El súper telescopio que convertirá el universo en un Gran Hermano cósmico
Los astrónomos involucrados en el proyecto esperan que cuando entre en funcionamiento en 2025 suponga un antes y un después en la concepción del universo.
Bautizado como Vera C. Rubin, y ubicado en el Cerro Pachón, en los Andes (Chile) a 2.700 metros de altura, se trata de un telescopio gigante único, cuya construcción y desarrollo ha corrido a cargo de la organización Large Synoptic Survey Telescope Corporation, gracias a la colaboración de fondos privados y del gobierno de Estados Unidos.
El objetivo de su construcción es el de captar imágenes únicas de la Vía Láctea y detectar cualquier mínimo cambio o perturbación gracias a su capacidad para hacer miles de fotografías cada noche debido a su infinidad de prestaciones con las que ha sido dotada, entre las que destaca la de cambiar de dirección.
Según informaron desde la organización, el Vera C. Rubin comenzará a monitorear el cielo a partir de 2025, cuando empezará a funcionar a pleno rendimiento y entre la infinidad de prestaciones, nos ayudará a comprender una de las mayores incógnitas de la astronomía, como es el duelo entre la materia oscura y la energía.
Para llevar a cabo dicha misión, anunciaron que se necesitarán 1.500 pantallas HDTV, con las que los astrónomos podrán comprobar con todo lujo de detalle las imágenes captadas por el telescopio.
Así, destacan que los ordenadores podrán analizar una imagen por minuto, pero en ese período de tiempo serán capaces de detectar miles de diferencias que afecten a todas las áreas astronómicas, desde el sistema solar hasta las galaxias más lejanas.
Cómo surgió la idea del Vera C. Rubin
De acuerdo con la información aportada por la organización, el origen del telescopio gigante tuvo lugar en el año 1996, aunque su construcción no se inició hasta el año 2015, aunque no sería hasta 2019 cuando el telescopio sería nombrado de esta forma, en honor a la astrónoma estadounidense Vera C. Rubin, fallecida en el año 2016.
Rubin fue una pionera en la exploración de la rotación de las galaxias que a finales de los años 60 descubrió que, las estrellas más extensas de las galaxias giran más rápido de lo que deberían, algo que solo es posible si se ven afectados por la fuerza gravitacional de algo que no podemos ver.
Fue precisamente este descubrimiento el que probó la teoría de que alrededor del 85% de la materia del universo es invisible: la materia oscura. Y es aquí donde se encuentra la principal novedad del telescopio Rubin, ya que este no solo enfoca a objetos, sino que también puede cambiar continuamente de dirección para explorar todo el cielo.
Es por ello que la óptica del telescopio está formada por una construcción especial donde la luz incide primero en el espejo principal y posteriormente se refleja hasta un espejo secundario, que la envía a un tercer espejo integrado en el espejo principal y es ahí donde este envía la luz concentrada hacia la cámara.
Con todo, se espera que los resultados del telescopio supongan un antes y un después en el mundo de la astronomía y con ello, que permita visualizar el universo en toda su magnitud, dejando imágenes sin precedentes y que ayuden enormemente a los astrónomos a comprender mucho más sobre la Vía Láctea y la materia oscura.