Un estudio encuentra niveles muy altos de elementos tóxicos en un conocido pueblo andaluz
"Tienen concentraciones anómalas de cobre, arsénico y plomo", aseguran los investigadores de la Universidad de Granada y Santiago de Compostela.
Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha estudiado en detalle las concentraciones de elementos potencialmente tóxicos (PTEs) en los suelos de los espacios públicos de Minas de Riotinto (Huelva) y los ha comparado con los suelos de Aracena. En ella se muestra que algunos de estos suelos "tienen concentraciones anómalas de PTEs como cobre, arsénico y plomo".
Según ha indicado la UGR en una nota de prensa, el estudio asegura que "hasta ahora" no se habían estudiado el efecto de la minería sobre los suelos de los pueblos circundantes, "ni cómo la presencia de PTEs en ellos puede afectar a la salud de sus habitantes, a pesar de que en muchos casos los parques públicos e infantiles de la región se encuentran sobre estos suelos".
De este modo, desde la Universidad de Granada han explicado que los resultados preliminares de este estudio fueron expuestos en un TFM del Máster en Conservación, Gestión y Restauración de la UGR en 2019 por el entonces alumno Antón Vázquez Arias, que ahora está desarrollando su carrera investigadora en la USC.
Los resultados completos de esta investigación han dado lugar a tres artículos publicados en revistas de alto impacto durante los años 2022 y 2023 con los profesores de la UGR Juan Pedro Arrebola del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, y Annika Parviainen y Francisco José Martín-Peinado, del departamento de Edafología.
Así, en estos artículos se muestra que algunos de los suelos de Minas de Riotinto "tienen concentraciones anómalas de PTEs como cobre, arsénico y plomo, más altos que en Aracena, que la media de los suelos de la región y, en algunos casos, que las concentraciones de referencia para detectar suelos potencialmente contaminados en Andalucía (Decreto 18/2015, BOJA Nº38)".
Asimismo, el análisis de la composición mineralógica mostró que estos elementos "están asociados" a minerales secundarios como la beudantita y plumbojarosita arsénica, "que aparecen a raíz de la alteración de sulfuros metálicos que habitualmente solo se encuentran en escombreras de minas, no en suelos urbanos".
"En condiciones normales estos minerales mantienen los PTEs precipitados en el suelo, pero en caso de cambios ambientales pueden alterarse, permitiendo la movilización de los elementos, lo que incrementa su disponibilidad", continúa la investigación. No obstante, los investigadores también señalan que la deposición de partículas provenientes de la mina "no es la fuente principal de PTEs en estos suelos, sino la propia roca madre a partir de la cual se han desarrollado, que es muy similar a las rocas extraídas en las explotaciones mineras". Esto se ha averiguado gracias a la comparación de los suelos originales de la zona con los de parques con suelos de albero, arena, u otros materiales traídos de otras zonas.
Al respecto, estos suelos "tienen concentraciones de cobre y arsénico más altas que suelos equivalentes en Aracena, señalando un efecto de la deposición atmosférica, pero mucho más bajas que las de suelos nativos de Minas de Riotinto".
Tras estos resultados, los investigadores proponen "como solución" para evitar su exposición a los suelos contaminados es "cubrirlos con materiales foráneos tales como alberos calcáreos".
Además, en otro de los artículos han estudiado directamente el efecto de las concentraciones de arsénico y plomo en los suelos sobre la salud de los habitantes de Minas de Riotinto. De este modo, una estimación de la exposición de la población a estos elementos ha mostrado que "potencialmente es suficientemente alta para causar efectos tóxicos crónicos, especialmente en niños, incluyendo efectos carcinogénicos", algo que "se confirmó mediante la comparación de las tasas de cáncer en esta región con las de Aracena, siendo las de Minas de Riotinto significativamente más altas para ciertos cánceres de las vías respiratorias como labio, boca, faringe, bronquios o pulmón".