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El 2024 que iba a ser y no fue: las noticias con las que nos tomamos las uvas en 2023 y cambiaron (y cambiarán) totalmente

El 2024 que iba a ser y no fue: las noticias con las que nos tomamos las uvas en 2023 y cambiaron (y cambiarán) totalmente

La vorágine informativa acaba por cambiar la actualidad de un momento a otro, también en este año marcado por las citas electorales.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.SOPA Images

Hace justo un año, en el ya lejano 2023, muchos ultimaban la cena de Nochevieja, se acordaban de comprar las uvas para la medianoche del 31 de diciembre en el último momento y hacían balance del movido año que dejaban atrás.

Unas elecciones municipales y autonómicas que derivaron en unas generales en las que, contra todo pronóstico, Pedro Sánchez, conseguía ser presidente del Gobierno tras aprobar la tramitación de una Ley de Amnistía. También se confirmaba el enquistamiento de la invasión rusa a Ucrania y el inicio del conflicto en Gaza, donde Israel comenzaba a asesinar masivamente a miles de ciudadanos palestinos.

Un escenario con el que se iniciaba el año con un escenario que vaticinaba un escenario político que ha acabado cambiando. 

La ley de amnistía, clave en la política de 2023, conseguía ser aprobada a finales de mayo. Parecía que era la puerta al regreso de Carles Puigdemont a España tras siete años en el extranjero y por ende el encarrilamiento de la legislatura, que podría echar a andar. Sin embargo, los recursos judiciales en el Tribunal Constitucional y Europa y la falta de aplicación de la judicatura española para varios líderes independentistas complicaban la relación con Junts, con un último contratiempo: la presentación de una iniciativa en el Congreso para pedir a Pedro Sánchez que se someta a una cuestión de confianza con la que medir apoyos a la par que los postconvergentes hacían pinza con el PP en varias votaciones de final de año en el Congreso. Un caso, el de la amnistía, que prometía, pero que acabó enterrado.

Uno de los motivos por el que quedó enterrado fue, sin duda, el año judicial. En febrero estallaba el 'caso Koldo', que apenas ha empezado a andar en los juzgados y que tendrá un nuevo episodio en los primeros días del año: el suplicatorio a José Luis Ábalos, desde marzo fuera del PSOE y que permitirá juzgarle acusado de varios delitos de corrupción.

Posteriormente, salió a la luz el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, que confesaba a través de su abogado haber cometido dos delitos contra la Hacienda Pública tras no declarar medio millón de euros en comisiones por la venta de material sanitario durante la pandemia. A la par, prácticamente, se inició la denuncia del pseudosindicato Manos Limpias contra Begoña Gómez. Primero fue por irregularidades en un contrato con el IE y, tras quedar demostrado que no había delito, fue modificada hasta investigar si existe una irregularidad por apropiarse de un software de su cátedra universitaria en la UCM. Ahora, en 2025 se descubrirá si se benefició irregularmente de ello con el análisis de sus cuentas bancarias.

Lo que fue y seguirá siendo noticia son los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno buscaba aprobar unos presupuestos históricos con un techo de gasto de 199.120 millones de euros en 2023, pero lo posponía a 2024 por las numerosas citas electorales y la reciente formación de Gobierno. La ministra María Jesús Montero confiaba entonces, como ahora, en los apoyos de la investidura para evitar prórrogas, pero no será hasta abril cuando descubriremos si habrá o no cuentas para este ejercicio y toda la legislatura. Además, la reforma de la financiación autonómica y la condonación parcial de deuda serán temas centrales desde las primeras semanas de enero.

El 31 de diciembre de 2023 los españoles se tomaban las uvas pensando en las elecciones gallegas. Unas elecciones decisivas, las primeras de Alfonso Rueda como candidato del PP tras el salto de Feijóo a la política nacional, que tenían como telón de fondo como la posible entrada de Vox o un giro a la izquierda liderado por el BNG. Ninguna de ellas se produjo ya que el PP consiguió la absoluta.

Tampoco cambió nada en Euskadi, donde PNV y PSE revalidaron gobierno, con un aumento de EH Bildu, que podría haber gobernado si los socialistas vascos hubieran querido.

Donde sí hubo cambios fue en la representación española en el Parlamento Europeo. El 9 de junio se celebraron los comicios más grandes del mundo donde el PP resultó vencedor al medirse con el PSOE, que consiguió un hito histórico: convertir a Teresa Rivera en la 'número dos' de von der Leyen en la Comisión Europa controlando las carteras de transición ecológica y la poderosa competencia. También sirvieron para Podemos y Sumar confirmando el retroceso de los magentas frente al auge de los morados.

Lo que sí iba a ser noticia y ha sido es la renovación de la Justicia. El Consejo General del Poder Judicial conseguía renovarse tras más de cinco años de bloqueo. Sánchez y Feijóo, y gracias a la mediación de la UE, conseguían un acuerdo para un gobierno de los jueces independiente, que se saldaba también con una renovación del Tribunal Constitucional. Por cierto, lo que iba a ser noticia y acabó siendo de otra forma es la renovación de RTVE. PP y PSOE mantuvieron contactos sobre la renovación del consejo de administración del ente público y acabó por otro lado: todo el hemiciclo salvo Vox y PP eligeron sus consejeros y cuatro se los dejaron al PP para que hiciera lo mismo en el Senado.

Sánchez y Pere Aragonés se reunieron en el plano catalán en el primer trimestre de 2023 en la mesa de diálogo para tratar el "conflicto" entre Cataluña y el resto de España. No obstante, las elecciones catalanas desalojaron a ERC del Palau de Sant Jaume provocando que el PSC volviera a gobernar Cataluña con Salvador Illa a la cabeza debilitando aún más al independentismo, que busca en el Congreso, especialmente Junts, seguir con la lucha condicionando cada votación.

Aunque no que no cambiará es la polarización. Con un calendario cargado de elecciones y enfrentamientos legislativos, la polarización era la palabra del año del 2023 elegida por la RAE ha marcado la agenda política de 2024. Incluso Felipe VI se refería a ello en su discurso de este 24 de diciembre.

"Por encima de las eventuales divergencias y desencuentros, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene, de lo que a todos beneficia y que, por eso, tenemos el interés y la responsabilidad de protegerlo y reforzarlo. Es algo que la Reina y yo hemos podido constatar y valorar aún más a lo largo de esta década de reinado. Es responsabilidad de todas las instituciones, de todas las Administraciones Públicas, que esa noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política. El consenso en torno a lo

esencial, no sólo como resultado, sino también como práctica constante, debe orientar siempre la esfera de lo público. No para evitar la diversidad de opiniones, legitima y necesaria en democracia, sino para impedir que esa diversidad derive en la negación de la existencia de un espacio compartido", indicaba hablando de buscar acuerdos sobre "lo esencial", decía apelando al "acuerdo entorno a lo esencial".