La ciencia descubre el fenómeno geológico que casi acaba con el Mediterráneo
El nivel del agua llegó a descender hasta 2,1 kilómetros en varios lugares.
Un equipo de científicos del instituto de investigación francés CNRS ha descubierto cuál fue el fenómeno geológico que casi acaba con el mar Mediterráneo hace más de 5 millones de años.
Más de tres cuartas partes del agua del Mediterráneo se evaporó, convirtiendo el mar en una gigantesca cuenca salina. De hecho, hoy en día hay un millón de kilómetros cúbicos de depósitos de sal en el fondo del Mediterráneo.
En ese sentido, el estudio, publicado recientemente en la revista Nature, explica que “la restricción hidrológica procedente del océano Atlántico transformó el mar Mediterráneo en una gigantesca cuenca salina durante la Crisis de Salinidad del Messiniense (hace 5,97-5,33 millones de años)”.
Los geólogos han estudiado los isótopos de cloro en la sal del fondo marino del Mediterráneo. Y han llegado a la conclusión de que la composición isotópica y la estructura de los isótopos demuestran que el Mediterráneo experimentó un suministro de agua limitado a largo plazo durante casi 35.000 años.
Según la investigación, el estrecho de Gibraltar, que hoy conecta el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, estuvo más o menos cerrado durante unos 10.000 años, probablemente a causa de la gran actividad tectónica de la región. Ese aislamiento provocó una drástica evaporación del agua y la deposición de grandes cantidades de sal. De hecho, los científicos apuntan que el nivel del agua llegó a descender hasta 2,1 kilómetros en varios lugares.
“Durante esta reducción extrema, la cuenca oriental del Mediterráneo perdió hasta el 83% de su volumen de agua y grandes partes de sus márgenes se desecaron, mientras que las subcuencas profundas del Jónico y del Heródoto permanecieron llenas de salmuera a más de 1 km de profundidad”, se detalla en el resumen del estudio.
Los investigadores del estudio estiman que el actual mar Mediterráneo se llenó de agua hace unos 5,3 millones de años a raíz de la inundación zancliense. Como consecuencia del mencionado diluvio, el agua fluyó desde el océano Atlántico a través de la brecha recién formada en el estrecho de Gibraltar, dando al mar Mediterráneo su forma actual.