Rusia coquetea con un gran desastre medioambiental en el Mediterráneo
Las costas griegas están en riesgo.
Según una investigación de Investigate Europe y Reporters United, que ha publicado infoLibre en España, Rusia está llevando a cabo trasvases de petróleo en alta mar frente a las costas griegas para tratar de eludir las sanciones por emprender la guerra en Ucrania.
En concreto, esas acciones (que podrían derivar en un gran desastre medioambiental para el mar Mediterráneo) se están produciendo en el golfo de Laconia, en el extremo meridional de la península del Peloponeso.
Se trata de un enclave muy conocido por los turistas gracias a sus playas vírgenes y pueblos idílicos que se ha tornado en una arteria petrolífera clave para los intereses rusos. Las operaciones que se realizan reciben el nombre de STS (iniciales en inglés de “ship to ship”, o “barco a barco” en español).
De esta forma, tal y como señala la investigación periodística, “un buque traspasa la carga de petróleo a otro en alta mar, con petróleo vinculado a Rusia y cargamentos de origen más opaco”.
Dos actores principales: fletadores y armadores
En ese trasvase petrolífero participan fletadores (algunos de ellos pertenecientes a grandes empresas occidentales) y armadores. Un experto naviero griego no identificado explica que “los armadores son los taxistas, van donde su cliente les dice que vayan” y “los fletadores son los clientes, ellos determinan adónde irá el taxi”.
Yorgos Daoutakos, militar retirado y activista local, alerta de que “si ocurre un accidente, estamos muertos desde el punto de vista medioambiental y económico”. “Sería irreversible”, subraya.
Sin embargo, pese a ese altísimo riesgo medioambiental, las autoridades griegas están atadas de pies y manos para actuar, ya que esos trasvases de petróleo se producen en aguas internacionales, en las que la jurisprudencia griega no tiene competencias para imponer prohibiciones o sanciones.