La venganza de Rita

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Los diputados del PP trataban de lavar hoy su mala conciencia por la muerte de Rita Barberá culpando a los medios por el "acoso" al que la han sometido -verbalizado en alto por Celia Villalobos- y, en parte, justificando el mobbing al que la ex alcaldesa de Valencia ha sido sometida por parte de sus compañeros de partido porque son "cosas que suceden en esta vida", según uno de los hombres más próximos a Soraya Saénz de Santamaría. Tras el primer shock por la noticia del infarto a la política del PP, han llegado los susurros irritados y doloridos de los diputados séniors del PP contra la brutalidad con que la han tratado los leones más jóvenes del partido. "Esta es su última venganza, nuestras conciencias marcadas", rezaba bajito una señoría popular añosa y emocionada. Esta brecha se ha tapado con rapidez -por ahora- con la decisión de Podemos de ausentarse del minuto de silencio. Los de Pablo Iglesias han recuperado el foco informativo y los remordimientos entre los populares se han mitigado ante la falta "de sensibilidad" de la gente de Podemos, comentada por el resto de los partidos.

Rita Barberá se ha muerto sin entender lo que le estaba pasando. Esta es la sensación que queda tras escuchar a una dolorida Celia Villalobos en los pasillos, una de las pocas compañeras que no tenía cargo de conciencia, porque tanto ella como su marido, Pedro Arriola, no la abandonaron. Eso sí, no en pocas ocasiones le aconsejaron que lo dejara todo sin ningún éxito. Villalobos sí ha entrado luego a valorar el papel que han jugado los medios en la presión a la senadora valenciana, olvidando el cordón sanitario montado por los propios miembros del PP en torno a Barberá en sus últimas apariciones públicas. Hasta alguna de las televisiones oficiales retiraron la imagen de Barberá saludando a los reyes el día de la apertura de la legislatura.

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Mucho más contenida que Villalobos, la presidenta del Congreso Ana Pastor no ocultaba su tristeza a la salida del Congreso, a media mañana, camino de Burgos para un acto con los reyes. Pastor, emocionada y triste, reconocía lo necesario que es una reflexión por parte de todos, pero a nivel humano sentía un enorme dolor por la soledad en la que ha muerto la ex alcaldesa de Valencia en el hotel Villareal de Madrid.

A última hora de la mañana, con los ánimos más calmados, con los ojos humedecidos de Mariano Rajoy transmitidos por todas las televisiones y recuperada la calma ligeramente, esos mismos diputados en shock de las 9 de la mañana lo que querían era "pasar página cuanto antes sobre un tema tan doloroso y un nombre tan triste". Mirar al futuro, vamos. "Hay que cerrar el capítulo ya", como apuntaba una de las señorías del PP más jóvenes.

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El gesto de Podemos

A los diputados de Podemos, la noticia de Barberá les ha pillado con unos cuantos de sus diputados fuera (como a todos a las 9 de la mañana, pero ese es otro tema). Ha sido el portavoz Íñigo Errejón quien ha hablado con el del PP, Rafael Hernando y José Luis Ayllón -secretario de relaciones con Las Cortes- antes de tomar la decisión de abandonar el hemiciclo cuando Ana Pastor ha comunicado que se iba a guardar el minuto de silencio. Cuentan los diputados populares que Errejón ha salido precipitadamente para evitar que las cámaras le inmortalizarán al frente de su grupo abandonando el hemiciclo.

Iglesias ha argumentado que "tendría más sentido un homenaje a las víctimas de la pobreza energética" y Alberto Garzón ha desechado los homenajes a "personajes corruptos". En Comú Podem y Esquerra Republicana se han quedado al minuto de silencio tras informase -en palabras de Joan Balldoví- de que el acto de respeto se debía a la persona Rita Barberá, "porque es obvio que, políticamente, nosotros por la figura política no compartimos ese respeto". Baldoví, preguntado sobre la decisión de Podemos, no ha querido entrar en polémica con un "hemos tenido que tomar la decisión en cinco minutos".

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Mientras en los pasillos transcurría la mañana de la primera sesión de control de la Legislatura con la sombra de la venganza de Rita -"Esto sí que es una hostía, la que ella nos ha dado", murmuraba uno de los jóvenes populares, aludiendo al "qué hostia" murmurado por Barberá en la noche que perdió en Valencia-, en el hemiciclo se ha despachado una sesión de control que debía de haber sido primera plana, con temas como la pobreza energética. Pero no había manera. El hecho de que Podemos en el Senado haya respetado el minuto de silencio ha servido para volver al asalto contra Pablo Iglesias, pidiéndole una explicación sobre las diferencias de comportamiento entre uno y otro grupo. El líder de la formación morada se ha reafirmado en la decisión de no compartir ese silencio.

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Alberto Garzón, fuera ya de los pasillos, nos ha explicado mejor su posición. "No hemos tenido ni la más mínima fisura entre nosotros. Rita Barberá ni era diputada. Las instituciones están para guardar respeto a los respetables y, políticamente, esta señora no lo era. Tampoco se han hecho minutos de silencio por diputados tan queridos, como por ejemplo, José Antonio Labordeta, que era ex diputado cuando murió", explicaba Garzón, convencido del acierto de su comportamiento. En el caso de Labordeta, sí que hubo un aplauso unánime tras la referencia de Gaspar Llamazares a la muerte del cantautor y ex diputado.

Mientras, en el hemiciclo, Pablo Iglesias y Álvaro Nadal discutían sobre pobreza energética poniendo en evidencia la pobreza de sus conocimientos sobre un problema grave en el que todos escurren el bulto y la responsabilidad. El ministro de Energía le exigía al líder de Podemos soluciones. Sería un detalle que el ministro Montoro rebajará el IVA de la factura del 21% al 10%, que él mismo subió al llegar al ministerio.