El Departamento de Interior señala que los Mossos y la Policía Nacional se vieron obligados a cargar ante el “riesgo” que suponía la situación tanto para la seguridad aérea como para los manifestantes.
La sentencia generará dolor y rabia, pero sobretodo confirma la voluntad del Estado por renunciar a resolver el conflicto por la vía del diálogo y el pacto.