¿Son todas las religiones iguales?
En una escala de cero a diez, siendo cero la falsedad total y diez la verdad total, todas puntúan un cero absoluto.
Pues dependerá en qué. Desde luego, convendremos en que no todas las religiones son idénticas —es decir, iguales en absolutamente todas sus características—, así que la pregunta sobre la igualdad entre las religiones obliga a especificar el aspecto por cuya semejanza preguntamos. Empecemos por el que probablemente debería ser el inicial y más importante: la verdad o falsedad de su doctrina. Sí, en ese aspecto todas las religiones son iguales. En una escala de cero a diez, siendo cero la falsedad total y diez la verdad total, todas puntúan un cero absoluto. Católicos, jainistas, rastafaris, sunitas, zoroastristas. Todos iguales. Ninguno de sus dioses existe. Su dogmática es total y absolutamente mentira. No hay revelación que valga. En cuanto a su verdad, no hay diferencias entre el hinduismo y Star Wars.
Si preguntamos acerca de sus dimensiones ideológicas, ahí sí que aparecen diferencias. Por ejemplo, el catolicismo lleva desde Constantino (s. III) intentando inútilmente compatibilizar fe y razón, y eso le ha llevado a grandes sofisticaciones filosóficas de primer nivel —por ejemplo, en Tomás de Aquino—, mientras Lutero calificaba a la racionalidad como “la más abyecta ramera del diablo”. Los protestantes le han pegado una patada en el culo a la razón y han basado su religión en la fe, la experiencia y la vivencia interna. Todo el que diga que la religión debe quedar relegada al ámbito íntimo es luterano. No en vano existe un socialismo idealista de inspiración católica, mientras que el evangelismo es la religión oficial del capitalismo individualista más brutal, con claros ejemplos en Trump o Bolsonaro.
¿Y respecto a la separación entre Iglesia y Estado? Bueno, existen países en donde el Jefe de Estado es también el supremo líder religioso —el Reino Unido, Irán—. El único Estado católico cuyo dirigente supremo es también la autoridad religiosa es la dictadura teocrática de El Vaticano. Pocos temas despiertan emociones a favor y en contra tan irracionales como las religiones. El tristísimo atentado ocurrido esta semana en Algeciras —en donde los aspectos psicológicos fueron tan decisivos como los religiosos— ha excitado especialmente a los opinadores que se manejan por el mundo con un mapa demasiado sencillo —todos los nacionalismos son iguales, todos los imperios son iguales, la política se divide en izquierda y derecha—. ¿Todas las religiones son iguales? Pues depende en qué.
Ni son todas las religiones iguales respecto de los Estados ni son todos los Estados iguales respecto de las religiones. En el año 2023 después de Cristo ciertos Estados están utilizando la religión islámica como un arma militar para sus fines políticos. Es un arma poco sofisticada, poco precisa, muy barata y medianamente eficaz. Por supuesto, nada de esto se deduce del Corán. Todos los libros sagrados son textos ambiguos, anacrónicos, crípticos para un lector actual, en donde igual podemos encontrar sugerencias para la paz como para la guerra. No dicen nada claro, por eso son libros sagrados. Al final, el cristianismo es indiscutiblemente el conjunto de religiones en cuyos países aparece un mayor número de ateos. Es un aspecto fundamental, y respecto a él tampoco todas las religiones son iguales.