Necesitamos un BCE más activo
Muchos pensamos que sólo evitaremos un crecimiento lento si somos capaces de no bajar la guardia y continuar en la misma dirección en la que hemos estado trabajando en los últimos meses. Europa debe avanzar en una mayor unión económica y no quedarse sólo en propuestas.
La relativa mejoría del mercado laboral, las previsiones de crecimiento económico o las tardías rectificaciones sobre la situación de España por parte de bancos como Goldman Sachs siembran la esperanza. Debemos alegrarnos por los avances, dado que parece que finalmente se dejará atrás la recesión y se empezará a crear empleo lentamente. Sin embargo, tras varios años de crisis, aún quedan algunas incertidumbres por resolver, incertidumbres que podrían plasmarse en la siguiente pregunta pues, si es cierto que estamos saliendo de la crisis, ¿podría darse una recuperación con un crecimiento y una creación de empleo lentos?
Las últimas previsiones de las agencias europeas responden a esta pregunta con unas previsiones de crecimiento moderado en los países de la Unión, con una inflación menor al 1% y un incremento tímido del empleo. Por lo tanto, todo parece indicar que efectivamente podría darse una recuperación económica con unas tasas de crecimiento y de creación de empleo lentos. Ahora, ¿qué podemos hacer para remediar esta situación?
Somos muchos los que pensamos que sólo evitaremos un crecimiento lento si somos capaces de no bajar la guardia y continuar en la misma dirección en la que hemos estado trabajando en los últimos meses. Europa debe avanzar en una mayor unión económica y no quedarse sólo en propuestas y el primer paso es terminar la Unión Bancaria. Por su parte, los Estados miembros deben trabajar en reformas estructurales que fomenten la competitividad y deben cuadrar sus cuentas para no endeudar a las próximas generaciones. Además, el Banco Central Europeo tiene que adoptar medidas para estimular la economía, sin perder de vista el objetivo de inflación.
Si bien Europa y los países están cumpliendo con sus respectivas partes, ¿está el BCE haciendo todo lo que está en sus manos?
A pesar de la reciente rebaja en los tipos de interés, diferentes agentes en Europa están pidiendo una política más agresiva por parte de éstos. Una nueva rebaja en los tipos de interés no tendría prácticamente ningún efecto en la economía real, por lo que el BCE podría estar quedándose sin capacidad de reacción con las medidas convencionales. Ante esta situación, son muchos los que plantean al BCE Medidas de Estímulo Cuantitativo similar al Quantitative Easing (QE) estadounidense. El QE europeo tendría como objetivo la compra de determinados bonos y activos, permitiendo aumentar la oferta de euros en el mercado. Este incremento estimularía la economía y nos daría ese impulso extra que ahora necesitamos. Cierto es que este instrumento probablemente contaría con el rechazo de Alemania, dada su histórica aversión a la inflación, pero no debemos olvidarnos de que la inflación prevista para los próximos años es menor al 1% y, por tanto, su riesgo de aumentar es altamente cuestionable.
Hay que ser conscientes de que un QE en Europa no supondría la salvación total, ahora bien, una acción más agresiva del BCE sí que podría contribuir al plan conjunto de reformas en la Unión, destinadas a fomentar su competitividad. Esta actuación, bien llevada a cabo, ayudaría a que la recuperación llegase no sólo a las grandes empresas incrementando sus beneficios, sino, especialmente, a los ciudadanos en forma de empleo. Esperemos que así sea.