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Preocupación de los científicos por el extraño fenómeno que hace 'sangrar' los glaciares con consecuencias planetarias
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Preocupación de los científicos por el extraño fenómeno que hace 'sangrar' los glaciares con consecuencias planetarias

Así puede afectar la proliferación de la conocida como 'nieve de sandía' o 'nieve rosa'.

Imagen de archivo del fenómeno conocido como 'nieve de sandía', en Alaska (EEUU).Getty Images/imageBROKER RF

Curioso fenómeno el popularmente conocido como 'nieve de sandía', 'nieve rosa' o 'sangre de los glaciares'. Se trata de un particular tono rojizo que se forma en la nieve de glaciares, por ejemplo, en la Antártida, y que se debe a una especie de algas denominada Chlamydomonas nivalis.

Así lo recoge el portal Tiempo.com en una información en la que pone la lupa sobre algunas zonas de este continente helado que llaman la atención a los científicos, ante el tono rojizo que forman estos organismos y que destaca, en términos cromáticos, en el blanco del paisaje invernal.

Su formación se focaliza durante el verano antártico, es decir, con las temperaturas en ascenso y el hielo derritiéndose, momento que da lugar al florecimiento de las algas que dan este particular color a la nieve. Además, de forma paralela se genera otro fenómeno, el del albedo. Consiste en que estas algas, cuanto más se extienden, menos capacidad tiene la nieve para reflejar la luz del sol.

¿Tiene consecuencias?

En este sentido, y según relató José Ignacio García, de la Universidad del País Vasco, a El País: "La nieve rosa es un fenómeno que parece estar incrementándose, quizá debido al aumento de la temperatura, y tiene consecuencias planetarias porque cambia el albedo de la nieve". Y eso podría contribuir a aumentar el grado de derretimiento de la nieve, tal y como expone un estudio científico, apuntando al oscurecimiento de la nieve y a una mayor absorción de la radiación solar.

Según dicho trabajo de la Universidad Simon Fraser en Canadá publicado en la revista especializada Science Advances, esta alga ya se extiende, al menos, por el 5% de los glaciares del noroeste de América del Norte, pero es que en algunas zonas el nivel ya ha llegado al 65% de toda esa superficie.