La transición digital llega a la DGT: en 2024 se elimina la etiqueta de la ITV de todos los vehículos
Acabar con la etiqueta de caducidad de la ITV colocada en el parabrisas de los coches es una medida más de la Dirección General de Tráfico en busca de la digitalización.
Adiós a una de las pegatinas más históricas de nuestro país. El nuevo año trae consigo novedades en muchos aspectos, y uno de ellos tiene que ver con los vehículos de todos nosotros. De acuerdo con lo establecido por la DGT, a partir de 2024, la mítica etiqueta con la que hasta este año se establecía si un coche o motocicleta tenía la ITV en vigor, desaparecerá para siempre.
Esta medida busca adaptarse a los nuevos tiempos y con ello a la transición digital que afecta a todos los órdenes de nuestra vida. De esta forma, se pondrá fin a la presencia de la etiqueta con la que las autoridades podían constatar si un vehículo cumplía o no con la legalidad y los plazos que marca la normativa en base a la revisión.
Esto provocará un antes y un después en la vida de los más veteranos del lugar, acostumbrados a la etiqueta pegada al parabrisas del coche. Y es que el sistema que este año abandonaremos, lleva acompañando a los coches españoles desde hace casi tres décadas. Pero dejará de hacerlo. Y como toda evolución tecnológica cuenta con aspectos positivos y otros no tanto.
En primer lugar hay que destacar que este movimiento impulsado por la DGT tiene como objetivo adaptarse a los nuevos tiempo. Pero no solo eso. También busca agilizar los procedimientos administrativos, así como la eficiencia de las autoridades en las carreteras cuando detienen a los vehículos para comprobar si el automóvil cuenta con todo en regla.
Para ello, la DGT impulsará una nueva app o sistema electrónico con el que tanto las autoridades como los propietarios de los vehículos podrán conocer fácilmente el estado de la ITV de sus automóviles así como toda la información que sea relevante. Está claro que como todo cambio, requerirá de un proceso de adaptación por parte de todos.
Otra ventaja que destaca la DGT de esta transición es la eliminación de las etiquetas, que reducirá tanto el coste de su producción y distribución, como el impacto medioambiental que este proceso conlleva.
Desventajas y problemas de este sistema
Pero no todo es positivo, ya que también hay aspectos un poco más conflictivos y que pueden generar escepticismo entre los conductores. Uno de ellos es, sin duda, la seguridad. Esto se debe a que, en un momento tan convulso donde todo funciona a través de realidades virtuales, pantallas y conexiones online, la ciberseguridad es un factor importantísimo para garantizar el buen funcionamiento de las herramientas digitales.
Ni qué decir de un aspecto como este, en el que los datos que se manejan son especialmente delicados y personales, y cualquier mínimo fallo podría exponer públicamente infinidad de información muy importante. Para ello, la DGT deberá asegurarse de contar con un sistema de seguridad suficientemente apto y preparado que pueda neutralizar cualquier ataque de este tipo.
Por último, otro de los conflictos que se derivan de la eliminación física de la etiqueta tiene que ver con las situaciones en las que la identidad digital de algún propietario sea suplantada o robada, por lo que será más necesario que nunca contar con un procedimiento claro a la hora de poder recuperar dicha información.