Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Urnas y verdad para la reconstrucción real de Valencia

Urnas y verdad para la reconstrucción real de Valencia

"La desconfianza generada por el PP no es solo una cuestión de retórica política; es una trinchera que pone en peligro la cohesión social y la recuperación tras la devastación".

Manifestación contra la gestión de Mazón el pasado 29 de diciembre en ValenciaEuropa Press via Getty Images

Las catástrofes naturales, como la DANA que asoló Valencia en octubre de 2024, no solo logran desbordar nuestras infraestructuras; también ponen de manifiesto las grietas más profundas en el tejido de la gestión política y la responsabilidad institucional de según qué representantes políticos. El doloroso recuento de 225 víctimas mortales y 3 desaparecidos, así como las más de 19.821 llamadas de auxilio recibidas en un solo día, son testimonio de una crisis que, lejos de ser solo meteorológica, acentúa la incapacidad de un gobierno que ha optado por la mentira como herramienta de defensa frente a su flagrante negligencia.

A las 7:36 de la mañana del 29 de octubre, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió una alerta roja, un aviso claro sobre el riesgo extremo que se avecinaba. Pero la demora que se produjo en la respuesta institucional por parte de la Generalitat valenciana es por demás alarmante. La incapacidad de los responsables del PP para hacerse cargo de la situación se hizo evidente cuando Carlos Mazón defendió su gestión afirmando que “se hizo lo mejor que se pudo en la situación en la que se estaba”. Este escudarse en la falta de información no solo es un intento de eludir su responsabilidad, sino que, además, representa una falta de respeto hacia las miles de personas que vieron sus vidas desmoronadas ante esta tragedia.

Las afirmaciones de Feijóo, quien alegó que la gestión depende de la información que se recibe, revelan la falacia subyacente en el discurso del PP. La responsabilidad de un presidente autonómico, como el de la Comunitat Valenciana, es no solo recibir información, sino actuar en consecuencia y ser proactivo ante una crisis inminente; la acumulación de errores por parte de este gobierno es inexcusable.

La jueza que instruye la causa sobre la gestión de la DANA ha rebatido el relato político del PP con evidencias contundentes. La cuantificación de situaciones límite por las que atravesaron ciudadanos como mujeres embarazadas o familias con niños pequeños resalta no solo la gravedad de la crisis, sino también la negligencia sobre la que se erige la defensa del PP. Se recurrió a una narrativa que desprecia la verdad y omite los constantes y continuos avisos que, a pesar de ser evidentes, fueron ignorados deliberadamente.

El relato construido por el PP es un ejercicio de manipulación que busca desviar la atención de una verdad que resulta incómoda: no está solamente Carlos Mazón en el ojo del huracán, sino que el PP entero es cómplice de una serie de bulos y manipulaciones que pretenden diluir su responsabilidad en un contexto donde las víctimas y sus familias requieren respuestas claras, no evasivas.

En este contexto, es imperativo que reclamemos no solo la justicia que corresponde a cada una de las víctimas de la DANA, sino también un relevo real en el liderazgo de la Comunitat Valenciana. La ciudadanía valenciana no debe perder más tiempo en debates estériles que solo contribuyen a aumentar la inestabilidad política, como una moción de censura que solo perpetuaría la misma falta de dirección y responsabilidad. Es hora de que los ciudadanos expresen su voluntad en unas elecciones anticipadas; una oportunidad para elegir a quienes realmente estarán dispuestos a liderar la reconstrucción con responsabilidad, transparencia y compromiso.

El camino hacia adelante no puede estar oscurecido por el ruido político ni por la manipulación deliberada de la verdad. La justicia se encargará de establecer responsabilidades penales, pero es nuestra obligación colocar el foco de atención en las responsabilidades políticas. Es urgente que el PP, bajo el liderazgo de Carlos Mazón y con el respaldo de su partido, reconozca sus errores y dé paso a una nueva era política que priorice el bienestar de la ciudadanía sobre las aspiraciones electorales. Los valencianos y valencianas tienen el derecho inalienable de decidir quiénes deben liderar la reconstrucción de su tierra.

La ironía de la situación se encuentra en las propias palabras de Mazón: “Una mentira por muy bien contada que esté, solo acaba siendo mentira antes o después”. Este claro reconocimiento del poder engañoso de las palabras debería ser una llamada de alerta para todos: la verdad, aunque incómoda, es el cimiento sobre el que deben construirse las políticas públicas. La desconfianza generada por el PP no es solo una cuestión de retórica política; es una trinchera que pone en peligro la cohesión social y la recuperación tras la devastación.

Por tanto, la movilización de la ciudadanía en aras de unas elecciones anticipadas no es solo un deseo de cambio, sino una necesidad urgente. Los valencianos y valencianas deben tener la oportunidad de elegir un liderazgo que no solo declare su compromiso con la verdad, sino que actúe en consecuencia. La reconstrucción de la Comunitat Valenciana debe ser un esfuerzo que reúna a todos, pero para ello, necesitamos líderes que demuestren integridad, competencia y, ante todo, un verdadero sentido de la responsabilidad.

En definitiva, el grito de la sociedad valenciana no es uno de división, sino de unidad y esperanza. Queremos urnas que nos permitan expresar nuestra voluntad, no solo para abordar el presente, sino para salvaguardar un futuro en el que la gestión de las crisis sea un ejercicio de transparencia, reflexión y auténtico servicio público. Ese debe ser el legado que aspiramos a construir tras las sombras de la tragedia, y es nuestra responsabilidad colectiva exigirlo.

Marta Trenzano es diputada por Valencia del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso