Izmir en pie
En la ciudad de Izmir, ubicada en el oeste de Turquía frente a la costa del Egeo este fin de semana no ha habido descanso. En esta ciudad considerada uno de los últimos feudos del partido de Atatürk las protestas y enfrentamientos con la policía han estado a la altura de las de Estambul.
En la ciudad de Izmir, ubicada en el oeste de Turquía frente a la costa del Egeo este fin de semana no ha habido descanso. En esta ciudad considerada uno de los últimos feudos del partido de Atatürk, el Partido Republicano del Pueblo (CHP en turco), las protestas y enfrentamientos con la policía han estado a la altura de las de Estambul.
En la madrugada del viernes al sábado algunos grupos de manifestantes comenzaron a enfrentarse a la policía, recibiendo oleadas de gas lacrimógeno así como chorros de agua a presión. Pero fue el sábado cuando la gente se volcó con las protestas. Durante todo el día cientos de personas ocuparon el centro de la ciudad de forma pacífica portando banderas y pancartas. Los que se acercaban allí podían ver grupos de jóvenes, personas mayores o familias con niños en un ambiente festivo.
Durante toda la mañana, barcos procedentes de uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, Karsiayaka, cruzaron la bahía que forma el Egeo en su entrada en Izmir cargados de jóvenes que gritaban incansables lemas como "somos los soldados de Atatürk" o "Erdogan dimisión". Llama la atención un gesto muy simbólico que tuvieron los seguidores de los dos equipos más importantes de fútbol de la ciudad. Tanto los aficionados del Göztepe como los del Karsiyaka, cuya rivalidad es máxima, dejaron de lado sus diferencias y pasearon juntos sin ningún incidente con sus camisetas y banderas.
Otro símbolo del día fue el alcohol. Tras haberse conocido esta semana la nueva ley que regulará la venta de alcohol, la gente no dudó en acercarse a las pequeñas tiendas de los alrededores y comprar cervezas para tomarlas sentados en las zonas verdes que rodean la zona de encuentro, en donde se podía en ocasiones escuchar "Erdogan, a tu salud".
Mientras, la indignación de los ciudadanos con los medios crecía. Sólo dos cadenas de televisión, Ulusal y Halk Tv, dieron informaciones sobre las protestas en las diferentes ciudades durante todo el día. El resto, sólo les concedieron unos minutos en las noticias de la noche, en muchos casos tildando a los protestantes de "provocadores" y a las informaciones aparecidas en las redes sociales de "mentiras", términos que han usado también el presidente Tayyip Erdogan y los miembros de su Gobierno.
Portada de uno de los medios que está informando con más transparencia. El titular dice: "¡La victoria del pueblo!"
A medida que iba cayendo la tarde la tensión fue subiendo, Facebook y Twitter se llenaban de vídeos, fotografías e informaciones sobre los choques policiales. Grupos de personas que se acercaron para mostrar su apoyo por la noche a diferentes puntos de la ciudad fueron rociados con gas lacrimógeno una vez más. Algunos hoteles, comercios y particulares abrieron sus puertas a las personas afectadas por el gas nocivo y por las cargas policiales. En algunas casas y negocios se podían ver carteles en los que se ofrecía ayuda y refugio e incluso alguna gente ponía leche (dicen que alivia el picor en los ojos del gas) y comida en el alféizar de sus ventanas.
Parece que Izmir ha dicho basta. En estos días se podían oír cosas como "ya está bien" o "es suficiente". En esta ciudad de unos 4 millones de habitantes, gobernada por el partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP en turco) parecía que todo lo que se podía hacer era quejarse con resignación. Izmir es una de las ciudades más modernas del país y no llama la atención ver a chicas vestidas como cualquier europea o gente bebiendo en las terrazas incluso en Ramadán. Pero hasta aquí se ha notado la influencia de los últimos años de Gobierno de partido del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo) en el Gobierno central. El número de mujeres con velo que se ven por la calle ha aumentado y son muchos los que dudan de cuánto resistirá habiendo perdido ya el Gobierno en algunos barrios. Por otro lado mientras que en la ciudad de Estambul, gobernada por el AKP, no han dejado de llevarse a cabo grandes obras públicas y mejoras en infraestructuras, en Izmir llevan más de 4 años tratando de finalizar las obras del metro. Además, los habitantes de esta ciudad costera se quejan del inmovilismo laboral y la falta de oportunidades que hace que un gran número de jóvenes titulados deban emigrar a Estambul en busca de lo que aquí no se les ofrece a pesar del potencial de la ciudad.
Por todo ello se entiende a estas alturas que por lo que se está protestando en Izmir ya no es sólo la conservación del parque Gezi, sino todos los cambios que el Gobierno ha puesto en marcha de manera autoritaria, recortando libertades, y el ostracismo al que se ha sometido a esta región históricamente abierta y de mezcla de culturas.
Este domingo. tras una dura noche de enfrentamientos, la gente no se ha rendido y por la mañana se podía ver de nuevo grupos de jóvenes encaminándose hacia Alsancak, el foco de las protestas en la ciudad. Sin embargo, la respuesta de la policía ha llegado antes. Hacia las 17.30 circulaban ya vídeos en Facebook que mostraban los ataques de la policía en la zona más céntrica. Y ha causado especial indignación uno en el que se veía a un policía agarrar del pelo a una chica que estaba paseando por la zona. Unos minutos después, tras un mensaje que se propagó en Facebook a las 9 en punto hora local, se puso en marcha una gran cacerolada desde las casas.
Ahora queda esperar para ver si se va a quedar sólo en ruido o el despertar del pueblo turco va a afectar a una política autoritaria que barre todo aquello que se permite el lujo de cuestionarla.