8-M: Celebrar, educar y seguir luchando

8-M: Celebrar, educar y seguir luchando

Celebrar lo conquistado no es sinónimo de olvidar o de ignorar. Hay batallas que se van ganado, pero otras siguen siendo una agonía insoportable.

.Getty Images/iStockphoto

El 8-M tiene que ser un día de celebración para las mujeres. Y también para los hombres. Un día para celebrar todo lo que hemos avanzado en las últimas décadas en el camino hacia la igualdad plena, real y efectiva. Porque lo hemos conseguido peleando, luchando por nuestros derechos, saliendo a la calle a reivindicar el lugar que debemos ocupar las mujeres. Celebrar para ser conscientes de lo logrado y para mantener el ánimo de cara a lo que queda por conseguir.

Celebrar lo conquistado no es sinónimo de olvidar o de ignorar. Hay batallas que se van ganado, pero otras siguen siendo una agonía insoportable, como en el caso de la violencia y el maltrato contra las mujeres. Solo por esto ya sería más que suficiente para que cada 8-M el feminismo saliera a la calle con más determinación y más unidad.

Los frentes son numerosos y de avance desigual. En educación —sin duda uno de los ámbitos donde más se puede trabajar para que la igualdad se asiente en los fundamentos de nuestra sociedad— hemos conseguido mucho, pero algunos problemas se resisten e incluso empeoran, como es la baja presencia de mujeres en los grados de FP o universitarios relacionados con las tecnologías. Tenemos que luchar contra esos estereotipos y prejuicios que a algunas chicas les hacen creerse menos capaces que los chicos para ciertos aprendizajes, a pesar de estar comprobado que no es así en absoluto.

Las políticas feministas, no obstante, no se agotan en las estrategias sectoriales. Porque si el Gobierno de Pedro Sánchez está indiscutiblemente comprometido con la causa de la igualdad y de los derechos de la mujer también se debe a que muchas de las políticas sociales tienen como beneficiarias más destacadas a las mujeres, que son las que más sufren la precariedad laboral y los bajos ingresos. De modo que la revalorización de las pensiones, la subida del salario mínimo, la reforma laboral o la gratuidad del transporte son instrumentos que aumentan la autonomía personal, el bienestar y las oportunidades de las mujeres.

Celebremos estos avances, afiancemos lo conseguido y vayamos a por nuevas metas de igualdad.

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Ministra de Educación y Formación Profesional.