socialdemocracia
Igualdad, regeneración, socialdemocracia y democracia interna
Decir que se defiende la igualdad y pactar con nacionalistas para romperla es una contradicción en los términos. El PSOE es un partido nacionalista más en Cataluña y en Euskadi... y Podemos lo es en todos los lugares: se dicen progresistas, pero habrá que repetirles que no hay nada más reaccionario que cualquier nacionalismo, y que para que haya Estado del bienestar es indispensable que haya Estado, por lo que no conviene romperlo ni parcelarlo.
Frivolidades y complejidades de la actualidad de la socialdemocracia
Recuperar los derechos de los ciudadanos, convertirlos otra vez en protagonistas, interpretar con lealtad y tino democrático las constituciones, aceptar de buen grado y con convicción el significado de Europa y la vía del europeísmo para ser más fuertes, más solidarios y más desarrollados - y vivir mejor- es la principal e irrenunciable meta socialdemócrata.
El PSOE o la inevitabilidad de la catarsis
El cambio solo puede pasar por Unidos Podemos y, también, inevitablemente, por un nuevo PSOE. Un PSOE que recupere la impronta socialdemócrata que, poco a poco, ha ido dejando de lado y que finalmente le ha sido arrebatada. El ejercicio no es fácil porque, en el corto plazo, debe suponer nuevos sacrificios para el partido.
Pablo iglesias, "No jodas, camarada"
Está escrito en la historia: el peor enemigo de los socialistas son los comunistas, siempre melancólicos por el fracaso de su proyecto, y siempre rencorosos contra el socialismo que da estabilidad y mejora los países. El Muro de Berlín se puso para evitar que la gente desertara del paraíso soviético, no para evitar que millones de europeos libres entraran en la URSS como inmigrantes sin papeles, buscando paz, libertad y prosperidad.
Una lectura de izquierdas sobre el 6-D venezolano
La democracia no es un medio al servicio de la revolución, o de la justicia social. No, la democracia es un fin en sí mismo. Nunca debe ser manipulada, ni limitada, por objetivos superiores, porque no hay razones ni objetivos superiores a sus principios y a sus reglas. No debe ser la derecha política quien reclame democracia a un partido de izquierdas en el poder, sino al contrario; la democracia debe ser una bandera progresista que la izquierda política nunca debe perder.
La política de la felicidad
No todos los elementos que influyen en la felicidad dependen de actuaciones que puedan ser puestas en marcha por los responsables públicos, pero es cierto que con las políticas adecuadas se puede conseguir la felicidad de una parte importante de los ciudadanos.
El PSOE también baila el Sirtaki
Si al PP no le ha costado mucho esfuerzo situarse en el discurso inmovilista y neoliberal de Alemania y a Podemos e IU alinearse con Syriza, los socialistas españoles se han quedado en la necesidad de un acuerdo entre las partes que no quiebre la UE, que es tanto como quedarse en tierra de nadie, "en la indefinición y en un espacio cada vez más achicado en el que no se acaba de definir el rumbo", según palabras de una de las voces con más trienios en Europa de las que tiene el PSOE.