El PSOE se erigirá como líder de la izquierda mundial en su congreso antes de iniciar las renovaciones territoriales
La convocatoria del cónclave federal ha provocado que se inicie una carrera por los liderazgos en las diferentes CC.AA.
Dos meses y medio quedan para la cita que el PSOE prepara con mimo para unificar posturas y votar la reelección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. Una cita que avanzaba el presidente del Gobierno a finales del mes de agosto y que, debate sobre la financiación aparte, tendrá como protagonista el papel que el PSOE quiere en el mundo.
El propio partido, en boca de su portavoz Esther Peña, indicaba que la cita llega en un momento crucial "de grandes desafíos para las democracias”. Entre estos retos se encuentra para el PSOE la “enorme desinformación que soportan los ciudadanos, ese auge de la ultraderecha, la posición global de España en el marco de los conflictos que azotan al mundo, los nuevos derechos sociales y la consolidación de los obtenidos ante los ataques de la derecha y la ultraderecha”.
Por ello, el PSOE quiere mostrar músculo sobre el papel del partido en la socialdemocracia mundial y las posturas con respecto a Ucrania, Palestina o alejar los apoyos a Venezuela y Nicaragua de la izquierda latinoamericana y vender “el papel capital de los socialdemócratas como garantes de los beneficios de las democracias consolidadas ante la amenaza de los populismos”.
Los territorios deben celebrar congresos entre finales de año y principios de 2025
Una cita, a la que se sumarán las referencias a la Internacional Socialista que preside Pedro Sánchez, y que tendrá como telón de fondo el trabajo quirúrgico que viene después: recomponer y asentar liderazgos en cada una de las baronías con tres grandes focos: Andalucía, Madrid y Castilla y León.
El liderazgo de Pedro Sánchez dentro del PSOE sigue siendo firme, y muchos barones del PSOE lo sienten más fuerte que nunca. Por ello, desde que se convocara el cónclave socialista, son muchos los cargos del partido que a puerta cerrada hacen números y empiezan a moverse de cara a los cambios que el presidente del Gobierno puede realizar tanto en la dirección del partido como en las federaciones.
Todo el mundo coincide en algo: Sánchez es el que guarda con recelo los detalles de los cambios y que se harán efectivos en un plazo de 90 días desde la celebración del Congreso Federal. De esta forma, se ha activado una cuenta atrás en la que las fichas empiezan a moverse antes de que se desvelen las cartas y cuyo proceso culminará entre diciembre de 2024 y principios de 2025.
Uno de los terrenos más convulsos será Andalucía. Sánchez ya ha mostrado signos de agotamiento con el proyecto en el que era el caladero de votos socialista. Fuentes consultadas en el partido señalan que la salida de Espadas sería un hecho y que incluso se podría producir antes de lo que muchos esperan. Ursula von der Leyen anunciará esta semana su próximo equipo comunitario y la salida del Gobierno de España de la titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se da por hecha. De esta forma, quedaría un hueco libre y muchos ven a Juan Espadas en él.
Con ello, el PSOE daría una salida digna al exalcalde de Sevilla, que se vio forzado a asumir el liderazgo del PSOE y abandonar el consistorio de la ciudad como candidato del aparato del partido frente a Susana Díaz. Además, su futurible elección como ministro mandaría un mensaje frente al caso de los ERE tras ser revisadas varias sentencias por el Tribunal Constitucional. El PSOE 'elevaría' a la persona que trabajó durante aquellos años en la Junta de Andalucía para sentarse en el Consejo de Ministros.
La mirada sobre María Jesús Montero, número dos del PSOE, lleva años encima de la mesa para asumir un nuevo liderazgo, aunque nadie ha dado ningún paso en este sentido.
Lo mismo ocurre en Madrid, donde el proyecto político de Juan Lobato no ha terminado de funcionar como se espera y Más Madrid lleva dos citas electorales consecutivas liderando la oposición. Las críticas que alguno de sus diputados vierten contra él así como los desencuentros que ha mantenido con Ferraz en materias como la amnistía o la financiación autonómica han agotado la paciencia de Pedro Sánchez y muchos en el partido creen que el relevo está más que asegurado.
De momento, Lobato ha sido el único barón que ha hablado de lo que va a ocurrir después del Congreso Federal. El líder socialista ha contactado con militantes con un mensaje por WhatsApp pidiendo el apoyo para la reelección y desde que se convocara el cónclave federal no ha dejado de acudir a medios de comunicación redoblando sus apariciones en público con el mismo mantra: cuando algo no terminaba de despegar se cambiaba el candidato y lo que pide es que ahora se haga lo contrario y se le de tiempo para seguir implantando el proyecto. Por el momento, el delegado del Gobierno, Francisco Martín Aguirre, ha descartado presentarse a las futuras primarias.
La tercera baronía en disputa y en la que el cambio reconocen hasta las fuentes más próximas consultadas es Luis Tudanca. Secretario general en Castilla y León desde 2014, no ha confirmado aún si se presentará a la reelección como es lógico, dado que la prioridad marcada desde Ferraz es que lo más importante ahora mismo es ese congreso. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, no se ha descartado de la carrera este jueves para liderar a los socialistas de Castilla y León y se ha mostrado “a disposición” del PSOE.
El desembarco de ministros es otro de los rumores que circulan por Ferraz y los territorios. De esta forma, se podría hacer frente al crítico Javier Lambán con la llegada de Pilar Alegría.
Lo que sí que se dan por hecho son rostros que continuarán. Por ejemplo en Euskadi, donde Eneko Andueza ha negociado un ejecutivo con el PNV, en Castilla-La Mancha donde, pese a las críticas al Gobierno, Emiliano García Page ha obtenido mayoría absoluta o en Baleares, donde el liderazgo de Francina Armengol nadie discute.
Cambios en el Congreso y Ferraz
Más allá de los territorios, donde sí parece que va a haber importantes cambios de sillas es en la dirección del PSOE. Muchos de los miembros de la ejecutiva socialista ya descartan su continuidad y así lo han hecho saber a la prensa en los 'corrillos' que se producen en el patio del Congreso de los Diputados. Por extensión, estos cambios podrían llegar también al hemiciclo y a las portavocías.
Por el momento, todo son especulaciones, rumores y mensajes infundados para lograr tener el foco mediático de cara a una posible nominación olvidando que Sánchez se rige poco por lo que publica la prensa y evita a aquellos que ponen en el candelero.