Queremos que retire este atentado contra la igualdad de oportunidades que ha presentado en forma de decreto, y que ponga en marcha un plan de emergencia económica para garantizar que ni un solo estudiante es expulsado de la universidad o ve impedido su acceso por razones económicas.
La única alternativa que nos queda a los jóvenes, y a quienes defendemos la escuela pública, es seguir explicando las consecuencias de la LOMCE y organizar y profundizar la mayor respuesta social a un Gobierno que sólo se preocupa por legislar a favor de una minoría de grandes poderes económicos.
Las medidas lanzadas por Educación tienen un fuerte componente ideológico reaccionario, fomentando el modelo de una escuela de calidad para el que pueda pagársela, frente a la universalización y gratuidad, además de apoyar el adoctrinamiento religioso. Pero también hay mucho dinero en esta operación.
La libertad de expresión, de reunión, manifestación y huelga son derechos democráticos de la juventud. Tenemos derecho a criticar la política del Partido Popular. ¡¡Faltaría más!! Y cuando ejercemos nuestro legítimo derecho a asamblea, reunión, expresión, manifestación y huelga, lo hacemos de forma muy consciente.
Somos conscientes de que el único camino para frenar estos ataques brutales es el de la movilización más contundente y masiva de todos los estudiantes, junto con nuestros padres y profesores. Por el único motivo de negarnos a aceptar la demolición de la enseñanza pública.