Por qué el pacto entre PSOE y Ciudadanos seguirá jorobándote la vida
Si tenías esperanzas en que el acuerdo de Pedro Sánchez y Albert Rivera mejoraría tu situación porque eres uno de los millones de perjudicados por la crisis, vete despertando de la ensoñación. Si además, eres mujer y tus sueños habían llegado lejos, despídete, porque seguirás cargando con el grueso de los permisos de maternidad y progresar en cargos directivos o llegar a consejos de administración será igual de difícil que hasta ahora.
Foto: EFE
Si tenías esperanzas en que el acuerdo de Pedro Sánchez y Albert Rivera mejoraría tu situación porque eres uno de los millones de perjudicados por la crisis, vete despertando de la ensoñación. Si además, eres mujer y tus sueños habían llegado lejos, despídete, porque seguirás cargando con el grueso de los permisos de maternidad y progresar en cargos directivos o llegar a consejos de administración será igual de difícil que hasta ahora. Estas son algunas de las promesas económico-sociales que la socialdemocracia del aspirante a presidente se ha dejado en el camino cuando firmó el acuerdo tan solemne, aunque estaban en su programa o entre sus compromisos.
Oda a los salarios basura
La práctica extendida de despedir a una camarera o a un descargador de camiones con un sueldo de 800 o 900 euros y volverle a contratar a los tres días a través de una empresa de servicios por poco más de 660 euros continuará en vigor, a pesar de que es una de las grandes perversiones de la reforma del PP. En el documento original con que los socialistas llegaron a la negociación, figuraba que las empresas de servicios pagarían los mismos salarios que las principales, pero se ha esfumado en el acuerdo firmado.
Olvídate, tu sueldo continuará bajando
La empresa en la que trabajas podrá decidir pagarte hasta un 5% menos durante un año unilateralmente, prorrogable si las condiciones que ha alegado para reducir el salario continúan. En la reforma del PP no había tope de cuantía ni de tiempo, pero el PSOE se había comprometido a acabar con la arbitrariedad instaurada gracias a esta histórica reivindicación de la patronal.
Solo una parte de tu nómina está protegida por el convenio sectorial
¡Ay! Cuando ya pensábamos que el convenio sectorial volvía a mandar sobre el convenio de empresa, resulta que no. Únicamente el epígrafe que figura como "salario base" tiene el privilegio de ser respetado respecto al convenio superior. El resto de complementos salariales, ese batallón de pluses que forman la mayor parte de la nómina, siguen sujetos a lo que el empresario haya logrado imponer en el convenio de empresa que se mantiene por encima del sectorial, tal y como el PP introdujo en su denostada reforma.
La amenaza sobre negociación del convenio sigue
La ultra-actividad -aplicación automática de un convenio colectivo ya denunciado cuando no llegas a un acuerdo sobre el siguiente- también ha caído al saco del olvido. En el programa socialista se prometía que sería "indefinida", y ahora amplía en 6 meses los 12 impuestos por el PP.
Pérdidas a la vista, despido al canto
Se ha esfumado la posibilidad de acabar con el argumento tan utilizado por las empresas, gracias al PP, de presentar perdidas futuras, a pesar de tener beneficios, como causa suficiente para despedir a tutiplén. Recuperar por tanto la proporcionalidad y razonabilidad del despido que prometía el PSOE ha pasado a mejor vida.
Nada de permisos de maternidad y paternidad iguales y obligatorios
Si eres mujer, lo llevas de pena para el empresario. Cuanto te sientas frente a él para una entrevista de trabajo, seguirá calculando tu edad fértil para ver si te contrata o no. La promesa socialista de permisos obligatorios para ambos padres también se ha escurrido por el desagüe donde se lavaban las manos los negociadores. El acuerdo recoge que ocho semanas del permiso de la mujer son obligatorias e intransferibles (seis de ellas por orden de la Organización Internacional del Trabajo, OIT), lo que supone una rebaja de 8 semanas en relación a las 16 que hoy tienen las madres. Más 10 a negociar con el padre del hijo. Es decir, se las puede tomar el papá o la mamá. Si ahora solo el 2% de padres las coge, no hace falta ser un lince para aventurar que, sin obligatoriedad, serán las madres quienes renuncien para cuidar a sus hijos.
Mujeres en la cúpula no, gracias
Si crees que mereces estar en el staff o los consejos de administración de tu empresa pero tu condición de mujer te lo impide, estás en lo cierto. El acuerdo da un paso atrás en la ley de igualdad de Zapatero. Si antes había un compromiso de que en los cargos directivos y los consejos de administración se llegara al 40% de mujeres, que las empresas se han pasado por el forro, ahora el compromiso desaparece, con una redacción tan curiosa como que la empresa "inducirá" la participación femenina.