Del relato "no fiable" de la denunciante a los reproches a la Audiencia de Barcelona: las claves de la absolución de Dani Alves
El TSJC afea, en su sentencia absolutoria, la condena inicial de la Audiencia de Barcelona y contrasta las "inconsistencias" en el testimonio de la joven que aseguró haber sido violada por el futbolista. Su abogada anuncia recurso y la Fiscalía se lo plantea.

El futbolista Dani Alves ha sido absuelto de su condena de cuatro años y medio de cárcel por presunta violación de una joven en Barcelona. El fallo dictaminado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) recoge que "no" hay pruebas de la presunta agresión y que el testimonio de la denunciante "no es fiable".
Alves, exfutbolista del F.C. Barcelona, pasó 14 meses en prisión provisional, a raíz de la denuncia por unos hechos ocurridos a finales de diciembre de 2022 en los baños de la discoteca Sutton de Barcelona. En marzo de 2024, y bajo un enorme revuelo, el futbolista brasileño quedó en libertad provisional tras el pago de una fianza de un millón de euros.
Este viernes, el TSJC ha estimado por unanimidad el recurso presentado por la defensa de Alves, desestimando así los también presentados por la Fiscalía y la acusación particular, quienes pedían aumentar la condena de prisión hasta los 9 y los 12 años, respectivamente, entre numerosos reproches a la condena inicial dictada por la Audiencia de Barcelona.
Ahora, el fallo del TSJC puede ser recurrido ante el Supremo, extremo que aún no ha sido confirmado ni por la Fiscalía ni por la denunciante, aunque el Ministerio Público sí ha adelantado que sopesa hacerlo. Lo ha confirmado ya la abogada de la joven. En boca de la letrada Ester García, la denunciante siente "que volvía al cuarto de baño donde ocurrieron los hechos".
El TSJC pone el foco en la "inconsistencia" de la denunciante... entre críticas al Tribunal que llevó el caso
En su sentencia, el alto tribunal catalán señala que la resolución inicial de la Audiencia de Barcelona que le condenó a 4 años y 6 meses está plagado de "vacíos, imprecisiones, inconsistencias y contradicciones sobre los hechos, la valoración jurídica y sus consecuencias".
Igualmente, afirma que la versión de la denunciante no se corresponde con lo que se observa en las cámaras de seguridad. En el texto, el TSJC contrasta que mientras ella manifestó "en todo momento su incomodidad con la conducta del acusado", la grabación del episodio revela una situación bien distinta, reconoció el tribunal de instancia.
Incluso, la sala integrada por Maria Àngels Vivas, Roser Bach, María Jesús Manzano y Manuel Álvarez lanza un reproche a la misma Audiencia, al recordar que su sentencia inicial ya hacía referencia a la "falta de fiabilidad" de la parte denunciante ya que indicaba "de forma explícita que lo que relata no se corresponde con la realidad".
El TSJC también afea al tribunal barcelonés que reconociera esa incoherencia entre el relato de la joven y las imágenes del vídeo, mientras aceptaba el resto de su declaración —en lo que respecta a la penetración ocurrida en el interior del baño de la discoteca—, evitando contrastarla con otras pruebas, como la pericial de las huellas dactilares y la biológica de ADN.
Así, consideran que la Audiencia de Barcelona llevó a cabo lo que llaman un "salto argumental" al dar credibilidad a la denunciante, pese a que ha resultado "una testigo no fiable, pues otras de sus muchas afirmaciones no se han verificado".
Voces en contra
"Consideramos que la divergencia entre lo relatado por la denunciante y lo realmente sucedido compromete gravemente la fiabilidad de su relato", subraya la Sección de Apelaciones del TSJC, en un postulado que ha generado muchas críticas por parte de la abogada de la denunciante, el Gobierno, el feminismo y figuras como la exministra Irene Montero.
Ester García, abogada de la joven considera que supone "un retroceso en la lucha contra la violencia de las mujeres, tanto a nivel jurídico como social" y puede desanimar a denunciar a las víctimas de agresiones sexuales.
En relación a su defendida, afirma que ella se siente "muy decepcionada y muy triste. Ha sentido que volvía al cuarto de baño donde ocurrieron los hechos".
La actual ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha defendido, tras conocer la sentencia absolutoria, que "no se puede estar cuestionando permanentemente la voz de las mujeres" que denuncian casos de violencia machista, si bien ha matizado que "nunca vamos a cuestionar al Poder Judicial".
Más dura ha sido su predecesora en la cartera de Igualdad. Para Irene Montero la absolución "es un claro ejemplo de violencia institucional y de justicia patriarcal". En un tuit, la exministra de Igualdad considera que "desprotege a las mujeres y, como dice la ONU, mantiene la cultura de impunidad de los agresores". "Una y mil veces: solo sí es sí", remata