Hallan un volcán activo en Venus: "Podemos descartar que sea un planeta moribundo"
Una investigación publicada en 'Science' da pruebas de la actividad de uno de los muchos volcanes en el planeta 'vecino' a la Tierra.
Algo se mueve en Venus. El planeta 'vecino' de la Tierra podría albergar al menos un volcán activo en su superficie. Así lo prueba un estudio publicado en la revista Science que recoge diversas mediciones de hace décadas.
Venus es un planeta plagado de volcanes, pero que se supiera no había rastro de actividad reciente, hasta lo conocido en un estudio elaborado por la Universidad de Alaska (EEUU). En él se revela la existencia de un respiradero en el volcán Maat Mons de unos 2,2 kilómetros cuadrados que cambió de forma y creció durante ocho meses en 1991, como recoge EFE. Esto significa, a juicio de los investigadores, que hay actividad volcánica en curso.
"Podemos descartar que sea un planeta moribundo", ha señalado el director del proyecto, Robert Herrick.
Ese tipo de cambios se asocian en la Tierra a la actividad volcánica, ya sea por una erupción en el respiradero o por el movimiento del magma bajo el mismo, lo que provoca el colapso de las paredes de la chimenea y su expansión
Las imágenes usadas para la investigación fueron tomadas por la sonda espacial Magallanes de la NASA, que llegó a Venus el 10 de agosto de 1990 y durante su misión hizo casi mil imágenes, que con las nuevas tecnologías han podido ser analizadas una vez más. Durante su misión, Magallanes utilizó el radar para obtener imágenes de la superficie de Venus desde diferentes órbitas, observando algunos lugares dos o tres veces en el transcurso de dos años, incluidas zonas identificadas posteriormente como posibles lugares de actividad volcánica.
Herrick comparó una imagen de mediados de febrero de 1991 con otra de mediados de octubre de ese año y observó un cambio en un respiradero del lado norte, que había pasado de ser una formación circular de unos 2,2 kilómetros cuadrados a tener una forma irregular de aproximadamente de 4 kilómetros cuadrados.
La segunda imagen también indicaba que las paredes de la chimenea se habían hecho más cortas, tal vez de solo unos cientos de metros de altura, y que la chimenea estaba casi llena hasta el borde, como detalla EFE.
Los investigadores especulan con la formación de un lago de lava en el respiradero durante los ocho meses transcurridos entre las imágenes, aunque se desconoce si el contenido era líquido o se había enfriado y solidificado. Los cambios en las paredes del respiradero podrían responder también a un colapso no volcánico, sino provocado por un terremoto que habría causado los cambios.
Sin embargo, el equipo señala que los colapsos de esa magnitud en los volcanes de la Tierra siempre han ido acompañados de erupciones volcánicas cercanas; el magma se retira de debajo de la chimenea porque se dirige a otro lugar.
La superficie de Venus es geológicamente joven y las estimaciones sobre la frecuencia con la que podrían producirse erupciones han sido especulativas, oscilando entre varias grandes al año, cada varios o incluso cada decenas de años, señaló Herrick. El investigador dijo que ahora se puede “afirmar que Venus es volcánicamente activo, en el sentido de que se producen al menos unas pocas erupciones al año".
Por ello, consideró que se pude esperar que “las próximas misiones a Venus observen nuevos flujos volcánicos que se hayan producido desde que la misión Magallanes finalizó hace tres décadas, y deberíamos observar cierta actividad mientras las dos próximas misiones orbitales recogen imágenes".