terrorismo islámico
Bruxelles, je t'aime
Sabíamos que podía pasar pero no lo queríamos creer. Por eso seguimos haciendo nuestra vida típicamente europea, deambulando por las calles tan libres como para no preocuparnos más que del tiempo a nuestro alcance y el ánimo de pasear. Es esta gran joya, la joya de la libertad de las ciudades europeas, con la que sueñan tantos en América y en casi todo el mundo, la que quieren destruir los terroristas.
Túnez debe resistir
La espontánea reacción ciudadana, con inmediatas manifestaciones de repulsa, indica que la sociedad tunecina no está dispuesta a renunciar a lo que ya ha logrado y a ceder ante los violentos. Lo que queda ahora es comprobar si la Unión Europea y los gobiernos de sus países miembros van más allá de la condena y las muestras de simpatía, para apoyar decididamente a los once millones de tunecinos en su intento por coronar su empeño democrático.
El reto del Estado Islámico traspasa fronteras
En la medida en que se va tomando conciencia de la gravedad de la amenaza que representa para países tan dispares como el propio Irak, Siria, Irán, Arabia Saudí y Turquía- pero también para Estados Unidos y el resto de los países occidentales-, comienza a verse la posibilidad de una respuesta decidida a evitar que el delirante sueño yihadista del Estado Islámico se haga realidad. Aunque como apunta Obama, no será "ni fácil ni rápido". En todo caso, nada se arreglará solo con armas.