El adiós de Urkullu inicia una campaña en empate y con pleno de caras nuevas
PNV y EH Bildu parten empatados en las encuestas y serán necesarias coaliciones para elegir Lehendakari
Pasada la bruma gallega toca el momento de Euskadi. Los ciudadanos vascos votarán a sus representantes en el Parlamento Vasco el próximo 21 de abril en un más que previsible duelo entre PNV y EH Bildu.
Las dos fuerzas abertzales medirán sus fuerzas con caras renovadas. Por su parte, tanto el PSOE como los partidos a la izquierda del PSOE, según su fuerza electoral, están llamados a dar la llave de la Lehendakaritza.
Las encuestas pronostican un escenario ajustado. Según los últimos trackings electorales como el de Crónica Vasca del pasado 19 de febrero, de celebrarse los comicios, el PNV ganaría las elecciones con 27 diputados, EH Bildu igualaría casi los resultados con 26 asientos. El resto del hemiciclo se repartiría entre el PSOE (11), PP, (7), Sumar (3) y Vox (1). Podemos quedaría, como en Galicia, fuera del hemiciclo.
Hacia el próximo Lehendakari
Sin embargo, ganar las elecciones no garantiza hacerse con la Lehendakaritza. En Euskadi se pueden presentar varios candidatos a la investidura aunque no suele ocurrir. No obstante, un probable empate entre PNV y EH Bildu podría propiciar esta cuestión. Si un candidato consigue los 38 síes que permiten la mayoría absoluta queda proclamado directamente. Si no obtuviera la confianza, un día después se abriría la votación de nuevo, donde solo se puede votar a favor de uno de los candidatos presentados. Una cuestión esencial dado en en Euskadi se ha gobernado en coalición en siete de las diez legislaturas.
Desde principios de semana, los partidos están afinando sus estrategias pre y post electorales.
El primero de ellos ha sido el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, que en una entrevista este martes ha asegurado que baraja la posibilidad de que se pueda alcanzar un pacto de Gobierno entre EH Bildu y PNV para impulsar "el abertzalismo y el soberanismo" ya que este movimiento ahora "suma cero". No solo eso, también espera incluir en él a otras fuerzas de izquierdas, como PSE-EE, Sumar y Podemos, para hacer políticas progresistas.
Según ha expuesto Otegi, si 70% del voto de las urnas va a ser abertzale, soberanista, "en este país, eso tendrá que tener un reflejo en las políticas públicas". "Si tan abrumadoramente la gente vota a dos opciones que reclaman que somos una nación, que tenemos derecho a decidir, etcétera, eso algún reflejo tendrá que tener", ha insistido.
En este sentido, ha recordado que, en estos momentos, "el movimiento abertzale está en suma cero". "En lo que hemos estado hasta ahora es en una suma cero. Pero, al mismo tiempo, decimos que si la gente vota a PSE-EE, EH Bildu, Sumar, Podemos y a las fuerzas de la izquierda, eso tendrá que tener algún reflejo en las políticas públicas. Ambas dos pulsiones tendrían que tener reflejo en las siguientes políticas públicas", ha indicado.
A su juicio, "hay que cumplir con este mandato popular, con este mandato democrático y habilitar las fórmulas, las que sean, de colaboración y de cooperación, como dice Pello Otxandiano (candidato a lehendakari de EH Bildu), que permitan hacer políticas más abertzales y más nacionalistas, más de izquierdas y más nacionales vascas".
Paralelamente, la candidata de Podemos a Lehendakari, Miren Gorrotxategi, ha asegurado estar dispuesta a no ser la aspirante a la presidencia del Gobierno vasco para intentar cerrar un acuerdo con Sumar ya que cree que todavía hay "tiempo" para lograr ese pacto y concurrir en coalición junto con esta fuerza, Ezker Anitza-IU y Berdeak Equo. Sin embargo, Sumar no ha respondido a la propuesta.
Caras nuevas
En general, las caras en el Parlamento Vasco serán nuevas. Tras la salida de Urkullu del Gobierno vasco, el PNV ha apostado por un nuevo pefil después de que los jeltzales redujeran el 28 de mayo sus concejales y votos con respecto a 2019. El presidente de la formación, Andoni Ortuzar, señaló entonces que veía los resultados “como un claro aviso” y que tomarían nota “de cara al futuro”. Urkullu, de 62 años, lleva al frente del Gobierno vasco desde 2012, tres legislaturas seguidas y 12 años de gestión que pasan, o al menos eso esperan, a manos de Imanol Pradales, de 48 años.
Nacido en Santurtzi (Vizcaya) en 1975 en el seno de una familia nacionalista. De en una familia de tradición nacionalista, Urkullu legó a ser su profesor en su ikastola. Además, fue a la Universidad de Deusto, a la que pudo acceder “gracias a una indemnización que recibió su abuelo por combatir en la Guerra Civil”, según un documento del PNV y se doctoró en Ciencias Políticas y Sociología haciéndose profesor tras culminar su tesis.
De ahí saltó a la política donde ha ocupado cargos a propuesta de Urkullu como coordinador del proyecto del PNV Think Gaur, un proceso de “reflexión, actualización y modernización al que EAJ-PNV se sometió a finales de la primera década del siglo XXI”. El entonces presidente de la Diputación Foral de Bizkaia, José Luis Bilbao, llamó a Pradales para nombrarle diputado de Promoción Económica, en la que ha estado trabajando desde 2015 como responsable también de Carreteras, Inversión Pública e Infraestructuras. Entre 2015 y 2023 fue a su vez apoderado en las Juntas Generales siendo el cabeza de lista por Ezkerraldea-Meatzaldea-Enkarterri.
Por su parte, EH Bildu ha apostado por Pello Otxandiano, nacido en el pueblo homónimo en 1983. A pesar de que prácticamente es desconocido para el gran público, el descendiente del histórico dirigente del PNV Juan de Ajuriaguerra Ochandiano y es uno de los ideólogos de la coalición abertzale liderada por Arnaldo Otegi, al igual que lo fue de Sortu. En concreto, es el director de Programa y su mano está detrás de las grandes ideas estratégicas en los que la formación ha aumentado su techo electoral, transversalidad e influencia fuera de Esukadi como ocurre en Pamplona o Madrid. Es el responsable del giro que ha dado EH Bildu hacia el empresario vasco.
Por su parte, el PSOE ha apostado por Eneko Andueza, secretario general de los socialistas vascos desde 2021. Comenzó su trayectoria política a los 17 años cuando se afilió tanto al partido como a sus juventudes. Además, fue durante una legislatura, concejal en el Ayuntamiento de Ordizia, cubriendo la vacante de varios compañeros locales que, fruto de la presión de la violencia de ETA, no pudieron ejercer el cargo.
Desde entonces, ha desarrollado su trabajo en la Delegación de Gobierno en Euskadi en alguno de los momentos más intensos de la lucha antiterrorista, regresó después a su localidad natal, Éibar donde ostentó varios cargos de responsabilidad para después pasar a las Juntas Generales de Guipuzkoa.
Javier de Andrés es el elegido por el PP para tratar de sacar a flote los resultados en la comunidad. Tras años de sequía electoral sin mejorar resultados, Génova designaba al exdiputado general de Álava y exdelegado del Gobierno en Euskadi con el objetivo de impedir también luchas internas en el partido.
Sumar, por su parte, ha propuesto a Alba García Martín como candidata. Conocida por su papel en SOS Racismo, trabajaba hasta ahora en Podemos y fue en las listas de ese partido en las elecciones al Ayuntamiento de Bilbao del 28-M. Podemos, por su parte, apuesta por Miren Edurne Gorrotxategi Azurmendi. La diputada del Parlamento Vasco y líder y portavoz del grupo parlamentario Elkarrekin Podemos-IU en el parlamento autonómico desde el año 2020, tiene el difícil objetivo de conseguir que Podemos tenga representación parlamentaria. Vox presentará a Amaia Martínez Grisaleña, su única diputada en el Parlamento Vasco.