"Cada hora que pasa sin pacto el desgaste es mayor"
El PSOE utiliza la “hipérbole de la derecha” para defenderse pero los ánimos están cada vez más bajos: “Que pase ya lo que tenga que pasar”.
Otro día sin acuerdo. Otras 24 horas de enorme presión para Pedro Sánchez y sus socios. Comienza la semana y aún no hay fecha oficial para su sesión de investidura. PSOE y Junts continúan enquistados en “cuestiones técnicas”. Según los socialistas, Carles Puigdemont está especialmente interesado “en incluir la cuestión rusa” en lo pactado. Esto es, el denominado caso Voloh. Mientras, la Justicia estrecha el cerco contra Carles Puigdemont y otros líderes del procés y la oposición redobla su ofensiva el calle. El próximo domingo, el PP ha convocado protestas en todas las capitales de provincia.
En amplios sectores del PSOE creen que “cada hora” que pasa sin acuerdo “el desgaste” es mayor para las siglas. “Aléjate de las tertulias, de los círculos políticos de Madrid o Barcelona, y sitúate en una calle de Ciudad Real. No hay cargo del partido que no tenga que aguantar un rapapolvo de la gente”, en palabras de un destacado dirigente regional, en conversación informal con este diario. La gran mayoría del partido respalda a Pedro Sánchez, pero contiene la respiración, admite cansancio y preocupación, y espera que todo pase cuanto antes.
El hermetismo de Moncloa, la falta de pedagogía, está haciendo estragos en las estructuras socialistas. Lo único que ayuda a la causa es “la hipérbole” de la derecha, según las fuentes consultadas. En otras palabras, “ver a Esperanza Aguirre cortando el tráfico” o que “unos cuantos griten que viva Franco”. Pero barones, alcaldes y altos cargos siguen sin conocer los argumentos para reivindicar la ley de amnistía, de la que no conocen más detalles. “Por el interés de España y en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo la amnistía”, fue lo más que dijo Sánchez ante el comité federal. No ha habido pedagogía de ningún tipo.
Todas las encuestas publicadas en los últimos días confirman la caída en intención de voto del PSOE. Y esa sensación es palpable entre numerosos dirigentes socialistas, que aspiran a que “pase ya lo que tenga que pasar” para que la legislatura arranque y el Gobierno empiece con su actividad ordinaria. “El tiempo es nuestro aliado siempre y cuando los independentistas no estén un día sí y otro también con el referéndum de autodeterminación y la independencia. Como eso pase, tendremos un problema gordo”, según un diputado socialista.
Y luego está “la foto”, en referencia al probable regreso de Carles Puigdemont a España sin pasar por la Justicia. En el PSOE de Castilla-La Mancha lo consideran “una afrenta” al estado de derecho. “Lo que quieren es acabar con la Constitución”, repite Emiliano García Page cada vez que toma la palabra. La vieja guardia socialista también aprieta a fin de evitar un pacto que Moncloa da por seguro, pese a que está costando mucho rematarlo. “La izquierda ha perdido el norte. Ha olvidado su misión”, según Alfonso Guerra, en una entrevista el domingo en ABC.
¿Puede saltar todo por los aires? En Moncloa lo descartan. “Habrá acuerdo”, insisten. Pero reconocen que Puigdemont está intentando “dejar bien atado lo suyo” mientras que la obsesión del lado socialista es que el texto que finalmente vea la luz tenga encaje en la Carta Magna. Jaume Asens, el negociador designado por Sumar para la interlocución con los partidos independentistas, aseguró el lunes a primera hora en RNE: "Estamos en la recta final, estamos llegando a la meta. Pero, a veces, cuando estás cerca de la meta, puedes tener sustos. Sin embargo, yo no veo ningún obstáculo para que el acuerdo no se pueda firmar".
Cabe recordar que el 26 de noviembre es la fecha límite para alcanzar un pacto. Si antes no se ha investido a un presidente, se disolverán las Cortes y quedará finalizada la legislatura, abriéndose de nuevo las urnas el 14 de enero.
Desde la oposición, la ofensiva contra los planes de Sánchez es total, como publicó el viernes este periódico. El principal mensaje que lanzó este lunes Alberto Núñez Feijóo ante el máximo órgano entre congresos del PP es que la presión en la calle va a continuar. El doce de este mes al medio día en todas las capitales de provincia del país y el día dieciocho, asistiendo a la manifestación convocada por asociaciones civiles y a la que también acudirá Vox. “Pretenden insultarnos y decir que los radicales somos los que defendemos al Estado, a la Justicia y a los servidores públicos. Y no aquellos que están contra el Estado. Pues les advierto de que no nos van a callar”, afirmó el líder popular.
A algunos barones del PP no les gustó nada las protestas teóricamente espontáneas ante la sede socialista de Ferraz, que no fueron avisadas a Delegación del Gobierno. Tampoco la presencia de Aguirre en la del sábado. Si bien, los líderes territoriales sí están alineados con Feijóo en que “no se le puede dejar la calle a Vox”. “Nuestros actos en Málaga o Valencia fueron un éxito de participación. La calle está desbordada y las encuestas dicen que vamos subiendo. Si ahora no somos contundentes, los nuestros se nos echarán encima”, según la reflexión de unos de esos barones que este lunes estuvieron en Génova.
Eso sí, tal y como avanzó este diario, un sector del partido avisa: “Hay un tiempo para cada cosa. Ahora tenemos que presionar, pero la legislatura echará a andar y tendremos que ser pro activos e ir dejando la calle paulatinamente y centrarnos en otras cuestiones, como la economía”.