lamentado este jueves que hayan existido juicios erróneos, especialmente en redes sociales, por el saludo ayer de su embajador, Hassan Ghashghavi, a la reina Letizia durante la recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España.
Como ya ha ocurrido otros años, en lugar de estrecharle la mano, el embajador se dirigió a la reina de manera protocolaria poniendo las manos en el pecho, como es tradición en el ceremonial de la República Islámica.
En un comunicado, la embajada recuerda que este saludo se basa en antiguos y conocidos principios ceremoniales de Irán en todas las recepciones de todo el mundo y señala que, al confirmar la asistencia del embajador al acto, advirtió a protocolo de la Casa Real de que el saludo a Doña Letizia se haría frente a ella y que por temas protocolarios "no puede estrechar la mano a Su Majestad la Reina".
¿Por qué no puede tocarla?
Por motivos religiosos y culturales, los hombres iraníes no pueden tocar a ninguna mujer en público, una razón que la reina conocía porque fue notorio que el saludo del embajador no le sorprendió.
Doña Letizia correspondió al del diplomático iraní con un breve gesto de la cabeza y sin llegar a mover los brazos, prueba de que sabía que Ghashghavi no iba a estrechar su mano como sí hicieron el resto de asistentes.
La embajada de Irán aprovecha además el comunicado para resaltar las "históricas y milenarias" relaciones diplomáticas entre ambas naciones, que datan de más de cuatrocientos años, tiempo en el que nunca ha existido "el más mínimo problema", en base a los principios de "tolerancia, diálogo y el respeto a la cultura y las costumbres mutuas".