Este protector de pantalla no solo cautivó a los usuarios por su hipnótico diseño, sino que también se convirtió en un símbolo de la innovación tecnológica.
En un mundo tecnológico en que los equipos, el software y los formatos cambian con tanta celeridad, ¿quién nos garantiza que un par de décadas tendremos sistemas para poder visualizar las fotos en JPG que hoy nos sacamos de las vacaciones, o las canciones en MP3 que nos bajamos de Internet? Por no hablar de toda la información -personal, profesional, periodística o científica- que hay en HTML, PDF o cualquier versión de Word.