Las 48 horas en las que el PSOE de Extremadura pasó del "duelo" a la ofensiva
Cargos socialistas confiesan que "no se esperaban" los resultados del 28M en el territorio, pero también que fueron los más votados y afirman que "salen a ganar".
Las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo las ganó la derecha, especialmente el Partido Popular, mientras que el PSOE perdió alrededor de 400.000 votos. La izquierda a la izquierda de los socialistas se hundió o resistió a duras penas según el territorio, y la extrema derecha de Vox será previsiblemente la muleta de los populares en algunos territorios clave como la Comunidad Valenciana.
Pero los últimos días todas las miradas se dirigen a la otra punta de España, hacia la frontera portuguesa y más concretamente a Extremadura, la tierra de los conquistadores y del zumo de bellota. Este feudo socialista donde el PP solamente ha gobernado durante cuatro años desde la restauración de la democracia en España vive una situación límite con un empate a 28 diputados del PP y PSOE en la Asamblea emeritense.
Desde el PSOE de Extremadura admiten que ese empate no ha sido el resultado que esperaban, a pesar de que han sido la fuerza más votada con 6.276 votos y 406 concejales de ventaja sobre el PP. José María Vergeles, actual consejero de Sanidad extremeño así lo confirma a El HuffPost en conversación telefónica: "No entraba dentro de ninguna previsión, nadie puede decir que esto se esperaba porque no lo daban ni los sondeos".
El duelo...
Vergeles no tiene inconveniente en admitir que la situación que se vivió en la sede regional durante la noche electoral fue muy difícil, por poco previsible. "El desánimo era claro", concluye a modo de resumen. El desenlace no cuadraba con una campaña en la que desde el "secretario general y candidato" y el resto "de cuadros del partido" se habían volcado.
Otro alcalde socialista de un municipio pacense, que ha preferido no dar su nombre para este reportaje, admite que ha sido un golpe. Él, de hecho, ha perdido el bastón de mando en su pueblo. "Es un golpe porque han sido cuatro años en los que no nos hemos enfrentado con nadie, hemos hecho inversiones en el pueblo de dos millones de euros y se ve que no han primado esas cosas", afirma afligido.
El mismo 28M por la noche el propio Guillermo Fernández Vara compareció ante los medios: "Habéis hablado y lo que habéis decidido es que yo no siga siendo el presidente de la Junta". Anunció que una vez que se constituyera la nueva Asamblea solicitaría formalmente el reingreso en su plaza de médico forense.
La noche del domingo no valía con ser el partido más votado, la suma de su contrincante principal, la popular María Guardiola, con Ángel Pelayo, el candidato de la ultraderecha de Vox, anticipaba una mayoría en la Asamblea de 33 diputados frente a los 32 que suman el PSOE y Unidas Podemos Extremadura.
... Y en eso llegó Pedro
Pero si parecía que el ruido de la campaña del 28M y los resultados electorales eran un punto y aparte hasta la convocatoria a las urnas de diciembre, en eso llegó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para dar un nuevo e inesperado giro de guion: las elecciones generales se adelantaban al 23 de julio.
"Personalmente creo que es una decisión acertada", sostiene Vergeles, que destaca la "responsabilidad" del presidente con un gesto con el que pretende "consultar a la ciudadanía" para ver si siguen apoyándole. Habían pasado poco más de 12 horas desde los resultados del 28M y España se encontraba inmersa en la precampaña del 23J.
El movimiento pilló con el pie cambiado a todo el mundo, desde la derecha hasta la izquierda a la izquierda socialista. El PSOE de Extremadura, asegura Vergeles, "sale a ganar" los comicios: "Tenemos mucho ánimo y estamos dispuestos a darlo todo igual que lo hemos dado en las elecciones anteriores". La reunión de la ejecutiva extremeña del partido se reunió el martes para analizar los resultados y empezar a organizarse.
El regidor extremeño contactado por El HuffPost, a pesar de haber perdido las elecciones municipales, afirma que el partido se congratula de que "no se haya tardado más de lo necesario" en reaccionar y "reflexionar" sobre cuáles son los siguientes pasos a dar hacia las elecciones. Vergeles afirma que la "fortaleza del partido" ha permitido pasar el "duelo en 48 horas".
El mismo martes Vara anunció que, ante el nuevo escenario, se presentaría a la investidura para tratar de formar un gobierno, a pesar de que es un escenario difícil donde entran en juego multitud de equilibrismos.
Feijóo, Guardiola y Vox se enredan
Mientras que en el partido socialista afirman haber pasado del abatimiento a la resurrección, las derechas se enredaron este jueves. Todo empezó cuando Feijóo afirmó en una entrevista en el programa de Ana Rosa que estaría dispuesto a perder Extremadura con tal de mantener el criterio de "la lista más votada". Ángel Pelayo, el candidato de Vox, debió sentir un pitido en su oído izquierdo.
En declaraciones a los medios de comunicación frente a la Asamblea extremeña, Pelayo pidió claridad y "seriedad" a los de Feijóo, demandando que se aclararan y dijeran si están dispuestos a seguir adelante con el criterio de "la lista más votada", informa Europa Press. Vox no aspira, a priori, a entrar en el Gobierno de Extremadura, según su candidato, que defiende que lo primero es sentarse a hablar.
Las demandas del partido ultraderechista pasan por derogar la ley de Violencia de Género de Extremadura o retirar el apoyo a la Agenda 2030, a la que el partido ultra se opone por completo. Guardiola ha expresado en más de una ocasión que su intención es gobernar en solitario, pero este jueves tuvo que salir además para rechazar que fuera a facilitar que Vara volviera a gobernar. La política aseguraba a renglón seguido que Feijóo le había dejado las "manos libres" para conformar un Gobierno en Extremadura.
Desde el PSOE afirman que Guardiola parece estar "ansiosa" por llegar al poder. "No parece que se tome esto como un ejercicio de responsabilidad política y que le quiera dar a los extremeños y extremeñas un Gobierno estable, más bien lo que quiere es llegar ella a toda costa", opina Vergeles.
Difícil equilibrio, repetición electoral y urgencias
La situación es endiablada. El Partido Popular necesita los apoyos de Vox, al menos, para investir a Guardiola, una disposición que podría no casar con la voluntad del partido a nivel nacional, que ha expresado que sus apoyos no son "gratis". Si Guardiola quiere el apoyo de la ultraderecha, habrá que ver si esta da su brazo a torcer sin exigir antes entrar en el Ejecutivo extremeño.
El PSOE, por su parte, tiene por delante un camino aún más complicado. Vergeles afirma que "las últimas declaraciones de Alberto Núñez Feijóo" les animan aún más a persistir en su empeño para formar un Gobierno socialista. Sin embargo, desde el partido socialista también admiten que es "de cajón" que para que ese escenario sea viable se requiere de una abstención, presumiblemente del Partido Popular.
Si Guardiola se negara a pactar un Gobierno con Vox y no consiguiera los votos de los ultras, y tampoco torciera el brazo y se abstuviera para dejar pasar a Vara, se produciría un bloque y una incapacidad que obligaría a repetir las elecciones. "No deja de ser una de las opciones si no se llega a ningún puerto", advierte Vergeles para remarcar que es un escenario que no puede darse por descontado.
La convocatoria electoral del 23J ha trastocado todos los planes y cualquier movimiento podría desembocar en un giro de los acontecimientos. ¿Podría dañar la imagen al PP si se coaliga con Vox en los territorios? ¿Podría fortalecer a Vox que el PP se niegue a pactar con ellos? ¿Podría facilitar cualquiera de las dos opciones a que la izquierda se movilice?
Estas preguntas no tienen respuesta aún, pero Vergeles afirma que Extremadura necesita un Gobierno de manera "urgente": "Hay muchos proyectos empresariales en juego y fondos europeos que pertenecen a los Next Generation que hay que ejecutar con mucha rapidez".
El partido del puño y la rosa teje sus mimbres en Extremadura con el adelanto electoral, las palabras de Feijóo y la legitimidad que aseguran que les da el hecho de ser la fuerza más votada. La aritmética parlamentaria y el tacticismo electoral de los partidos frente a los comicios del 23 de julio ya agitan las aguas extremeñas.