16 días para convencer a un país: las claves de la campaña electoral del 23-J

Apenas dos semanas y dos días separan a España de un nuevo escenario político. Un panorama totalmente desconocido aventurado por las encuestas, sí, pero aun por explorar. Y eso será a partir del 23 de julio. Por delante, todavía 14 días de campaña, un día de reflexión y una jornada electoral que se promete vibrante, llena de expectación y de nervios. Un país en juego. El premio para el ganador: La Moncloa. 

Desde este viernes los partidos ya pueden oficialmente pedir el voto y los hay que tienen que esforzarse más que el resto, según las encuestas. Porque los sondeos apuntan a una victoria del PP de Alberto Núñez Feijóo, aunque no suficiente para gobernar en solitario, y al adiós del gobierno progresista de coalición liderado por Pedro Sánchez. 

Aun así, todavía hay claves que están en el aire y que deberán responderse la noche del 23 de julio. Con ellas arranca la campaña electoral este 7 de julio —sí, San Fermín—. 

El resultado del PP (y su dependencia de Vox)

Va a ser la clave fundamental en la noche de las elecciones. Los populares confían en obtener más de 150 escaños e incluso sueñan con alcanzar los 160. Este miércoles, ante Pedro Piqueras en Telecinco, Feijóo calculaba que podrían estar a una distancia de entre siete y ocho puntos de los socialistas, y a 25 escaños de la mayoría absoluta. 

Para la horquilla más optimista —la de los 160 asientos— necesitarían de un declive de Vox, el partido a su ultraderecha, y de un gran trasvase de votos desde el PSOE. Quizás un resultado así podría permitirles negociar con la formación de Santiago Abascal para que no quieran entrar en el Gobierno. 

Porque eso es lo que día sí, día también, está señalando la extrema derecha: que si de ellos depende la gobernabilidad del país, deberán cruzar el umbral de La Moncloa. 

¿Afectarán los pactos con Vox?

El resultado del PP se verá claramente condicionado por lo que suceda de aquí al 23 de julio con los acuerdos ya suscritos con la extrema derecha en comunidades y ayuntamientos, y con los que quedan por firmar en algunas regiones. 

Por ejemplo, lo que suceda en Murcia este mismo viernes, donde López Miras llega a la investidura sin un acuerdo con Vox, que insiste en entrar al Ejecutivo murciano pese a estar el PP a tan sólo dos escaños de la mayoría absoluta y no depender de su sí para lograr gobernar. 

Extremadura también ha sido en los últimos días un quebradero de cabeza para Génova, tras la negativa de María Guardiola, su candidata allí, a incluir a la extrema derecha en el gobierno. Finalmente, las presiones le hicieron "tragarse sus palabras" (Juanma Moreno, dixit) y Vox tendrá una consejería en Extremadura. 

Estos líos podrían enfadar al votante del PP que no ve problema en pactar con la extrema derecha, y podría favorecer al partido de Abascal. 

Pero también podría afectar al PP el contenido de los acuerdos con la ultraderecha, que hemos visto en los programas de gobierno de la Comunidad Valenciana o de algunas localidades donde se han llegado a prohibir banderas LGTBI, concentraciones por la violencia machista o se han llegado a censurar obras y representaciones. Amén del uso de términos como "violencia intrafamiliar" en sustitución de violencia de género. 

¿Habrá remontada de la izquierda?

Esa es la sensación con la que llega la izquierda a esta campaña electoral, que está de subida. La clave estará en si se le hará corta la campaña o no, si necesitará más días para convencer al electorado de que las cosas, mejor como están. 

Los sondeos de las últimas semanas marcan esa tendencia sí, pero el PP sigue sumando en la mayoría de los sondeos mayoría absoluta con la ultraderecha. 

Aun así, el candidato del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo está dando todo en los medios de comunicación en los últimos días. El Hormiguero, el plató de Ana Rosa Quintana, el estudio de Carlos Alsina... hasta presencia en podcast de gran audiencia. 

Sánchez ha salido de La Moncloa para mostrarse ante un público que no le escuchaba más allá de los resúmenes que esos programas ponían de él, y que no habían tenido la oportunidad de oírle replicar a los comentarios que sus tertulianos y presentadores hacían sobre él. 

Ahora lo ha hecho, con gran éxito tanto con Pablo Motos como en Telecinco con Quintana. No tanto con Alsina, donde se le vio más dubitativo y nervioso. Pese a todo, su balance es positivo en este periplo por 'territorio comanche'. 

A esto se suma la presencia de un aliado inesperado: el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Desde que apareció en el programa de Herrera en COPE, el exlíder socialista ha empujado como uno más allí donde ha ido: Antena 3, TVE, la Cadena SER... Y sus intervenciones se han hecho virales, animando a la tropa socialista, ávida de referentes. Llamativo que lo sea a estas alturas alguien que parecía más que amortizado con los años. 

La tercera posición, clave

Mucho se habla de quién ganará y por cuánto, pero poco o no lo suficiente de quién quedará en tercera posición. Y será fundamental a partir del 23 de julio. 

Porque, salvo que arrase, el PP necesitará a Vox para gobernar. Y cuantos menos escaños tenga la ultraderecha, puede que sume más el bloque de la izquierda. 

Por cómo es el sistema electoral español, va a ser fundamental quién quede tercero y se lleve, en muchos casos, esos escaños que reparten especialmente las circunscripciones medianas, esas que reparten entre 5 y 6 asientos, y donde no siempre caben cuatro partidos, a veces no caben ni tres.

Ahí se disputó Podemos con Vox los escaños en las elecciones de 2019 y en la posterior repetición electoral, y todo apunta a que puede pasar lo mismo ahora.

¿Movilizará la campaña a los indecisos?

Va a ser una de las claves más importantes en la campaña. Un 30% de los votantes decide su voto durante estas dos semanas, que se prometen cruciales. 

Un desliz, una frase comprometida, un escándalo o cualquier detalle pueden decantar la balanza de un votante que no sabe bien si votar al PSOE o a Sumar, si al PP o a Vox. 

Y ojo, una décima parte de los votantes duda entre PSOE y PP. En ese trasvase puede estar el futuro de La Moncloa y del país. 

Los debates

Que tanto teme Feijóo y tanto desea un Sánchez venido arriba. El presidente y candidato del PSOE sabe que en el cuerpo a cuerpo con el líder del PP tiene las de ganar. 

Se las sabe del Senado, cuando siempre —o casi siempre— ha salido airoso, y está deseando confrontar lo que tilda de infundios sobre su gestión al frente del Gobierno pronunciados por Feijóo. 

Un Feijóo que ha declinado participar en el debate a cuatro que ofreció RTVE, al que irán Sánchez, Yolanda Díaz (Sumar) y Santiago Abascal (Vox). Considera el líder del PP que no hay motivos para confiar "en su neutralidad". Sí confían en ella para el debate a siete, al que acudirá Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria, y donde participarán Bildu, ERC y PNV. 

Bonus track: ¿habrá efecto Belén Esteban?

Una de las sorpresas a pocas horas de iniciarse la campaña han sido las declaraciones de Belén Esteban, el popular personaje de Sálvame y Telecinco, que ha asegurado que no votará a quienes quieren quitar derechos a amigos suyos, en lo que parece una alusión velada a la extrema derecha. 

Esteban, reconocida votante del PP, ha afirmado que "a lo mejor este año, el voto que siempre he hecho no va a ser". 

¿Producirán algún tipo de efecto sus palabras?