Acabar con la etiqueta de caducidad de la ITV colocada en el parabrisas de los coches es una medida más de la Dirección General de Tráfico en busca de la digitalización.
La compañía se echa atrás en el PERTE del vehículo eléctrico, alegando un retraso en sus planes de producción en España, y buscará financiación adicional. El grupo estadounidense era uno de los más beneficiados con 106,3 millones de euros.