Este es el fallo más común al guardar la miel, según un apicultor

Este es el fallo más común al guardar la miel, según un apicultor

Las creencias populares no siempre son acertadas.

Tarro de mielAlicia Llop Llop

Como todo el mundo sabe, la miel es uno de los alimentos más perecederos que existen, aunque para que esta condición puede extenderse en el tiempo, es necesario que se den una serie de circunstancias que no todo el mundo conoce.

En primer lugar, hay que destacar que la miel es un producto caracterizado por su alto contenido en azúcar y propiedades antibacterianas, y como han revelado infinidad de estudios, se trata de un alimento que puede consumirse durante siglos sin caer en mal estado.

Pero esto no significa que un tarro de miel -como el que puede haber en cualquier hogar-, pueda guardarse indistintamente en cualquier sitio, sino que deben cumplirse una serie de condicionantes para que tanto sus propiedades como sus valores no se pierdan.

Aunque en la mayoría de casas el tarro de miel se suele guardar en cualquier mueble de la cocina, la realidad es que esta no es la forma más efectiva de preservar la calidad del producto y sus propiedades.

Así lo explicó un apicultor en su cuenta de TikTok, en la que relata uno de los errores más comunes en lo que respecta a la conservación de la miel y cómo evitarlo de una forma sencilla y sin comprometer las cualidades del producto.

Conservarlo por debajo de los 18ºC

En este sentido, destaca que conservar la miel a temperatura ambiente es uno de los mayores errores que se puede cometer si hablamos de la miel, y apunta que muchas marcas avisan en sus envoltorios de que la temperatura idónea para conservar este producto se ubica por debajo de los 18ºC.

Por ello, asegura que no es nada apropiado dejar la miel en un lugar próximo a vitrocerámicas o cocinas de gas, donde el calor y el vapor son una constante en el día a día, y pueden dañar de forma definitiva el producto.

Espacio Eco
Un proyecto de Espacio Eco

Por último, en su explicación aporta un dato más y afirma que "nunca se debe abrir un tarro de miel (durante un largo período de tiempo)", ya que este es un producto especialmente seco, que cuenta solo con un 20% de agua, por lo que si absorbe más agua y diversos olores derivados del ambiente, el producto podría empeorar sus prestaciones y cualidades.