Me desperté en un baño de sangre, con un hombre encima, en un lugar totalmente desconocido, con una llamada al orden que me indicaba que había reembolsado mi deuda, pero que seguía siendo propiedad de alguien.
A la hora de decidir cómo tratar a las personas con las que entramos en contacto, casi todos las clasificamos en dos grupos, el grupo-VIP y el grupo-novip. El grupo-VIP es aquel en el que colocamos a aquella gente a la que nos interesa tratar bien porque hacerlo puede reportarnos un beneficio, y el grupo-novip, la que no.
Para ser positivos es necesario preprogramarse. Aquí es donde entra el arrastre. Estás ante un arrastre cuando te sientes incapaz de llegar por ti mismo y algo te empuja allí adonde tú quieres ir. Hay veces en las que queremos dar el paso y saltar pero no conseguimos sacar la fuerza para darlo.
Allá, donde el oxígeno escasea, es donde suelen nacer los campeones. En las circunstancias más adversas, cuando el aire se hace menos respirable y la consciencia se entumece, es donde los elegidos dejan una huella que permanece en el tiempo. El Giro de Italia, a diferencia de la mayoría de las carreras, es un vehículo para llegar al Olimpo a través de unas pocas puertas en forma de cumbres heladas que comunican dos mundos, el terreno y el divino.
Cuando os azote la tragedia o la decepción, sed conscientes de que tenéis la capacidad de superar cualquier cosa. Somos más vulnerables de lo que pensamos, pero más fuertes de lo que imaginamos. Cuando la vida te hace tocar fondo, puedes aprovechar para coger impulso, salir a la superficie y volver a respirar.
Cuando leáis esto, yo estaré de camino a Nueva Zelanda para ver a mi marido Rob. He esperado casi nueve meses para visitarlo y decirle que lo quiero, para apoyar mis pies descalzos sobre el césped de su casa familiar. Pero esta no es la reunión que los lectores esperan. Él no vendrá a esperarme al aeropuerto. No caminaremos juntos por la playa ni me cogerá de la mano bajo el cielo azul.
Conozco a una mujer cuyo marido se murió mientras dormía, a su lado, como la protagonista de la obra de Miguel Delibes, como una Carmen Sotillo de nuestros días pero sin retahíla. Trato de imaginar la fortaleza que tienes que tener para superar algo así. Ninguno de los dos había cumplido los 40.
Ante cualquier crisis potencial, es esencial vernos a nosotros mismos como supervivientes. Evitemos pensar en nosotros como víctimas de las circunstancias, y en su lugar, busquemos la manera de resolver el problema. Aun cuando la situación puede ser ineludible, podemos mantenernos enfocados en un resultado positivo y en mantener nuestro equilibrio interno, pase lo que pase.
A mí, el cáncer de mama me dejó estar al margen, me sacó de la rutina en la que todos estamos sin parar de quejarnos..., y me permitió respirar, observar, oír a mi cuerpo, pararme a ver las cosas lentamente..., sentirlo todo mucho más. Y viendo los toros desde la barrera aprendí mucho. Muchísimo.
Quiera dios o la ciencia que se extinga la especie de las mujeres luna porque ya no necesiten disparar más flechas contra el cáncer. Y quiera dios y la ciencia que la luz femenina que irradiaban permanezca intacta sobre la tierra, para que las sombras del pesimismo inútil dejen de oscurecernos los ojos y de agriarnos la sonrisa.
Piensa un momento en todos tus deberías: debería hacer más ejercicio, debería comer de manera saludable, debería estudiar inglés, debería cambiar de trabajo, etc. ¿Por qué no cumples realmente con tus objetivos? Hoy voy a darte cuatro claves para romper los muros que te pones a ti mism@.
Sé que el virus VIH está estigmatizado, pero no tiene por qué ser así y mi objetivo es cambiar esa percepción negativa. El VIH y el sida son tratables y se puede vivir una vida normal. Soy la prueba viviente de ello. Mi vida es un milagro, pero no soy el único con una historia que contar.