El Gobierno desmiente que se maltrate a migrantes y se les marquen números en la piel en Alcalá
El Ministerio de Inclusión y Migraciones y la ONG Accem desmienten las acusaciones de la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado.
El Ministerio de Inclusión y Migraciones y la ONG Accem han desmentido las acusaciones de "maltrato continuado" al que, según la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado, están sometidos los migrantes procedentes de Canarias que están acogidos en el acuartelamiento Primo de Rivera de Alcalá de Henares (Madrid).
"Se acusa de 'maltrato continuado' y de 'marcar con números en la piel' a los residentes del centro, una afirmación rotunda y radicalmente falsa", sostiene el departamento que dirige Elma Saiz y la organización encargada de la atención de los migrantes en el acuartelamiento.
En un comunicado, Migraciones y Accem aseguran que en el centro de emergencia, acogida y derivación abierto en Alcalá de Henares "se garantizan los derechos humanos" y reciben una primera atención humanitaria consistente en alojamiento, manutención y una asistencia médica básica.
Los traslados de estas personas a distintos dispositivos de la red estatal por toda la península se han llevado para descongestionar los recursos de las islas Canarias ante las cifras récord de llegadas de migrantes que vive el archipiélago.
Inclusión y Migraciones desmiente que exista "duro control" en los centros
Desde Migraciones también desmienten la acusación de que exista un "duro control" en estos centros de emergencia y subrayan que "son ambulatorios y disponen de un horario para asegurar unas normas básicas de convivencia y de atención adecuada a las personas que acogen".
La Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado ha enviado a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, una carta -que este jueves avanzó el Gobierno regional- en la que le traslada su "enorme preocupación" por la situación en este centro, que han denunciado en tres ocasiones ante el Defensor del Pueblo.
Junto a la misiva la Red adjunta una fotografía en la que se ven marcas de boli en los brazos de los usuarios para identificarlos, y asegura que se les somete "a un duro control (en tres fases) para poder salir, se les limita el acceso a la calle y se cuenta con una alimentación y procesos de integración absolutamente deficiente".
Migraciones y Accem consideran "muy grave" la sucesión de noticias infundadas que se están vertiendo a la opinión pública y que, a su juicio, dificultan las labores de acompañamiento y atención humanitaria, además de provocar "una injustificada alarma social".
"La situación en el centro y en los alrededores es de calma y convivencia, y esta escalada dialéctica no es constructiva y estigmatiza a las personas que llegan en situación de vulnerabilidad", asevera el comunicado.