Moscú tiene que pagar hoy 117 millones de dólares de intereses de deuda, pero no puede usar la divisa norteamericana por las sanciones. El escenario que se abre para la economía mundial es incierto.
El Partido Republicano ha arriesgado y ha perdido mucho estas últimas semanas y al final no ha ganado nada. A pesar de sus implicaciones internacionales, la lucha por el cierre administrativo y posible suspensión de pagos no ha sido entre demócratas y republicanos ni entre Obama y Boehner, sino una lucha interna del Partido Republicano entre los representantes financiados por el Tea Party y los que reciben fondos de Wall Street.